Pedro Castillo, ¿aspirante a dictador?



En su primer discurso como presidente del Perú, Pedro Castillo ha anunciado que promoverá la convocatoria de una asamblea constituyente para poder gobernar sin ataduras constitucionales. Además, esa asamblea constituyente ni siquiera se escogería respetando el sufragio universal.
 


Pedro Castillo no sólo es enemigo de las libertades de carácter económico, sino también de las de carácter social: se opone a la eutanasia, al matrimonio igualitario o a la legalización de la marihuana. Está a favor de la expulsión de extranjeros y del servicio militar obligatorio. Pese a ello, parte de la izquierda española no ha dudado en saludarlo como un símbolo de esperanza y de progreso para Perú.
 


El presidente de Perú, Pedro Castillo, concedió esta semana una entrevista a la CNN que ha desatado una fuerte oleada de críticas dentro de su país. Sus respuestas no solo fueron imprecisas, evasivas y contradictorias, sino que llegó a sugerir que no estaba preparado para el cargo.

Fe de erratas: El periodista es Fernando del Rincón, no Fernando del Río.
 

Congreso peruano aprueba abrir proceso para juicio político contra presidente Castillo​

El Congreso peruano aprobó el lunes iniciar un proceso de juicio político contra Pedro Castillo, una medida promovida por la oposición que busca, por segunda vez en menos de cuatro meses, la destitución del mandatario izquierdista en medio de acusaciones de corrupción y baja popularidad.

Con 76 votos a favor, 41 en contra y una abstención, el Congreso admitió la apertura del proceso y la jefa del parlamento, María Antonieta Alva, convocó al presidente para que acuda el 28 de marzo y responda las acusaciones de supuestas faltas constitucionales durante sus funciones.

Al margen del proceso de juicio político, el Congreso espera a Castillo el martes para dar un "mensaje" al país, según una solicitud enviada por el mandatario el viernes al parlamento, y que fue aprobado por los legisladores más temprano.

El mandatario había superado en diciembre un primer intento de destitución porque no pasó la valla de 52 votos.

Para expulsar a Castillo del cargo, que asumió la presidencia a fines de julio, el parlamento debe de reunir al menos 87 votos de los 130 legisladores, un escenario poco probable por las divisiones en la oposición.

El Congreso otorgó la semana pasada su voto de confianza a un cuarto gabinete de ministros de Castillo.

Castillo puede acudir al Congreso junto a su abogado o enviar solo a su defensor para responder las acusaciones.

Medios peruanos difundieron a fines de febrero declaraciones de la empresaria Karelim López ante la fiscalía, que investiga presuntos actos de corrupción en el Gobierno, en las que vincula a Castillo con supuestos actos irregulares.

López, también sujeto de las pesquisas, busca acogerse a un proceso de colaboración con la justicia a cambio de beneficios.

Castillo "debe dar explicaciones inmediatas al país por sus reiteradas inconductas", dijo el legislador Jorge Montoya, un marino retirado del partido de derecha Renovación Popular, al sustentar la moción de "vacancia" del presidente.

NIEGA ACUSACIONES​

Entre otras faltas la oposición dice que Castillo habría incurrido en supuesta "traición a la patria" tras plantear una consulta popular para decidir una salida al mar a Bolivia durante una entrevista a la cadena internacional CNN en enero.

La cancillería dijo después en un comunicado que los dichos por Castillo no deben verse como una afectación a la soberanía.

El intento de echar a Castillo es promovido principalmente por tres partidos de derecha, entre ellos el de la excandidata presidencial Keiko Fujimori que perdió las elecciones del año pasado. La oposición alega que Castillo, que niega las acusaciones, tiene "incapacidad moral" para gobernar.

La decisión del Congreso afectó al mercado cambiario que, tras una sesión volatil, la moneda peruana, el sol, aumentó perdidas y cerró con una baja del 0,76%, a 3,730/3,733 unidades por dólar. En tanto, el referencial de la Bolsa de Lima cedía un 1,92%, a 636,07 puntos.

Castillo, quien llegó al poder con el partido marxista Perú Libre tras ganar unas apretadas elecciones, ha dicho en su defensa que grupos económicos que no identificó están intentando dar un "golpe" contra su Gobierno.

