"They've Killed God; I Can't Feel God; My Soul Is Dead" AstraZeneca Halts COVID-19 Vaccine Trials after Second Volunteer "Develops Neurological problems"

AstraZeneca revealed details of its large coronavirus vaccine trials on Saturday, the third in a wave of rare disclosures by drug companies under pressure to be more transparent about how they are testing products that are the world’s best hope for ending the pandemic.

The release comes after a second vaccine test volunteer "Developed neurological problems." According to sources who claim to be familiar with the vaccine trials, the second volunteer suddenly started saying "They've killed God; I can't feel God anymore - my Soul is dead" after the vaccine.

 
2 bebés mueren y 30 resultan afectados tras ser vacunados en Chiapas

Dos bebés de comunidades rurales de Simojovel, Chiapas, fallecieron y cerca de 30 requirieron atención médica tras haber recibido vacunas que, de acuerdo con los indicios, desataron una reacción alérgica.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ya inició una investigación para identificar la causa de los hechos, y envió una delegación de funcionarios, expertos y representantes de otras instancias de gobierno como la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia).

La dependencia federal suspendió de manera preventiva la aplicación de las vacunas de los lotes que habrían causado el daño.

Habitantes de las poblaciones de La Pimienta, San José y San Antonio del Monte, en dicho municipio, dijeron que la mañana del viernes acudieron a las instalaciones del Hospital Rural del programa IMSS-Prospera de la localidad, donde el médico Roberto Calvo León aplicó a menores de edad vacunas del cuadro básico.

Cada niño, en total 52, recibió tres dosis: BCG (Tuberculosis), Rotavirus y Hepatitis B.

De acuerdo con dichos testimonios, luego de ser vacunados, al menos 25 recién nacidos se adormecieron y no despertaron hasta 12 horas después.

Otros dos ya no reaccionaron y fallecieron. Se trata de un niño de 28 días de nacido, y una niña de 30 días de nacida.

El resto de los afectados fueron trasladados a hospitales de la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez.

Los padres de los recién nacidos, al ver que sus hijos no reaccionaban, nuevamente se desplazaron de sus comunidades y acudieron a la cabecera municipal de Simojovel, donde pidieron auxilio a las autoridades. Sin embargo, fue hasta la madrugada de este sábado que brigadas médicas de la Secretaría de Salud de Chiapas llegaron al municipio, ubicado a unos 300 kilómetros de la capital.

Los datos reportados por las autoridades varían en cuanto al número de infantes que requirieron atención.

La Secretaría de Salud, por su parte, reportó que atendió a 37 menores de edad “luego de que presentaran reacciones alérgicas al parecer por la supuesta aplicación de vacuna por personal del salud del IMSS-Prospera”.

La dependencia estatal detalló en un comunicado que, además de los dos fallecidos, 14 infantes se encontraban en estado de salud delicado, 22 niños estables y uno en estado de gravedad.

El IMSS, en tanto, indicó en un comunicado que fueron 31 niños los que presentaron "reacciones adversas presuntamente asociadas a la aplicación de estas vacunas", y que 29 estaban hospitalizados.

Por la tarde-noche, la dependencia federal difundió una actualización en la que aseveró que de los "29 menores que tuvieron reacciones adversas", "26 están estables y 6 se encuentran graves".

"El IMSS mantiene una comunicación estrecha con las autoridades de Salud federales y estatales a fin de brindar toda la atención médica necesaria a los menores y todo el apoyo institucional a sus familias", indicó en su boletín.

“Es importante precisar que la vacunación ha demostrado ser una de las estrategias de salud pública con mayor efectividad; disminuyendo la presencia de enfermedades prevenibles por vacunación; sin embargo, todo medicamento, incluidas las vacunas, pueden causar reacciones adversas leves, moderadas o graves”, señaló la Secretaría de Salud.

La CNDH inicia investigación

Raúl González Pérez, titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), indicó este sábado que iniciarán una investigación en las comunidades de La Pimienta, San José y San Antonio, para otorgar responsabilidades.

"Al conocer de los hechos, se dispuso que visitadores adjuntos se trasladaran a dichas comunidades y a los hospitales dispuestos por la Secretaría de Salud de Chiapas para la atención de las niñas y niños", indicó el ombudsman mexicano.

El funcionario dijo que la Comisión dará seguimiento puntual a los acontecimientos y, en su oportunidad, emitirá la determinación que proceda conforme a derecho.

 
¡Confirman la relación de vacunas con el autismo!

