El 5G se ha convertido en un protagonista inesperado de la pandemia de covid-19. Hay dos grandes teorías conspirativas al respecto: la que dice que debilita el sistema inmunológico y la que asegura que nos van a implantar microchips con la vacuna del coronavirus para luego controlarnos a través de las redes 5G.
No hay muchas evidencias que respalden estas teorías, pero eso no ha impedido que hordas de ciudadanos enfurecidos (¿o quizá asustados?) salgan a quemar antenas de teléfono en sus ciudades. En abril, las operadoras británicas hicieron un comunicado conjunto para pedir a la gente que dejara de prender fuego a sus torres, y ahora el gobierno de Bolivia se ha tenido que pronunciar al respecto.
El Ministerio de Gobierno del país andino tachó de “atentado terrorista” lo que había ocurrido con varias antenas de empresas telefónicas en las localidades de San Julián, Ichilo y Yapocaní. Según el Ministerio, el “ataque” perjudicó las telecomunicaciones, pero también la provisión de combustibles en la zona, ya que el sistema de la Agencia Nacional de Hidrocarburos está integrado en la red.
Más tajante fue el ministro de Gobierno en su cuenta personal de Twitter: “Esto tiene un nombre, terrorismo”, tuiteó Arturo Murillo. “Se lo combate con todo el peso de la ley. Que lo tengan claro los que revientan las antenas, los que les aplauden y los que se lo ordenan desde lejos”. Después relacionó los ataques con personas afines al expresidente Evo Morales, a quien hacía oposición.
Morales, que se encuentra exiliado en Argentina, tuiteó ayer que los ataques contra antenas celulares son “producto de noticias falsas” y que “se debe hacer una campaña de información en lugar de criminalizar y estigmatizar”. El expresidente añadió que “en Bolivia todavía no hay tecnología 5G”, algo que el actual ministro de Obras Públicas, Iván Arias, ya había aclarado a los medios.
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No hay muchas evidencias que respalden estas teorías, pero eso no ha impedido que hordas de ciudadanos enfurecidos (¿o quizá asustados?) salgan a quemar antenas de teléfono en sus ciudades. En abril, las operadoras británicas hicieron un comunicado conjunto para pedir a la gente que dejara de prender fuego a sus torres, y ahora el gobierno de Bolivia se ha tenido que pronunciar al respecto.
El Ministerio de Gobierno del país andino tachó de “atentado terrorista” lo que había ocurrido con varias antenas de empresas telefónicas en las localidades de San Julián, Ichilo y Yapocaní. Según el Ministerio, el “ataque” perjudicó las telecomunicaciones, pero también la provisión de combustibles en la zona, ya que el sistema de la Agencia Nacional de Hidrocarburos está integrado en la red.
Más tajante fue el ministro de Gobierno en su cuenta personal de Twitter: “Esto tiene un nombre, terrorismo”, tuiteó Arturo Murillo. “Se lo combate con todo el peso de la ley. Que lo tengan claro los que revientan las antenas, los que les aplauden y los que se lo ordenan desde lejos”. Después relacionó los ataques con personas afines al expresidente Evo Morales, a quien hacía oposición.
Morales, que se encuentra exiliado en Argentina, tuiteó ayer que los ataques contra antenas celulares son “producto de noticias falsas” y que “se debe hacer una campaña de información en lugar de criminalizar y estigmatizar”. El expresidente añadió que “en Bolivia todavía no hay tecnología 5G”, algo que el actual ministro de Obras Públicas, Iván Arias, ya había aclarado a los medios.

Queman torres de teléfono en Bolivia y el gobierno aclara que el país no tiene aún redes 5G
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