"El Congreso pierde el tiempo en este tipo debate y pido a los colegas que seamos consecuentes y dejemos de estar en esta persecución; y de no aceptar a un presidente que ha sido elegido por cinco años", dijo por su parte del portavoz de Perú Libre, Waldemar Cerrón, en una réplica sobre el tema en el parlamento.

El apoyo a la gestión de Castillo, un profesor rural que ganó la presidencia con el respaldo de los sectores pobres, ha caído rápidamente en medio de escándalos y protestas sociales.

La firma Ipsos Perú dijo la semana pasada que la aprobación a Castillo subió un punto porcentual en marzo a un 26%, mientras que el rechazo a su gestión bajó tres puntos a 66%.

Desde que asumió el mandato, Castillo ha designado cuatro gabinetes. Su tercer primer ministro duró apenas unos días antes de renunciar al conocerse una denuncia por violencia doméstica.

Pese a todo, la economía creció un 13% en 2021 y la moneda local, el sol, ha recuperado terreno tras caer a su peor nivel en octubre. Castillo se ha vuelto pragmático, con un ministro de Economía amigable al mercado, aunque con algunos altos funcionarios conservadores en temas de política social.

Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre, ha tenido desde el 2016 cinco presidentes, incluyendo a Castillo. En el 2018, Pedro Pablo Kuczynski renunció antes de una votación de destitución que tenía perdida, mientras que Martín Vizcarra fue defenestrado en el 2020 por el Parlamento.

 

El gobierno peruano, presidido por el inútil del sombrero, implanta el comunismo más aberrante al emitir un decreto criminal​

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Dice el refrán que la cara es el reflejo del alma. Y la cara de Pedro Castillo, presidente del Perú desde el 28 de julio de 2021, refleja cualquier cosa, excepto que tenga alma. Ha llegado al poder gracias a los resultados electorales obtenidos en unas elecciones más que dudosas, como todas las que se celebran en todo el mundo desde hace un tiempo, y poco a poco va demostrando para qué se le puso ahí y cuál va a ser su cometido.

Inútil hasta decir basta y con menos cerebro que un adoquín, los pocos meses que lleva Castillo en el gobierno se van contando por abandonos de ministros y colaboradores dentro de su ejecutivo. Desde que fue elegido han sido cuatro las veces que ha tenido que renovar el gobierno debido a las dimisiones que se van produciendo dentro del mismo. La última, la primer ministro Mirtha Vásquez.

Tras su dimisión, Vásques publicaba un tuit en el que decía: “Ante la imposibilidad de lograr consensos en beneficio del país, informo que hoy presenté mi carta de renuncia al presidente Pedro Castillo, la cual fue aceptada. Reafirmo mi compromiso con el país y los cambios para la justicia socia”.

Y esto lo hacía porque Castillo quería hacer creer a todos que había sido él quien había echado a Vásques al publicar un tuit en el que decía lo siguiente: “Como siempre he anunciado en mis intervenciones, el gabinete está en constante evaluación. Por tal motivo, he decidido renovarlo y conformar un nuevo equipo”.

El caso es que parece un inútil y es un inútil. Y lo es tanto, que en una reciente encuesta un 69% de los peruanos desaprobaban su labor y un 56· consideraba que debería dimitir.

Los datos de esta encuesta no nos extrañan en lo más mínimo si este tipejo toma decisiones como la publicada por el Ministerio de Salud en su cuenta de Twitter: “A partir del 1 de abril, los ciudadanos desde los 18 años deberán tener tres dosis de la vacuna contra la #COVID19 para ingresar a establecimientos públicos y privados, según lo acordado en Consejo de Ministros. El decreto supremo será publicado en los próximos días”.



Como verán, queda muy claro a quién sirve este tipejo y desde luego no es a los peruanos.

 


El presidente de Perú, Pedro Castillo, ha suspendido las libertades constitucionales de millones de peruanos para combatir las protestas de los transportistas que hace pocos días calificaba de "justas".
 