Dos nuevos metaanálisis confirman la asociación entre el mercurio contenido en algunas vacunas y el autismo. Afortunadamente ninguna de las ineficaces vacunas contra la gripe recomendadas en los últimos años en España contenía como conservante el timerosal cuyo principal componente es el etilmercurio, derivado del mercurio claramente neurotóxico utilizado durante décadas en distintas vacunas. Hoy en Europa, gracias a la presión internacional denunciando sus peligros, cada vez son menos las que lo utilizan entre sus conservantes pero no es así aún en Estados Unidos. Lo vergonzoso es que durante décadas se negó que el mercurio de las vacunas fuera peligroso y hay cientos de miles de personas afectadas a las que no se ha pedido siquiera perdón ni ha pagado nadie por ello con la cárcel.

A pesar de que el timerosal –compuesto mercurial orgánico presente en algunas vacunas- lleva décadas en el centro de la polémica por ser un peligroso neurotóxico y de que cada vez hay más estudios que confirman su peligrosidad los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de Estados Unidos -y por extensión el resto de organismos internacionales garantes de la salud- se niegan a admitir que el mercurio de las vacunas pueda causar el llamado Trastorno del Espectro Autista (TEA). Un comportamiento difícilmente asumible si tenemos en cuenta que el mercurio es una potente neurotoxina y está científicamente asumido que incluso cantidades muy pequeñas pueden causar efectos adversos acumulativos (vea en nuestra web –www.dsalud.com– el artículo titulado Los peligros del timerosal de las vacunas publicado en el nº 122).

En septiembre de este mismo año G. Bjorklund -del Consejo de Medicina Nutricional y Ambiental de Noruega- publicó en Environmental Research el trabajo The toxicology of mercury: Current research and emerging trends (La toxicología del mercurio: investigación actual y tendencias emergentes) en el que define el mercurio (Hg) como “metal tóxico bioacumulativo persistente con propiedades fisicoquímicas únicas” al que estamos expuestos a través de la ingesta de mariscos contaminados (metilmercurio), las amalgamas dentales, las vacunas ( etilmercurio) y el agua y aire contaminados (cloruro de mercurio).

El mercurio –se afirma en el trabajo- se considera neurotóxico e inmunotóxico y la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera uno de los diez productos químicos más peligrosos para la salud pública. Se ha demostrado que la vida media del mercurio inorgánico en cerebros humanos es de varios años a varias décadas”. Y añade: “Numerosos estudios muestran vínculos entre la exposición al mercurio orgánico y mayores riesgos de trastornos del neurodesarrollo; como tics nerviosos, el Trastorno del Espectro Autista (TEA), el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y el retraso en las habilidades del lenguaje y el habla. Con el tiempo las formas orgánicas de mercurio se depositan en el cerebro y se metabolizan a mercurio Hg (Hg2+). Y los mercuriales también pueden provocar reacciones inmunológicas”.

Hasta la propia Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) afirma que los niños pequeños y los fetos son particularmente sensibles a los efectos nocivos del mercurio; como «daño cerebral, retraso mental, incoordinación, ceguera, convulsiones e incapacidad para hablar«. Sin embargo lo que parece ser válido para la intoxicación por cualquier derivado mercurial -como el metilmercurio presente en el pescado- nunca ha sido válido inexplicablemente para el etilmercurio del timerosal cuando constituye el 50% del mismo. Argumentándose siempre lo mismo: que la cantidad es demasiado pequeña para resultar tóxica. Lo que tratándose de un neurotóxico cerebral no es un argumento aceptable.

Michael Wagnitz, Director de Investigación del Departamento de Toxicología de la Universidad de Wisconsin (EEUU), escribió en su día lo siguiente refiriéndose a las vacunas contra la gripe A que contenían timerosal: “El etilmercurio (el tipo que se encuentra en las vacunas), al igual que el metilmercurio (que se encuentra en el pescado), es un compuesto de cadena corta de alquilmercurio. Y una vez en sangre ambas sustancias se distribuyen rápidamente por el cerebro en el que el más inestable, el etilmercurio, se convierte rápidamente en Hg++ (la forma inorgánica de mercurio), un tipo de mercurio que permanece atrapado permanentemente y es la forma ligada a las enfermedades degenerativas del cerebro. Además mediante la inyección de mercurio a través del músculo se proporciona un acceso rápido al torrente sanguíneo y se evitan todos los mecanismos de desintoxicación del tracto gastrointestinal”.

La toxina fue desarrollada en 1930 por Eli Lilly y apenas once meses después de que se añadiera como conservante en forma de timerosal a las vacunas de los bebés junto a otros compuestos empezó a diagnosticarse con cierta frecuencia en Estados Unidos el autismo, trastorno hasta entonces prácticamente desconocido.

