Después de abrir las fronteras de Alemania a millones de desertores y cobardes en edad militar, que abandonaron a sus familias en zonas de conflicto para pagarnos las pensiones y ofrecer viajes gratis en taxi a las víctimas del heteropatriarcado, Merkel ha sugerido que sería buena idea entrenarles militarmente.
El Mundo:
Entrenar militarmente a miembros de razas extranjeras que no empatizan con los autóctonos. ¿Qué podría salir mal?
Teniendo en cuenta que a moros y negros les trae sin cuidado los intereses alemanes, sin duda no tendrían problemas aceptando las órdenes del ZOG que atentaran contra los derechos y libertades de los alemanes.
Los judíos han encontrado por fin una solución final a la cuestión alemana.
Recurrir a etnias extranjeras para imponer tu agenda política es característico de Regímenes hostiles a los intereses del pueblo. Según avance el genocidio europeo, es algo que vamos a poder observar con más frecuencia. Emplear a endófobos va a ser cada vez más difícil, porque es inevitable que la gente despierte en masa, adoptando una posición defensiva, según el reemplazo étnico se haga más evidente.
Porque un alemán es, por instinto, más empático con los miembros de su raza, es arriesgado ponerle a cargo de una agenda judía. Siempre puede salirte rana en el momento menos esperado. Para evitarlo, se aseguran de que esté de mierda hasta el cuello. Por eso muchos de los europeos que ocupan altos cargos están implicados en redes de pederastia. Dependen completamente del ZOG, quien les asegura inmunidad y carne fresca, siempre que sigan el rumbo señalado por Judea.
Claro que esto te lo puedes ahorrar poniendo al mando a una mujer, un género mucho menos tribal que el hombre. Las mujeres no entienden de razas. Manipulando su instinto maternal, puedes hacer que empaticen con negros, moros y gatos al mismo nivel. Pero es una empatía más primitiva, semejante a la de razas negroides, asentada en su interés personal.
La mujer ha sido diseñada para salvar el propio pellejo, aparearse con el macho alfa y asegurar la supervivencia de su descendencia. Proteger la sangre no es un instinto femenino. El macho alfa bien puede ser alemán, o un negro venido en patera. Por eso las sociedades que mejor mantienen a raya a sus mujeres -como los judíos ortodoxos- sobreviven miles de años sin despeinarse, y nosotros nos enfrentamos a la extinción después de cinco décadas de femimarxismo.
Los invasores solo son peones en el genocidio contra Europa. La liberación de la mujer es la bomba atómica. Si queremos sobrevivir, vamos a tener primero que poner a raya a estas zorras.
Merkel quiere ahora entrenar militarmente a los “refugiados”. ¿Qué podría salir mal?
El Mundo:
El regreso a Alemania de un servicio obligatorio de un año para jóvenes, ya sea civil o militar, podría llegar a ser una realidad. La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel ha abierto el debate sobre la reintroducción de una especie de ‘mili’ de obligado cumplimiento tanto para jóvenes alemanes como para inmigrantes y refugiados, una idea que al parecer cuenta con gran apoyo entre las bases más conservadoras del partido.
“Introducir este servicio también para los refugiados, ya sea voluntario u obligatorio, ayudará a su integración en el Estado y en la sociedad“, agregó Kramp-Karrenbauer este sábado a un grupo de medios alemán.
Entrenar militarmente a miembros de razas extranjeras que no empatizan con los autóctonos. ¿Qué podría salir mal?
Teniendo en cuenta que a moros y negros les trae sin cuidado los intereses alemanes, sin duda no tendrían problemas aceptando las órdenes del ZOG que atentaran contra los derechos y libertades de los alemanes.
Los judíos han encontrado por fin una solución final a la cuestión alemana.
Recurrir a etnias extranjeras para imponer tu agenda política es característico de Regímenes hostiles a los intereses del pueblo. Según avance el genocidio europeo, es algo que vamos a poder observar con más frecuencia. Emplear a endófobos va a ser cada vez más difícil, porque es inevitable que la gente despierte en masa, adoptando una posición defensiva, según el reemplazo étnico se haga más evidente.
Porque un alemán es, por instinto, más empático con los miembros de su raza, es arriesgado ponerle a cargo de una agenda judía. Siempre puede salirte rana en el momento menos esperado. Para evitarlo, se aseguran de que esté de mierda hasta el cuello. Por eso muchos de los europeos que ocupan altos cargos están implicados en redes de pederastia. Dependen completamente del ZOG, quien les asegura inmunidad y carne fresca, siempre que sigan el rumbo señalado por Judea.
Claro que esto te lo puedes ahorrar poniendo al mando a una mujer, un género mucho menos tribal que el hombre. Las mujeres no entienden de razas. Manipulando su instinto maternal, puedes hacer que empaticen con negros, moros y gatos al mismo nivel. Pero es una empatía más primitiva, semejante a la de razas negroides, asentada en su interés personal.
La mujer ha sido diseñada para salvar el propio pellejo, aparearse con el macho alfa y asegurar la supervivencia de su descendencia. Proteger la sangre no es un instinto femenino. El macho alfa bien puede ser alemán, o un negro venido en patera. Por eso las sociedades que mejor mantienen a raya a sus mujeres -como los judíos ortodoxos- sobreviven miles de años sin despeinarse, y nosotros nos enfrentamos a la extinción después de cinco décadas de femimarxismo.
Los invasores solo son peones en el genocidio contra Europa. La liberación de la mujer es la bomba atómica. Si queremos sobrevivir, vamos a tener primero que poner a raya a estas zorras.
Merkel quiere ahora entrenar militarmente a los “refugiados”. ¿Qué podría salir mal?