Perú: El empresario Zamir Villaverde testificó que Pedro Castillo llegó al poder mediante el fraude electoral​

En declaraciones a la Comisión de Fiscalización, el empresario que se desempeñó como lobista de Perú Libre, Zamir Villaverde, declaró que Pedro Castillo hizo fraude para llegar a la presidencia, en confabulación con el Jurado Nacional de Elecciones.

Villaverde fue arrestado este lunes por la adjudicación irregular de la obra Puente Tarata III, uno de los tantos delitos que componen el caso coimas, una supuesta mafia que estableció Pedro Castillo en el Ministerio de Transporte y Comunicaciones para entregar obras a cambio de millonarias coimas.

El empresario, que supo ser el nexo entre el partido comunista Perú Libre y las empresas durante la campaña del 2021, sería el cabecilla de esta mafia, y la justicia le dictaminó 24 meses de prisión preventiva.

Karelim López, otra de las empresarias arrestadas por esta causa, lo identificó a Villaverde como el responsable de conseguir el apoyo de varias compañías importantes, prometiéndoles que harían este esquema de corrupción y que si lo apoyaban a Castillo en vez de a Keiko Fujimori, serían los primeros en recibir este trato preferencial.

Villaverde fue llevado lo antes posible al estrado, para que testifique sobre su rol en este esquema. Pero el lobista sorprendió a todos revelando una información mucho más sensible: aseguró que tiene pruebas de cómo Pedro Castillo se robó la elección del 11 de abril del año pasado.

“Les comunico que tengo toda la predisposición de decir la verdad en el esclarecimiento de su investigación, además de declarar ante el Ministerio Público, a través de la fiscal Karla Zecenarro sobre cómo el señor Pedro Castillo logró ganar las elecciones presidenciales, quien lideró, coordinó y planificó ese trabajo al mas alto nivel con el Jurado Nacional de Elecciones, mellando la democracia, perjudicando a Rafael López Aliaga y a Keiko Sofía Fujimori, manipulando la voluntad popular“, disparó.

Durante mucho tiempo he venido siendo amenazado por el servicio de inteligencia y por altos funcionarios del Gobierno“, reconoció. “Hay personas allegadas al presidente de la república que quieren silenciarme”.

“Por eso, estoy preocupado por mi vida, esperando que la fiscal Zecenarro me tome la declaración, mediante este poder del Estado vengo a hacer una denuncia pública, en mi calidad de empresario, contra el presidente Pedro Castillo Terrones, a quien en su momento apoyé, pero hoy le digo que no le tengo miedo y que lo hago responsable a él de cualquier atentado contra mi vida”, agregó.

Inmediatamente después de estas declaraciones, los diputados miembros de la Comisión de Fiscalización decidieron trasladarse al penal de Ancón, en el que está recluido Villaverde, para tomarle la declaración de manera presencial y sin cámaras.

Villaverde es dueño de la empresa de seguridad Vigarza, pero no se conoce mucho de su pasado. Se desconoce cómo llegó a convertirse en un hombre de confianza del actual presidente.

El empresario fue miembro de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), pero fue expulsado de la institución cuando se descubrió que había cometido actos delictivos junto a otros suboficiales durante sus días de franco. Incluso, fue degradado en una ceremonia oficial en 1999.

A pesar de esto y de haber sido encarcelado ya varias veces por delitos graves, Villaverde se ha presentado en actos protocolares de altos mandos de la Policía Nacional del Perú (PNP) acompañando al presidente Pedro Castillo.

Además, desde la llegada al poder de Castillo, su empresa ha logrado ganar la licitación para dirigir la seguridad de la Videna y de la Selección Nacional por un contrato con la Federación Peruana de Fútbol (FPF).

Villaverde sería el organizador de la presunta mafia en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), según las declaraciones de su colaboradora, Karelim López.

Acerca de las obras del MTC, la lobista dijo que se ofrecía un porcentaje del presupuesto. “Era el 5% cuando eran mayores a 30 millones de soles. Y en la que eran menos de 30 millones se daba el 10%”.

Además, Villaverde era quien se encargaba de repartir el dinero a dirigentes del partido centrista Acción Popular para que apoyen a Pedro Castillo en el Congreso.