En 1991, a pesar de las abundantes evidencias que desaconsejaban ya su uso, los CDC recomendaron que los niños fueran inyectados con vacunas que contenían etilmercurio en las primeras 24 horas de vida -como la hepatitis B- y en los dos primeros meses -con la trivalente difteria-tétanos-tosferina-. Y en 1999 los CDC lograron que el número de vacunas en los primeros años pasara de 11 a 22 ¡aumentando a continuación los casos de autismo en todo el mundo! ¿Es creíble que fuera mera casualidad? Porque como recuerda Bjorklund está demostrado que el mercurio orgánico atraviesa la barrera hematoencefálica.

NUEVAS EVIDENCIAS

En definitiva, han transcurrido muchos años, se han inoculado a millones de niños vacunas con timerosal y es pues improbable que los organismos reguladores reconozcan su peligrosidadad porque sería tanto como admitir su corresponsabilidad y exponerse a una lluvia de demandas por permitir durante décadas su uso. Lo cierto sin embargo es que las pruebas sobre su toxicidad siguen acumulándose. Dos metaanálisis publicados este mismo año sobre la evidencia publicada de las posibles relaciones entre el mercurio y el autismo en los últimos doce años son los últimos clavos en el ataúd del timerosal. Recordemos que los metaanálisis son estudios que utilizando técnicas estadísticas combinan y comparan los resultados de diferentes estudios que abordan un mismo problema: De ellos se obtiene la mejor evidencia disponible para abordar una patología y tomar las mejores decisiones en el cuidado diario de los pacientes. Y lo importante en este caso es que ambos metaanálisis han trabajado con estudios que en su momento compararon los niveles de mercurio en personas sanas con los de personas con Trastorno del Espectro Autista.

El primer metaanálisis lo publicó el pasado mes de septiembre en Journal of Trace Elements in Medicine and Biology un equipo de investigadores de la Universidad Shahrekord de Ciencias Médicas de Irán coordinado por Tina Jafari y se trata del primer metaanálisis que ha evaluado la relación entre los niveles de mercurio en diferentes tejidos de personas con Trastorno del Espectro Autista. En él se examinaron 44 estudios que compararon la presencia de mercurio en la sangre entera, en los glóbulos rojos, en el cabello, en la orina y en el tejido cerebral tanto de personas sanas como de enfermos diagnosticados como afectos de Trastorno del Espectro Autista de Egipto, China, Hong Kong, India, Italia, Polonia, Rusia, Eslovenia, Reino Unido, Jamaica, Kuwait, Arabia Saudita, Omán, México y Estados Unidos. Pues bien, según las conclusiones «los resultados del metaanálisis revelan que el mercurio es un factor causal importante en la etiología del Trastorno del Espectro Autista pues las concentraciones eran significativamente más altas en la sangre, glóbulos rojos y tejido cerebral de los pacientes con Trastorno del Espectro Autista que en las personas sanas”.

El estudio se detiene luego en un segundo aspecto que puede resultar importante para entender por qué en unos casos se producen trastornos en el neurodesarrollo y en otros no. Los investigadores recuerdan que nuestro organismo cuenta con potentes mecanismos para afrontar la presencia de tóxicos y proteger a los órganos siendo uno de los principales las glutatión-S-transferasas (GST), enzimas de gran importancia en los mecanismos de desintoxicación celular capaces de eliminar xenobióticos o sustancias nocivas; y es que facilitan la unión del glutatión con el mercurio a fin de poder así excretarlo a través de la bilis.

Pues bien, según el estudio: “parece que en pacientes con Trastorno del Espectro Autista los mecanismos de desintoxicación están alterados y estos pacientes tienen menor concentración de glutatión lo que lleva a la retención de toxinas en el cuerpo. Y teniendo en cuenta el proceso de desarrollo cerebral de los niños y la vulnerabilidad de su barrera hematoencefálica el mercurio puede acumularse en sus cerebros e iniciar un proceso de estrés oxidativo y neuroinflamatorio así como aumentar los niveles de autoanticuerpos del tejido cerebral, factores importantes en la fisiopatología del autismo y otros trastornos del neurodesarrollo”. De ahí que su conclusión sea rotunda: “De los resultados se deduce que la exposición al mercurio aumenta el riesgo de padecer Trastorno del Espectro Autista”.

