Laya fulmina al cónsul en Rabat por decir que "la caja B del PSOE está en Venezuela"

La dimisión por motivos personales del cónsul en Rabat, Fernando Villalonga, se produjo tras constatar la indignación que había producido en el Ministerio de Asuntos Exteriores su entrevista del pasado 9 de octubre sobre las elecciones en Estados Unidos en 'Estado de Alarma', el canal del periodista Javier Negre, según pudo saber Vozpópuli de fuentes próximas al diplomático.

La intervención televisiva de Villalonga se produjo diez días antes de que su nombramiento en la capital de Marruecos apareciese en el BOE, de modo que formalmente aún no tenía la condición de cónsul cuando habló en este canal que emite por Internet, aunque sí se le había comunicado ya que iba a ser destinado a la capital marroquí.

El equipo de Arancha González Laya tuvo conocimiento hace unos días de las polémicas declaraciones de Villalonga y le trasladó que la ministra "había perdido la confianza" en él. El diplomático alegó al principio que había hablado en su propio nombre, no en el del Ministerio, pero finalmente presentó su renuncia, según las citadas fuentes.

Villalonga cargó durante 40 minutos en el programa 'El Periscopio' contra Joe Biden, el Partido Demócrata, el globalismo, multimillonarios como Bill Gates o George Soros, el "gran capital" -del que citó al Banco Santander- por querer "gobiernos mundiales en los que la democracia no brille", así como contra la política exterior española, de la que dijo que es una "desgracia nacional" que ha llevado al país a ser considerado un "paria internacional".

En este punto, subrayó que "la caja B del PSOE está en Venezuela" desde los tiempos de Felipe González, siendo el 'Delcygate' su último episodio, sugiriendo de esta forma que el partido de Pedro Sánchez recibió dinero de la 'mano derecha' de Nicolás Maduro. "La caja B del PSOE siempre ha estado en Venezuela, en las épocas de González, Zapatero y ahora Ábalos con la vicepresidente venezolana. Esa ha sido la financiación y la caja B del PSOE", dijo al respecto Villalonga.

"Los más antinorteamericanos"​

El cónsul afirmó que España se está apartando de sus socios europeos, de la OTAN y del vínculo atlántico con EEUU, poniéndose "del lado de la banda revolucionaria" en la actualidad. "Somos los más antinorteamericanos de todos. España ha abandonado completamente su política exterior, que se reduce a Cuba, Venezuela, a la anterior Bolivia" de Evo Morales, pues en el momento de la emisión del programa -9 de octubre- aún se desconocía el resultado de las presidenciales en el país andino que ganó Luis Arce.

Villalonga insistió en que el Ejecutivo español lleva a cabo "una política contra EEUU" y que nuestro país "no es un socio fiable" a ojos de Washington. Tras vaticinar que era "muy probable" que Donald Trump ganase las elecciones del 3 de noviembre, advirtió de que EEUU se enfrentaba a "una confrontación de la izquierda y del globalismo internacional contra los principios de los padres fundadores".

El diplomático señaló que el movimiento de protesta Black Lives Matter ha generado "violencia callejera" y "kale borroka", en línea con un Partido Demócrata de Joe Biden "que ha roto las reglas de juego, que se ha lanzado a una revolución cultural que quiere minar las bases de los Estados Unidos".

"¿Cómo? Poniendo a la minoría blanca y cuestionando la legitimidad del propio sistema con unos pecadillos. Es como en España cuando algunos partidos políticos ponen en cuestión la Transición por Franco. Allí se pone en cuestión el sistema democrático diciendo que los padres fundadores fueron esclavistas. Con eso, se cargan la legitimidad de todo el sistema", aseguró Villalonga, para quien los demócratas "se han echado al monte, poniendo de rodillas a la minoría blanca".

"Quieren un nuevo régimen basado en grupos con un régimen autoritario. Es como la democracia orgánica que hemos vivido (en la España de Franco) con la familia, etc. En este caso serían las minorías las que tendrían cuotas de poder: la minoría blanca, la minoría negra, los homosexuales, las mujeres, etc.. Eso es lo que se está jugando" con los comicios presidenciales entre Trump y Biden, insistió el diplomático español.

Del presidente saliente dijo no compartir su "verborrea", pero añadió que representa "los valores tradicionales y de la democracia occidental frente a esa nueva revolución que mina la democracia en Estados Unidos" pues el Partido Demócrata ha pasado, a su juicio, "de ser un partido de Estado a ser un partido revolucionario" de la mano de magnates como Gates, Soros y "ese globalismo que controla los medios de comunicación".

