Se llamaba Anton
Anton tenía 8 años y el pasado 23 de agosto se lanzó desde su piso, una novena planta de un bloque de pisos en Enerhodar (Ucrania), al no poder soportar ya por más tiempo las palizas que venía recibiendo de sus padres durante años.
Según informa el ‘Daily Mail‘ una vecina oyó, justo antes de que el niño se tirara por la ventana, gritar al menor y golpearle por estropear unas prendas de vestir. Tras lanzarse al vació, llegaron inmediatamente las ambulancias pero no pudieron hacer nada por el pequeño, que murió en el acto tras la terrible caída.
Los padres habrían reconocido ante las autoridades el maltrato al que habían sometido al pequeño y en estos momentos están siendo investigados. Además, desde el colegio del pequeño reconocen que no se le veía muy bien cuidado y evidenciaba una absoluta falta de interés por parte de los progenitores.
Noticas como estas, que parece que suceden muy lejos de España, son también habituales en nuestro país. El maltrato hacia las personas más débiles de la sociedad, sobre todo niños y ancianos, sucede mucho más de lo que muchas personas puedan imaginar. Pero en estos casos es muy difícil que los maltratados puedan ser denunciados ya que las víctimas, o no pueden hacerlo, o les da miedo.
Por otro lado, y ante tanto movimiento de protección hacia las mujeres, existe una total desatención de las administraciones hacia ellos. No protestan, no se manifiestan, no hay asociaciones que reciban subvenciones para su protección. Simplemente sucede y es muy difícil que en su entorno serán lo que está sucediendo y se les pueda ayudar.
No hay protección real a la infancia que sufre, pero no solo en este caso concreto de Ucrania, en prácticamente ningún lugar del mundo. Hay que proteger a las personas más débiles y tanto los niños como los ancianos lo son. Después nos enteramos de noticias tan terribles como esta y se nos hiela la sangre. Pobre criatura.
Anton tenía 8 años y el pasado 23 de agosto se lanzó desde su piso, una novena planta de un bloque de pisos en Enerhodar (Ucrania), al no poder soportar ya por más tiempo las palizas que venía recibiendo de sus padres durante años.
Según informa el ‘Daily Mail‘ una vecina oyó, justo antes de que el niño se tirara por la ventana, gritar al menor y golpearle por estropear unas prendas de vestir. Tras lanzarse al vació, llegaron inmediatamente las ambulancias pero no pudieron hacer nada por el pequeño, que murió en el acto tras la terrible caída.
Los padres habrían reconocido ante las autoridades el maltrato al que habían sometido al pequeño y en estos momentos están siendo investigados. Además, desde el colegio del pequeño reconocen que no se le veía muy bien cuidado y evidenciaba una absoluta falta de interés por parte de los progenitores.
Noticas como estas, que parece que suceden muy lejos de España, son también habituales en nuestro país. El maltrato hacia las personas más débiles de la sociedad, sobre todo niños y ancianos, sucede mucho más de lo que muchas personas puedan imaginar. Pero en estos casos es muy difícil que los maltratados puedan ser denunciados ya que las víctimas, o no pueden hacerlo, o les da miedo.
Por otro lado, y ante tanto movimiento de protección hacia las mujeres, existe una total desatención de las administraciones hacia ellos. No protestan, no se manifiestan, no hay asociaciones que reciban subvenciones para su protección. Simplemente sucede y es muy difícil que en su entorno serán lo que está sucediendo y se les pueda ayudar.
No hay protección real a la infancia que sufre, pero no solo en este caso concreto de Ucrania, en prácticamente ningún lugar del mundo. Hay que proteger a las personas más débiles y tanto los niños como los ancianos lo son. Después nos enteramos de noticias tan terribles como esta y se nos hiela la sangre. Pobre criatura.
Un niño de 8 años se suicida lanzándose por la ventana al no poder aguantar más palizas de sus padres - El Diestro
Un niño de 8 años se suicida lanzándose por la ventana al no poder aguantar más palizas de sus padres
www.eldiestro.es