El segundo estudio lo ha efectuado un equipo de la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán coordinado por Amene Saghazadeh y Nima Rezaei y se ha publicado en Progress in Neuropsychopharmacology and Biological Psychiatry con el título Systematic review and meta-analysis links autism and toxic metals and highlights the impact of country development status: Higher blood and erythrocyte levels for mercury and lead, and higher hair antimony, cadmium, lead, and mercury (La revisión sistemática y los metaanálisis vinculan el autismo con metales tóxicos influyendo en su impacto el nivel de desarrollo del país: altos niveles de mercurio y plomo en sangre y eritrocitos y mayores niveles de antimonio capilar, cadmio, plomo y mercurio en el pelo). Se trata de un metaanálisis que no examinó solo el impacto en el organismo del mercurio de las vacunas sino también el de otros metales tóxicos como el antimonio, el arsénico, el cadmio, el plomo, el manganeso, el níquel, la plata y el talio valorándose la presencia de todos ellos en la sangre entera, el plasma, los glóbulos rojos, el cabello y la orina. Para lo cual se examinaron los resultados de 48 estudios observacionales sobre personas sanas y pacientes afectos de Trastorno del Espectro Autista de Egipto, India, Japón, Corea, Kuwait, Omán, Arabia Saudita, Italia, Polonia, Rusia, Eslovenia, Reino Unido y Estados Unidos.

¿El resultado? Que los pacientes con Trastorno del Espectro Autista tienen niveles más altos de plomo y mercurio en los glóbulos rojos. Aunque lo más significativo para los investigadores en la aparición del Trastorno del Espectro Autista es la sinergia entre los distintos contaminantes ambientales. “Nuestros hallazgos –concluyen- ayudan a resaltar el papel de los metales tóxicos como factores ambientales en la etiología del Trastorno del Espectro Autista, especialmente en los países en desarrollo, si bien hay otros factores ambientales que contribuyen en gran medida a su etiología en los países desarrollados”.

En resumen, ambos metaanálisis encontraron concentraciones significativamente más altas de mercurio en los glóbulos rojos de los pacientes con Trastorno del Espectro Autista que en los sanos. El primero niveles significativamente más altos también en la sangre entera y el segundo niveles más altos de plomo tanto en los glóbulos rojos como en la sangre de quienes sufren autismo. Lo que sugiere posibles efectos combinados o sinérgicos.

No hubo diferencias significativas en cambio entre los niveles de mercurio en la orina de las personas sanas y quienes sufren el Trastorno del Espectro Autista pero sí en el cabello. En el primer estudio las concentraciones de mercurio en el pelo fueron significativamente menores en los pacientes con Trastorno del Espectro Autista pero cuando los investigadores analizaron los resultados por continentes vieron que eso solo era así en Estados Unidos y no en el resto del mundo.

El segundo estudio concluiría por su parte que en los países desarrollados los niveles de mercurio en el cabello de quienes padecen Trastorno del Espectro Autista son significativamente más bajos que en los de los países en desarrollo pero también en este caso la mayoría de los enfermos del grupo de países desarrollados provenía de Estados Unidos.

Para Jafari esto se explica porque las personas con Trastorno del Espectro Autista tienen sus mecanismos y rutas de desintoxicación deterioradas y retienen el mercurio dentro de las células en lugar de excretarlo a través del cabello, las heces y la orina.

Otra posible explicación de por qué los pacientes con Trastorno del Espectro Autista en los países desarrollados -principalmente Estados Unidos- suelen estar más contaminados por metales tóxicos -incluido el mercurio- es la enorme cantidad de vacunas que se ponen a los niños en los primeros meses de vida. Además el timerosal de las vacunas que se ponen las madres puede pasar a los fetos. Especialmente en Estados Unidos donde cada año se inoculan solo de la vacuna contra la gripe -que contiene timerosal-36 millones de dosis.

VACUNAS PARA EMBARAZADAS

No deja por ello de ser paradójico que uno de los grupos de riesgo a los que las autoridades sanitarias recomiendan ponerse la vacuna contra la gripe sea el de las embarazadas obviando que si contienen timerosal puede afectar al feto. ¿La excusa? Que el virus de la gripe puede provocar durante el embarazo cambios fisiológicos y alteraciones inmunológicas que afecten a los sistemas respiratorios, cardiovasculares y otros órganos de la madre y ésta tener mayor riesgo de infecciones y complicaciones potencialmente graves para ella y el feto. Argumento sin peso -la probabilidad de que eso pase es casi nula- que obvia además que hay muy pocas investigaciones que hayan evaluado la vacunación durante el primer trimestre, período en el que el embrión es altamente vulnerable a toda sustancia tóxica.

