Vox pide al Gobierno pruebas de que la radiación 5G no daña la salud

Vox ha interpelado en al menos tres ocasiones al Gobierno de Pedro Sánchez acerca de pruebas que certifiquen que el 5G no tiene efectos nocivos para la salud. La formación liderada por Santiago Abascal pide al Ejecutivo evidencias en forma de informes o estudios que avalen su inocuidad.

El pasado 10 de julio la formación verde planteaba la siguiente pregunta a la mesa del Congreso: "¿Existe algún riesgo para la salud en la tecnología 5G?". El 18 de septiembre los de Santiago Abascal volvieron a presentar una nueva pregunta en torno al 5G a la mesa del Congreso: "¿Puede asegurar el Gobierno de España que las antenas 5G no son en ningún caso y en modo alguno perjudiciales para la salud?".

La tercera de las cuestiones en torno a los posibles riesgos del 5G para la salud se producía también el 18 de septiembre. En este caso, la cuestión planteada por Vox fue la siguiente: "¿Cuenta el Gobierno y su Ministerio de Sanidad con pruebas del impacto de la radiación 5G suficientes y con estudios a corto y medio plazo concluyentes de la inocuidad de la citada exposición?".

El Ejecutivo respondió a las tres preguntas formuladas por el partido verde. En una de estas respuestas explica que el despliegue del 5G se realiza teniendo presente la normativa que establecen las "medidas de protección sanitaria frente a las emisiones radioeléctricas, incluyendo las relativas a la tecnología 5G".

El Gobierno explica en su respuesta que "las directrices se basan en las indicaciones científicas establecidas por la Comisión Internacional sobre la Protección contra la Radiación No Ionizante (International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection o ICNIRP), derivadas de los estudios de la exposición a campos electromagnéticos y que cuentan con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), máxima institución internacional garante de la salud".

Informes periódicos de radiación​

El Gobierno concluye que "la ICNIRP realiza informes periódicos con el fin de revisar los niveles de referencia seguros para la exposición a campos electromagnéticos entre 100kHz y 300GHz que incluyen, entre otras, las tecnologías 5G, wifi, y bluetooth. El último informe ha sido publicado en marzo de 2020 y establece que, a la vista de los estudios científicos hasta la fecha, no hay motivos para cambiar y mantiene los mismos niveles de referencia recogidos en la normativa vigente en España".

Alberto Nájera, profesor de la Universidad de Castilla La Mancha y vocal del Comité Científico Asesor para Radiofrecuencias y Salud (CCARS), explicaba hace unos meses a Vozpópuli que que "se realizan mediciones con exposímetros que luego se comparan con otros estudios similares realizados en toda Europa. Los valores de exposición de los españoles a las radiaciones están muy por debajo de lo pautado por la OMS. Por poner un ejemplo, sería como ir a 12 metros por hora por una autopista cuyo máximo de velocidad está fijado en 120 km/h. Es irrisorio. Tenemos que transmitir tranquilidad. Hay que acabar con las teorías de la conspiración en torno al 5G. A mí nadie me paga por hacer estos estudios científicos, y la realidad es que la exposición a las ondas electromagnéticas no supone ningún riesgo".

A día de hoy no existe ninguna evidencia concluyente de que el 5G sea nocivo para la salud a los niveles habituales de exposición, que están siempre, según Nájera, muy por debajo de los límites establecidos como seguros. De hecho, el experto apunta que es de esperar que con tiempos de latencia mucho menores la exposición a la radiación 5G sea inferior respecto a los anteriores estándares de telecomunicaciones, como son el 4G, el 3G y el 2G. Vozpópuli reunió las tres razones que tumban el discurso de los conspiranoicos acerca de los supuestos efectos nocivos para la salud del 5G.