Al presidente de Sri Lanka se le impide abandonar el país

Parece que las cosas se complican, cada vez más, para todos los políticos y los miembros del gobierno por las protestas masivas que están realizando los ciudadanos de Sri Lanka por la situación económica del país. Tras ser asaltado el palacio presidencial, Gotabaya Rajapaksa, huyó al Aeropuerto Internacional de Bandaranaike con intención de huir del país con destino a Dubái.

Según AFP, Rajapaksa quería entrar en una sala VIP para evitar ser identificado en las colas de embarque del aeropuerto por el resto de la gente que fuera a viajar. Pero se encontró con que los oficiales de inmigración se negaron a sellarle el pasaporte, con lo que le ha sido imposible huir del país.

La intención de Gotabaya Rajapaksa era la de renunciar a la presidencia del país, una vez se encontrara fuera del mismo para no ser detenido puesto que desde ese momento perdería su inmunidad. Ahora, si no consigue huir definitivamente, la situación va a ser otra por lo que le ha sucedido en el aeropuerto.

Según informan diversas fuentes, la intención de Rajapaksa ahora sería la de tratar de huir en un barco de la Armada de Sri Lanka a la India o las Maldivas. Ahora toca esperar a ver si, con la situación actual, Rajapaksa renuncian definitivamente el miércoles, tal y como había anunciado, o no se atreve a hacerlo.



 

César Vidal resume lo que ha sucedido en Sri Lanka y por qué ha provocado las consecuencias que estamos viendo ahora​

Tomen muy buena nota de lo que está sucediendo en Sri Lanka porque es muy posible que esto lo veamos en otros países, entre los que, por supuesto, estaría España. La cosa es muy sencilla, el globalismo se ha apoderado de aquel país, empobreciéndolo hasta límites inimaginables hace tan solo unos pocos años y el pueblo ha dicho “basta”, persiguiendo a sus políticos y a todo el gobierno.

Y todo esto ha venido por decisiones absurdas tomadas en su sector agrícola y basadas en los dictados de la Agenda 2030, el Foro de Davos y todas las mamarrachadas impuestas por la agenda globalista a través de farsas como la del cambio climático, entre otras cosas. Los políticos de aquel país han cedido a esas imposiciones, a las que también han cedido los políticos españoles, y ahora nos encontramos con que uno de los países con mayor renta per cápita de Asia se encuentra en la bancarrota y con una población que podría incluso llegar a sufrir hambrunas.

Y todo aquel que, a estas alturas, no vea que esto mismo puede suceder en países como España, donde ya hemos alcanzado un 10% de inflación, es que es completamente idiota y no tiene solución. Se nos viene encima un otoño-invierno más que complicado y nos vamos a encontrar con cortes de suministros, inimaginables hace tan solo unos años, y con un estallido social seguro, porque va a haber mucha gente que lo va a pasar fatal.

Es cierto que todo esto es culpa de los políticos, pero no es menos cierto que también es culpa de una sociedad demasiado acomodada que se había creído, equivocadamente, que era rica y que nunca tendría problemas. Hemos cometido el error, a lo largo de muchos años, de pensar que lo que le estaba pasando a los demás, con idénticas políticas a las que se aplicaban aquí, nunca nos pasaría a nosotros.

Habrá que ver si en unos meses no nos encontramos inmersos en una situación como la que se está viviendo en países como Sri Lanka. La agenda del “no tendrás nada y serás feliz” nos lo ha dicho siempre muy claro, las intenciones estaban ahí a vista de todos, pero nosotros no hemos querido verlas. Nos va a tocar sufrir mucho.