En enero de este mismo año -2017- un equipo de la División de Investigación del Northern California Kaiser Permanente (EEUU) encabezado por Ousseny Zerbo publicó en JAMA el trabajo Association Between Influenza Infection and Vaccination During Pregnancy and Risk of Autism Spectrum Disorder (Asociación entre la infección por la influenza, la vacunación durante el embarazo y el riesgo de Trastorno del Espectro Autista) según el cual “los datos parecen sugerir un aumento del riesgo de padecer Trastorno del Espectro Autista entre los niños cuyas madres recibieron la vacuna contra la influenza en el primer trimestre pero la asociación no fue estadísticamente significativa lo que indica que el hallazgo podría deberse a la casualidad. Estos hallazgos no requieren pues cambios en la política o práctica de la vacuna pero sí sugieren la necesidad de estudios adicionales sobre la vacunación antigripal materna y el autismo”.

Y en septiembre pasado un equipo de investigadores del Marshfield Clinic Research Institute (EEUU) coordinado por J. G. Donahue publicó en Vaccine el trabajo Association of spontaneous abortion with receipt of inactivated influenza vaccine containing H1N1pdm09 in 2010-11 and 2011-12 (Asociación entre el aborto espontáneo y la recepción de la vacuna inactivada contra la influenza que contiene H1N1pdm09 en las temporadas 2010-11 y 2011-12) y según el mismo “el aborto espontáneo se asoció con la vacunación contra la influenza durante los 28 días anteriores. La asociación fue significativa solo entre las mujeres que recibieron la vacuna que contenía el antígeno pH1N1en la estación previa a la temporada de influenza. Este estudio no establece y no puede establecer una relación causal entre la vacunación repetida contra la influenza y el aborto espontáneo”.

En suma, ambos grupos de investigadores reconocen que sus resultados no son concluyentes pero lo cierto es que la relación con el autismo se observó en las dos temporadas estudiadas. En las mujeres que recibieron la vacuna con el antígeno pH1N1 las probabilidades de sufrir un aborto espontáneo durante la ventana de 28 días después de la vacunación fueron 7’7 veces mayores que en aquellas mujeres que no recibieron la vacuna contra la gripe durante el embarazo. Evidentemente, como señala el equipo encabezado por Donahue, la mera posibilidad de una posible relación causa-efecto justifica una mayor investigación sobre lo ocurrido en las siguientes temporadas… y con otras vacunas. “Es importante tener en cuenta –afirman- que este estudio no lo hace y no puede confirmar una asociación causal pero la validez de los principales hallazgos es compatible con la observación del efecto a través de dos temporadas de gripe y la observación de ratios más elevadas en los días 1 a 28 tras la vacunación. Se necesita más investigación sobre los efectos inmunológicos de la vacunación contra la influenza durante el embarazo. Actualmente hay un estudio de seguimiento financiado por los CDC para evaluar el riesgo de aborto espontáneo después de la vacunación repetida contra la influenza durante las temporadas de influenza 2012-13, 2013-14 y 2014-15; Los resultados se esperan para finales de 2018”. Así pues, la posibilidad de que las distintas vacunas contra la gripe tengan algún tipo de relación con el aborto espontáneo no se conoce porque todavía no ha sido estudiada a fondo. Téngase en cuenta que la vacuna contra la gripe provoca inflamación leve en las embarazadas -como acaece en la preeclampsia y en el parto prematuro- así que conviene confirmar si ello no afecta negativamente al embarazo.

Y no se olvide tampoco que en 2014 el investigador A. S. Brown publicó en Molecular Psychiatry el trabajo Elevated maternal C-reactive protein and autism in a national birth cohort (Proteína C-reactiva materna elevada y autismo en una cohorte de nacimientos nacionales) en el que tras investigar la asociación entre el autismo infantil y la proteína C reactiva gestacional temprana (CRP) -biomarcador inflamatorio en sueros maternos- se afirma: “Hemos demostrado que la CRP materna elevada está relacionada con un mayor riesgo de autismo en la descendencia. Estos hallazgos, si se replican, pueden tener implicaciones importantes para estudiar el papel de la disfunción del sistema inmune en el autismo. La elevación de la PCR materna puede representar una vía común por la cual las infecciones y otros problemas inflamatorios elevan el riesgo de autismo”.

Es más, en 2011 un equipo del California Institute of Technology de Pasadena EEUU) encabezado por Paul H. Patterson publicó en Trends in Molecular Medicine un trabajo titulado Maternal infection and inmune involvement in autism (Infección materna y afectación inmune en el autismo) que relacionó la inflamación durante el embarazo con un mayor riesgo de autismo. De hecho estudió el líquido cefalorraquídeo, la sangre y los cerebros de muchos autistas fallecidos -jóvenes y adultos- encontrando estados similares a la inflamación hiperreactiva. Añadiendo: “Hay también indicios de problemas gastrointestinales en al menos un subconjunto de niños autistas. El trabajo sobre el factor de riesgo de la infección materna utilizando modelos animales indica que algunos aspectos de la desregulación del cerebro y la inmunidad periférica pueden comenzar durante el desarrollo del feto y continuar hasta la edad adulta”.