Este lenguaje es muy parecido al que Santiago Abascal utilizó en la moción de censura presentada por Vox y que fue duramente criticado por Pablo Casado en su réplica. Curiosamente, debajo de la imagen de Villalonga en la entrevista televisiva aparecía la dirección de Twitter de Hermann Tertsch, uno de los eurodiputados de Vox en la Eurocámara.

Además, en opinión del diplomático español, la OTAN "va a desparecer", pues solo defiende a algunos países de Rusia cuando "la amenaza viene de China". También pidió poner límites al multilateralismo antes de arremeter contra el mundo empresarial.

"Se junta el gran capital, que es Soros, que siempre saca beneficio. No quiero pasarme cuatro pueblos, ¿pero cuál es la postura del Banco Santander en todos estos momentos? Está jugando al globalismo", dijo de la entidad financiera que dirige Patricia Botín.

"A las empresas les molestan ya las democracias nacionales y quieren gobiernos mundiales en los que la democracia no brille. Apuestan por el caos. En el caos general mandan el poder del dinero, las grandes multinacionales, manda Google, manda Gates. Detrás de las guerras hay países que sacan beneficio. Las empresas atacan la base de la estabilidad, de lo que ha sido la democracia norteamericana durante muchísimo tiempo", resumió Villalonga.

Por todo ello, el cónsul planteó de nuevo la dicotomía entre Trump o Biden. "¿Queremos una democracia y una sociedad de personas libres e iguales?", se preguntó en alusión al primero. "¿O una sociedad de cuotas de negros, de blancos, de latinoamericanos, de marroquíes que se repartan el poder y que se gobierne después autocráticamente?", dijo del segundo, pocos días antes de ser nombrado cónsul español en Rabat.

Pasado diplomático y empresarial​

Villalonga fue secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica entre 1996 y 2000 durante el primer Gobierno de José María Aznar, y embajador en Brasil entre 2017 y 2018 con Mariano Rajoy. También fue consejero de la Generalitat valenciana durante el mandato de Eduardo Zaplana y diputado por el Partido Popular en el Congreso. En la actualidad, está afiliado a la formación de Casado.

Según la reseña de la web de Exteriores, Villalonga ingresó en la Carrera Diplomática en diciembre de 1985 y es licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Entre ese año y 1987, ocupó la segunda jefatura en las embajadas de Irak e Indonesia. En 1990 fue nombrado subdirector general para África y Medio Oriente y en 1992, consejero cultural en la Embajada de España en Buenos Aires.

También fue cónsul general de España en Nueva York entre 2008 y 2012. En el ámbito privado, fue director corporativo de la Fundación Telefónica entre 2001 y 2004 y desde ese año, durante cuatro más, director del estudio de arquitectura de Santiago Calatrava, con sede en Zúrich.

 

Exteriores cree que Iglesias aprovechó el viaje a Bolivia para verse en secreto con el canciller de Venezuela​

El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, mantuvo un encuentro confidencial y fuera de la agenda con el ministro de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, durante su visita a La Paz el pasado domingo 8 de noviembre por la mañana, según desvelaron fuentes diplomáticas españolas a Vozpópuli. La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, montó en cólera tras recibir información reservada sobre este encuentro no oficial, que era desconocido por el equipo de protocolo y que posiblemente duró unos pocos minutos, subrayan las citadas fuentes. En Podemos lo niegan, atacan a la ministra y se limitan a hablar de "contacto informal" con el canciller venezolano durante un "almuerzo" público posterior.

La delegación española que llegó a la Paz para asistir a la toma de posesión del presidente de Bolivia, Luis Arce, estaba formada por más de una docena de altos cargos, entre ellos el Rey Felipe VI, la ministra y el vicepresidente Iglesias. El avión aterrizó sobre las cinco de la tarde del sábado 7 en el aeropuerto internacional El Alto. Después, la delegación se citó con Arce y poco antes de las ocho de la tarde concertó una cena con el presidente de Argentina, Alberto Fernández.

A la mañana siguiente, antes de que comenzaran los actos públicos, Iglesias aprovechó el rato libre para hablar en el Hotel Casa Grande de La Paz con el ministro venezolano de Exteriores. La delegación española residía en ese hotel de cinco estrellas, que tiene decenas de salas para realizar reuniones de todo tipo bajo su gran cúpula de cristal. En ese mismo hotel se alojaban o transitaban delegaciones diplomáticas de otros países.

