La izquierda quiere cambiarle el nombre al Congreso 'porque es sexista'

La Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados se ha visto obligada a aplazar la votación de una iniciativa que propone cambiar el nombre de la Cámara Baja por ser "sexista", a la espera de que los servicios jurídicos elaboren un informe sobre su competencia para aprobar una modificación de estas características.

La proposición no de ley, impulsada por Podemos y Comrpromís, instaba al Gobierno a que en el momento en el que se lleve a cabo una reforma abierta de la Constitución se incluya el cambio de la denominación oficial de la Cámara para que pase a llamarse exclusivamente "Congreso" sin el añadido "de los Diputados"., que consideran "machista". Seguro que es lo que más preocupa ahora mismo y no deja dormir a los españoles.

Por el mismo motivo se ha aplazado también la iniciativa del PSOE que pide que en la próxima reforma del Reglamento de la Cámara se incluya la obligación de respetar el principio de paridad en todos los órganos parlamentarios, para que las personas de cada sexo no superen el 60% ni sean menos del 40%.

"Necesitamos que el Congreso y todas las instituciones sean ejemplo de la inclusión", ha defendido la diputada Marta Sorlí, de Compromís, en la defensa de la proposición no de ley de la izquierda.

Ha incidido en que, al igual que "no existe el Ayuntamiento de los Concejales ni el Senado de los Senadores, no tiene sentido que exista el Congreso de los Diputados".

"Intentar ser sensibles a usar un lenguaje menos machista y masculinizado, neutralizando los usos del masculino singular al sustituirlos por otras expresiones o por la inclusión también del femenino singular es un gesto democrático y civilizado, fundamental, como dejar de usar expresiones que podrían herir a grupos que tradicionalmente han sido maltratados".


La iniciativa de la izquierda reclama además que el Congreso se comprometa a utilizar un lenguaje "no discriminatorio" en los trabajos parlamentarios, para lo que Unidas Podemos ha propuesto, a través de una enmienda transaccional, un calendario. En su opinión, "no hay que tener miedo ni reservas" a que el lenguaje del Congreso recoja la igualdad entre hombres y mujeres.

La ingeniería social de la izquierda: utilizar el lenguaje como arma para acabar imponiendo una agenda ideológica. El Gobierno totalitario entre socialistas y comunistas, bajo el Caballo de Troya de la libertad, la democracia y los derechos humanos, nos dice ya que tenemos que pensar, que podemos decir, cual es la única verdad absoluta, como tenemos que educar a nuestros hijos y hasta como vamos a tener que hablar. Da igual lo que diga la RAE. Pero recuerda: el fascista y el opresor, eres tú.