Dicho todo lo anterior es importante recordar que según una revisión independiente del grupo Cochrane publicada en 2014 por un grupo de investigadores encabezado por V. Demicheli -accesible en Cochrane Database of systematic reviews– con el título Vaccines for preventing influenza in healthy adults (review) -Vacunas para prevenir la influenza en adultos sanos (revisión)- no existen ensayos aleatorios controlados que evalúen la vacunación en embarazadas. «La única evidencia disponible -afirma el trabajo- proviene de estudios observacionales de modesta calidad metodológica. Y sobre esta base la vacunación muestra efectos muy limitados«.

En pocas palabras, nadie puede afirmar que las vacunas que reciben las embarazadas no causan autismo. Para aseverar eso habría que hacer estudios rigurosos y concluyentes y, sencillamente, no existen.

 



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Corea del Sur reporta 94 muertes sospechosas tras administrar la vacuna contra la gripe​

Seúl, 5 de noviembre (Yonhap) -- La agencia de salud pública de Corea del Sur ha dicho, este jueves, que un total de 94 personas, la mayoría de las cuales eran de edad avanzada, han fallecido después de recibir la vacuna contra la gripe estacional.

Las muertes han provocado la ansiedad pública sobre la seguridad de dichas vacunas; sin embargo, la Agencia para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea del Sur (KDCA, según sus siglas en inglés) dijo que existe muy poca relación entre 87 de las muertes y las vacunas antigripales. Los otros siete casos están siendo investigados.

La KDCA indicó que, del total, 40 eran septuagenarios, seguidos por 38 mayores de 80 años, ocho sexagenarios y otros ocho menores de 60 años.

Las autoridades sanitarias han reiterado que no han encontrado un vínculo directo entre las vacunas contra la gripe y las muertes, urgiendo a las personas a recibir las vacunas antes del comienzo del invierno, en medio de la pandemia del coronavirus.

La ansiedad pública por la seguridad de las vacunas antigripales se intensificó después de que algunos frascos con la dosis para las vacunas, bajo el programa estatal de vacunación gratuita contra la gripe, fueran expuestos a temperatura ambiente durante su distribución. No obstante, las autoridades indicaron que no existen problemas de seguridad.

Hasta el momento, de los alrededor de 19 millones de personas, incluidos adolescentes y ciudadanos de la tercera edad, a los que está destinado el programa de vacunación gratuita, se ha inoculado a más de 12,14 millones.

La KDCA dijo que 1,05 millones de personas, la mayoría de las cuales son de bajos ingresos, pueden recibir vacunas gratis contra la gripe, a partir de este jueves.

Por lo general, la temporada de la gripe llega al país entre finales de noviembre y diciembre. Teniendo en cuenta que las vacunas contra la gripe provocan el desarrollo de anticuerpos dos semanas después de la inyección, los expertos recomiendan a las personas vacunarse a mediados de noviembre.

 

La ONU admite que una vacuna de Bill Gates está provocando un brote de poliomielitis en África​

Este realmente debería ser uno de los mayores escándalos en salud pública, pero se le ha prestado poca atención, principalmente debido a la naturaleza de alto perfil de las personas y organizaciones involucradas.

Las Naciones Unidas se han visto obligadas a admitir que una importante iniciativa internacional de vacunas está provocando el brote de la misma enfermedad que se suponía que debía erradicar.

Si bien organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) se jactan regularmente de supuestamente ‘erradicar la poliomielitis’ con vacunas, parece ser lo contrario. Su campaña de décadas para erradicar la polio ahora está matando a decenas de jóvenes inocentes que viven en países pobres.

Ahora parece que los funcionarios de salud están comenzando a admitir que su plan para detener la polio «salvaje» está fracasando , ya que decenas de niños están paralizando una cepa mortal del patógeno derivado de una vacuna viva , lo que provoca la propagación de una virulenta polio.

Esta última pandemia inducida por fármacos ha estallado en los países africanos de Chad y Sudán , y se ha identificado al culpable: un virus de la poliomielitis de tipo 2 derivado de la vacuna. Los funcionarios ahora temen que esta nueva cepa peligrosa pronto ‘salte continentes’ brotes mortales en todo el mundo.

