Un taxista musulmán se pone a cagar en medio de la calle

Es increíble. En su país lo deben hacer así. Pero ahora están en Londres y estas actitudes son inadmisibles. Es intolerable que un conductor, sea del origen que sea, en este caso musulmán, baje de su coche y se ponga a mear y a cagar en plena calle, para que luego los servicios públicos de limpieza tengan que actuar gracias a los impuestos de la gente honrada y trabajadora.




La respuesta ha sido masiva. "Me nuego a tener que convivir con estos cerdos", ha espetado una usuaria de Twitter. Otros apelan a formaciones como las que lidera Santiago Abascal como indispensables para solventar este problema. "Hay que limitar la entrada".