Antes del traslado en coche a la Asamblea parlamentaria de Bolivia para la ceremonia oficial (horas 9.20 de la mañana del domingo 8 de noviembre), la delegación española supo que Iglesias se había encontrado con el ministro venezolano en el mismo hotel en el que esa misma mañana se había citado -en este caso sí, de forma oficial-con la candidata a la presidencia de Perú, Verónica Mendoza, y el candidato de Ecuador, Andrés Arauz.

El encuentro no se puede considerar una reunión oficial con fotógrafos, pero sí un momento de intercambio de opiniones entre los dos dirigentes, según supo el Ministerio. El equipo de Laya recibió esa información de personas que asistieron a dicho encuentro, pero no del propio Iglesias, y la reacción inmediata fue de profunda irritación y perduró durante toda la jornada, según afirman varias fuentes diplomáticas a este diario.

A espaldas de Exteriores​

El equipo de Iglesias niega que el vicepresidente haya tenido una "reunión" con el ministro venezolano durante la mañana de 8 de noviembre. Solo hablan de un contacto fortuito con el ministro de Nicolás Maduro durante el almuerzo celebrado en la Casa Grande del Pueblo con otros políticos y organizado por el Gobierno de Bolivia por la tarde del domingo, tras la toma de posesión de Arce.

En Podemos creen, por otra parte, que Exteriores y también miembros de la Casa del Rey obraron durante todo el viaje para limitar los movimientos del vicepresidente. A Iglesias le acompañaba Santiago Jiménez, un amigo de la época universitaria que ahora ejerce de diplomático de cabecera del partido en su calidad de director adjunto de gabinete. En el equipo de Iglesias alegan que la agenda del vicepresidente estaba tan apretada que era imposible celebrar encuentros más allá de los actos oficiales.

Esta tesis choca, no obstante, con la versión ofrecida por personas presentes en este viaje y que describen el momento del encuentro -a primera hora de la mañana del domingo y no en el saludo informal de la tarde-. Además, los funcionarios de Exteriores se enteraron de ello pocos minutos después de que se celebrara.

En cuanto a la falta de tiempo, cabe recordar que Iglesias organizó una cena privada con el presidente de Argentina el sábado 7 de noviembre, de la que excluyó al Rey, quien se quedó sin agenda oficial esa noche. Además, el vicepresidente segundo organizó dos reuniones con políticos afines de Perú y Ecuador y hasta impulsó un manifiesto contra la "ultraderecha" en el mundo durante el viaje. Fuentes cercanas a la Organización de Estados Americanos (OEA) califican, de hecho, el encuentro de Iglesias con Arreaza de "verosímil".

Elecciones en Caracas en diciembre​

La desconfianza entre el lado morado del Gobierno, Exteriores y ahora también Zarzuela es palpable. Por ejemplo, en Exteriores se considera que la información privilegiada sobre el encuentro secreto de Iglesias con Arreaza es la gota que colma el vaso de un viaje muy tenso y condicionado constantemente por la doble agenda del vicepresidente, según las fuentes diplomáticas. Para los morados, en cambio, no era Iglesias quien tenía que acompañar al Rey, sino al revés. Y acusan a la Casa del Rey de haber llenado la agenda para encorsetar los movimientos del vicepresidente.

Cabe señalar que en el propio partido morado nadie descarta el encuentro Iglesias-Arreaza, aunque celebrado de manera rápida y sin oficialidad al igual que lo fue en su momento el episodio entre José Luis Ábalos y Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Barajas. Califican de “muy factible” esa conversación con el ministro venezolana, si bien recuerdan que Podemos lleva tiempo alejándose públicamente de Caracas. No obstante, Iglesias criticó a Leopoldo López en una entrevista publicada ese mismo domingo en el diario argentino Página 12, afirmando que el opositor a Nicolás Maduro que acababa de llegar a Madrid “no ha apostado por las vías democráticas y pacíficas en su país".

El encuentro de Iglesias con Arreaza del que están convencidos en Exteriores se enmarca en un momento delicado para la diplomacia española. Entre la salida de López, la política petrolífera, el Delcygate, la ausencia de un embajador español en la región y las elecciones legislativas en Venezuela del 6 de diciembre, las relaciones con el país sudamericano son más tensas que nunca.

Además, tras el viaje a Bolivia, en círculos diplomáticos se mira con preocupación la llamada diplomacia paralela de Iglesias, cuyos ejes adelantó este diario. La agenda doble de Iglesias genera mucha irritación en la ministra y su entorno. Otros ministros asisten con desconcierto a las gestiones del vicepresidente para impulsar acciones al margen de Exteriores y centradas en países de América Latina afines. Ese temor se refuerza ante el hecho que Iglesias tiene el visto bueno de Pedro Sánchez, quien de momento se decanta por defender a su socio frente a las quejas de sus ministros.