Por sorprendente que parezca, esta debacle de las grandes farmacéuticas no es nueva. Después de gastar alrededor de $ 16 mil millones durante 30 años para erradicar la poliomielitis, los organismos internacionales de salud han reintroducido ‘accidentalmente’ la enfermedad en Pakistán, Afganistán y también en Irán , ya que la región de Asia central fue golpeada por una cepa virulenta de poliomielitis generada por la industria farmacéutica corporativa. vacuna distribuida allí. Además, en 2019, el gobierno de Etiopía ordenó la destrucción de 57.000 viales de vacuna antipoliomielítica oral tipo 2 (mOPV2) tras un brote similar de poliomielitis inducida por la vacuna.

Es importante señalar que la Iniciativa Mundial de Erradicación de la Polio (GPEI), un consorcio que cuenta con el apoyo y la financiación de la Fundación Bill y Melinda Gates, está impulsando la vacuna oral contra la poliomielitis en la población africana .

Todo esto debería ser motivo de preocupación, especialmente con los gobiernos occidentales y el gigante farmacéutico transnacional que se apresuran a lanzar su nueva vacuna experimental contra el coronavirus financiada por Gates para la población mundial.

Actualmente, la primera vacuna COVID-19 experimental se está probando en la población africana a través de GAVI Vaccine Alliance , otra organización financiada por la Fundación Gates. Se llevará a cabo una gran ronda de ensayos en humanos en Sudáfrica, administrados localmente por la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, otra institución más financiada por Gates.

Esta última revelación de África debería impulsar a los medios de comunicación y los defensores de la salud a hacer preguntas difíciles sobre la eficacia y seguridad de la muy publicitada vacuna ‘milagrosa’ de COVID.

 

Cuantas más vacunas, mayor es la mortalidad infantil​

Las naciones que requieren un mayor número de dosis de vacunas para sus bebés tienden a tener una mayor tasa de mortalidad infantil”. Tal es la conclusión a la que han llegado los autores del estudio Se afirma que las vacunas salvan las vidas de los bebés, pero ¿es verdad? de Neil Z Miller y Gary S Goldman publicado en Journal of Human & Experimental Toxicology.

En ese trabajo los autores compararon las tasas de vacunación de los países con las tasas de mortalidad infantil (TMI) para confirmar si realmente existe relación entre el número de vacunas y las tasas de mortalidad entre los recién nacidos y los resultados no dejan lugar a dudas: cuántas más vacunas se ponen más bebés mueren.

Las conclusiones se extrajeron a partir de las tasas de mortalidad infantil de los 34 países más desarrollados del mundo -en términos de muertes por cada mil niños- durante el primer año de vida. Una vez excluidas cuatro naciones -Andorra, Liechtenstein, Mónaco y San Marino- por ser muy pequeñas y poder haber alterado el resultado global se analizaron los calendarios de vacunación para el primer año de vida en los 30 países restantes con cifras que oscilan entre las 12 dosis de Suecia, Japón, Islandia, Noruega y Dinamarca hasta las 26 de Estados Unidos. Después los países se organizaron en cinco grupos según las dosis (entre paréntesis las dosis):

Grupo 1: Suecia (12), Japón (12), Islandia (12), Noruega (12), Dinamarca (12) y Finlandia (13).
Grupo 2: Malta (15), Eslovenia (15), Corea del Sur (15), Singapur (17) y Nueva Zelanda (17).
Grupo 3: Alemania (18), Suiza (18), Israel (18), Italia (18), Francia (19), República Checa (19), Bélgica (19) y Reino Unido (19).
Grupo 4: España (20), Portugal (21), Luxemburgo (22), Cuba (22), Austria (23), Irlanda (23) y Grecia (23).
Grupo 5: Países Bajos (24), Canadá (24), Australia (24) y Estados Unidos (26).

Luego, una vez agrupados, el número de dosis de cada país se relacionó con la tasa de mortalidad infantil. Pues bien, los datos son claros y existen muy pocas posibilidades estadísticas -del 0,0009%- de que los resultados sean una casualidad. Y demuestran que cuantas más vacunas se ponen mayor es la tasa de mortalidad entre los niños menores de un año. La lista la encabeza Estados Unidos con una tasa de mortalidad infantil (TMI) de 6’22 y 26 dosis vacunales seguida de Cuba con 5’82 de TMI y 22 dosis anuales.

El calendario de vacunación infantil en Estados Unidos–se dice en las Conclusiones- exige 26 dosis de vacunas para los niños menores de 1 año, la mayor en el mundo, y sin embargo 33 países tienen mejores tasas de mortalidad infantil”.

Por el contrario, los países con menores tasas de mortalidad infantil en el primer año son los que menos dosis vacunales anuales exigen: Japón con 2’79 de TMI y 12 dosis y Suecia con 2’75 de TMI y 12 dosis. España, con 20 dosis y una tasa de mortalidad de 4’21, ocupa el puesto decimotercero entre los 30 países más desarrollados.

