Uno no puede considerarse un buen progre hasta que Hacienda no lo ha enganchado con algún fraude. Javier Bardem, Jesús Vázquez, Patricia Conde son solo tres nombres de una larga lista de izquierdistas del mundo del artisteo que, después de exigir a los otros que paguen más impuestos, ellos viven de subvenciones y son los primeros en defraudar.
El último cazado ha sido Joaquín Sabina. La historia viene de lejos. Una de las caras más visibles de la campaña de "la ceja" a favor del socialista Zapatero había cedido sus derechos de autor a una de sus empresas para así pagar menos impuestos. La empresa, Relatores S.L, ingresó cantidades millonarias durante varios años pero no pagó nada a Sabina por esos derechos. De esta forma se pagaban menos impuestos. En 2014 salió todo a la luz y ahora Sabina ha perdido el caso en la Audiencia Provincial de Madrid.
Los 3 millones de euros que le reclamaban, y que ya depositó por adelantado para poder reclamar los perderá. La excusa de Sabina es que desde 1992 no tiene nada que ver con esa empresa y ha presentado un documento firmado en Londres que no ha colado al Tribunal.
Sabina ha cargado contra Hacienda tachándola de "tiburón" y de "confiscarle los bienes". La realidad es que otro progre listillo quería pagar menos impuestos. Esos impuestos que exigen a los otros. Y lo han pillado y condenado, como a tantos otros de su ideología.
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El último cazado ha sido Joaquín Sabina. La historia viene de lejos. Una de las caras más visibles de la campaña de "la ceja" a favor del socialista Zapatero había cedido sus derechos de autor a una de sus empresas para así pagar menos impuestos. La empresa, Relatores S.L, ingresó cantidades millonarias durante varios años pero no pagó nada a Sabina por esos derechos. De esta forma se pagaban menos impuestos. En 2014 salió todo a la luz y ahora Sabina ha perdido el caso en la Audiencia Provincial de Madrid.
Los 3 millones de euros que le reclamaban, y que ya depositó por adelantado para poder reclamar los perderá. La excusa de Sabina es que desde 1992 no tiene nada que ver con esa empresa y ha presentado un documento firmado en Londres que no ha colado al Tribunal.
Sabina ha cargado contra Hacienda tachándola de "tiburón" y de "confiscarle los bienes". La realidad es que otro progre listillo quería pagar menos impuestos. Esos impuestos que exigen a los otros. Y lo han pillado y condenado, como a tantos otros de su ideología.
Cae otro progre de la ceja: La justicia sentencia que Joaquín Sabina tiene que pagar 3 millones a Hacienda
En 1992 había intentado una argucia para no pagar tantos impuestos y le han enganchado y condenado
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