Más impuestos y barreras: el Gobierno asestará dos golpes al propietario de vivienda en alquiler en 2024

Malas noticias para los propietarios que tengan alguna vivienda en alquiler. En el año 2024 entra en vigor el golpe fiscal a los caseros que incluyó el Gobierno de PSOE y Podemos en la Ley de Vivienda por la puerta de atrás.

Actualmente, los dueños de vivienda en alquiler pueden beneficiarse de una reducción en el IRPF del 60% en los ingresos que obtiene cada propietario en el periodo impositivo correspondiente y que se declaran cada año como rendimientos de capital inmobiliario. Para poder aplicarse esta reducción, el único requisito es que el piso alquilado sea la vivienda habitual del inquilino.

Sin embargo, en la Ley de Vivienda, que el Ejecutivo de Sánchez aprobó el pasado año, se incluía un apartado que rebajaba esa reducción del 60% al 50%. Entonces, ni el Gobierno ni Hacienda especificaron si esta subida de impuestos a los propietarios incluía a todos los contratos de alquiler en vigor o sólo a los nuevos, lo que generó un gran revuelo. Finalmente, la Agencia Tributaria aclaró hace unos meses que afecta a todos los contratos de alquiler que se firmen a partir del 1 de enero de 2024. Cabe recordar que este golpe fiscal al pequeño arrendador ya estaba incluido en el anteproyecto que elaboró el Ejecutivo en 2021 y que es ahora cuando han conseguido colarlo.

La manipulación del Gobierno

Eso sí, en el texto de la Ley de Vivienda el Gobierno ha vendido esta subida fiscal como una "mejora de la regulación del IRPF" ya que también contempla reducciones de hasta el 90% si el casero cumple unos determinados requisitos como bajar los precios o alquilar el piso a jóvenes.

Por tanto, si el dueño del piso firma un contrato al precio de mercado (la mayoría de los casos) pagará más IRPF, aunque el Gobierno prefiera ocultar esta realidad. Por ejemplo, rebajar del 60% al 50% la reducción en el IRPF supondrá un golpe de más de 240 euros al año en IRPF para un propietario que apenas tenga un sueldo de 26.000 euros al año.

Los alquileres de temporada, en el punto de mira​

También respecto al alquiler, el Ministerio de Vivienda ya ha creado un grupo de trabajo previsto para regular los alquileres de temporada. El plan del departamento que ahora comanda Isabel Rodríguez es poner coto a una modalidad que ahora estaría en pleno auge.

Los alquileres de temporada son los que se determinan en los alojamientos para unos meses concretos, por motivos de trabajo, estudios, periodo vacacional (no turístico) o cualquier otra actividad. La clave de un arrendamiento de temporada es que la vivienda no se destina a vivienda habitual del arrendatario, sino que se realiza para cubrir la necesidad de vivienda por un tiempo concreto. Esta modalidad de contrato ha quedado fuera de la Ley de Vivienda de Sánchez y se ha disparado como la pólvora.

Tanto es así, que portales como Idealista responsabilizan a esta ley de haber disparado la oferta de alquileres de temporada un 40% desde su aprobación y de representar ya un 10% del total de pisos en alquiler, mientras que las viviendas en alquiler habitual habrían caído en el último año un 12%, según sus datos.

Otras compañías de alquiler, como Renta Garantizada, también confirman el boom del alquiler de temporada y señalan otros efectos perversos en el mercado. Uno de los más llamativos es que, tras la aprobación de la Ley de Vivienda de PSOE y Podemos, que incluyó cambios de calado en los procedimientos de desahucio previstos en la Ley de Enjuiciamiento Civil, la desconfianza y a la desprotección de los propietarios ante los impagos ha aumentado tanto, que algunos dueños de viviendas descartan hasta a los inquilinos con hijos por el miedo a que se declaren "vulnerables" y les sea más fácil quedarse en el domicilio sin pagar.

 

Malas noticias para los propietarios de vivienda en alquiler en 2024: las multas de Hacienda si no se declara​

El precio del alquiler sigue siendo una de las principales preocupaciones para los españoles que buscan independizarse. En nuestro país, de media, se sitúa en 11,9 euros el metro cuadrado en noviembre, según Idealista. Se trata de un aumento del 9,2% durante el último año. Sólo durante el último mes, hasta 30 capitales de provincia han experimentado subidas.

Pero más allá del incremento del precio del alquiler, que preocupa sobre todo a los inquilinos, hay otro tema que, en este caso, debe preocupar sobre todo a los propietarios de vivienda en alquiler. Y ese no es otro que las multas que pueden recaer sobre ellos si no declaran lo cobrado por este concepto.

Como solía decir un eslogan de hace ya bastantes años, Hacienda somos todos. Y como la Agencia Tributaria quiere que realmente sea así, dispone de una serie de métodos para comprobar que los caseros declaran los pagos que reciben de sus inquilinos.

¿Es obligatorio declarar el alquiler?​

La respuesta es sí. “Si eres propietario de una vivienda en alquiler y tus ingresos anuales superan los 1.600 euros, es obligatorio presentar la declaración de la renta”, explican desde Tax Down. Y añaden: “En tu declaración, deberás incluir esos ingresos como rendimientos de capital inmobiliario. Es importante cumplir con esta obligación tributaria para evitar posibles multas”.

Además de las multas, que siempre duelen al bolsillo, el hecho de no declarar el alquiler implica otra situación negativa para el propietario: no podrá disfrutar de ninguna de las deducciones fiscales asociadas al alquiler.

¿Y cómo detecta Hacienda que no se está cumpliendo con la ley? No es Sherlock Holmes, pero la AEAT tiene métodos para comprobar que una vivienda está alquilada. Por ejemplo, cruzando los datos de las declaraciones de la Renta tanto del casero como del inquilino. Si este último lo hace, y el propietario no, será ‘cazado’ por el fisco.

Otra fórmula que suele utilizar es comprobar las facturas de los suministros energéticos. Si un piso se supone que está vacío (es decir, que no vive nadie en él de alquiler), y hay consumo eléctrico (por tanto, la vivienda está alquilada), el propietario será descubierto.

Y un tercer camino es el de la denuncia. Puede ser el propio inquilino quien lleve a cabo esta acción. O algún vecino del edificio al que le caiga mal el inquilino y use la denuncia como ‘arma’ contra el dueño de la casa.

“El sistema se basa en la información financiera proporcionada por las comunidades autónomas, así como en otras fuentes confiables como entidades bancarias y contratos de consumo energético”, resumen desde Tax Down.

¿Cuáles son las multas que puede poner Hacienda?​

Si el propietario de una vivienda de alquiler es descubierto por Hacienda por no declarar los ingresos provenientes de este bien, tendrá que hacer frente a una multa. “Es fundamental cumplir con las obligaciones fiscales y realizar la declaración adecuada del alquiler para evitar sanciones y problemas legales”, recuerdan desde Tax Down.

Sanciones que pueden implicar una multa que oscila entre un 50% y un 150% del importe no declarado, además de los intereses de demora correspondientes. Así queda recogido en la Ley General Tributaria.

Será considerada infracción leve si la cantidad es inferior a 3.000 euros. Entonces, la multa será del 50% de la cantidad defraudada. Pero, si supera esos 3.000 euros, será una infracción grave, y la multa puede oscilar entre el 100% y el 150%.