Los autores señalan que los requisitos más importantes para la salud de los bebés son en realidad "agua potable, nutrición adecuada, buenos servicios de saneamiento y un mejor acceso a la atención de la salud". Ante lo cual resulta incomprensible que países subdesarrollados pongan más empeño y dinero en las vacunas que en mejorar esos aspectosl. Gambia por ejemplo, con una cobertura entre la población del 91-97% y 22 dosis al año, tiene una tasa de mortalidad infantil de 68,8.

Los autores recuerdan además los daños que pueden causar las vacunas: “De los 34 países que han cruzado el umbral de desarrollo socioeconómico y son capaces de proporcionar las necesidades básicas para la supervivencia infantil -agua limpia, nutrición, niveles adecuados de saneamiento y atención a la salud- algunos exigen a sus lactantes ponerse un número relativamente elevado de dosis vacunales y a pesar de ello tienen tasas de mortalidad infantil relativamente altas. Esas naciones deberían prestar más atención a las tablas de mortalidad de sus bebés para determinar si algunas muertes están posiblemente relacionadas con las vacunas aunque se las reclasifique bajo otras causas. Porque a pesar de que el aumento de la mortalidad infantil parece asociarse a las vacunas los médicos que certifican esas muertes tienden a clasificar erróneamente la causa como neumonía”.

En el estudio no se han tenido en cuenta la composición de las distintas vacunas, las tasas nacionales de cobertura de vacunación, las variaciones en las tasas de mortalidad infantil entre las minorías raciales, los nacimientos prematuros o las diferencias en cómo algunas naciones informan de los nacimientos o muertes pero a pesar de ello sus conclusiones son contundentes: “Estos hallazgos demuestran una relación: las naciones que requieren de más dosis de vacunas tienden a tener una tasa mayor de mortalidad infantil. Los esfuerzos para reducir la relativamente alta tasa de mortalidad infantil de Estados Unidos no han servido. Encontrar formas de reducir el parto prematuro debería ser pues una prioridad alta. Sin embargo la prevención de los nacimientos prematuros es sólo una solución parcial para reducir las muertes infantiles. Es esencial una inspección más cercana de las correlaciones -toxicidad bioquímica o sinérgica- entre las dosis de vacunas y las tasas de mortalidad infantil. Todos los países -ricos y pobres- desarrollados y en desarrollo- tienen la obligación de determinar si sus programas de vacunación están logrando los objetivos deseados”.

 

Suspenden en Brasil los ensayos de la vacuna china contra el covid-19 tras un "incidente grave"​

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) decidió suspender los ensayos de la vacuna china contra el covid-19 tras reportarse un "incidente grave". La noticia fue notificada por el regulador de los estudios que se llevaban a cabo para comprobar la eficacia de las inoculaciones.

Según el medio local CBN, la interrupción se debe a la muerte de uno de los voluntarios que toman parte en el estudio de la CoronaVac en el país latinoamericano. El fallecido sería de nacionalidad brasileña y no padecía covid-19.

Por otra parte, Anvisa indicó que un incidente adverso puede incluir la muerte, efectos secundarios posiblemente fatales, una discapacidad grave, una hospitalización y otros "acontecimientos".

La medida será por tiempo indefinido, hasta esclarecer las causas del deceso. Este tipo de suspensión está previsto por la normativa de Anvisa y es parte de los procedimientos establecidos en los estudios clínicos que se llevan a cabo en Brasil.

Participación de 9.000 voluntarios​

En total, desde finales de julio, 9.000 profesionales del sector sanitario se han ofrecido como voluntarios para participar en la fase final de los ensayos clínicos de la vacuna Coronavac, desarrollada por el laboratorio chino Sinovac Biotech.

En ese entonces, el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, aseguró que en caso de que funcione la vacuna, la fabricación comenzará en Brasil a principios de 2021. "Si tiene éxito, como esperamos tener, la vacuna será producida en el Instituto Butantan a comienzos del próximo año con más de 120 millones de dosis", destacó.

Semanas atrás, el ministro de Sanidad del gigante suramericano, Eduardo Pazuello, anunció la compra de millones de dosis de CoronaVac, que será producida también por el Instituto brasileño Butantan.

Sin embargo, el presidente de la nación, Jair Bolsonaro, desacreditó las declaraciones del funcionario. "El pueblo brasileño no será conejillo de Indias de nadie", afirmó el mandatario en las redes, donde reiteró que Brasil no comprará la vacuna de China.

"Para mi Gobierno, cualquier vacuna, antes de ser administrada a la población, debe de ser comprobada científicamente por el Ministerio de Salud y certificada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa)", añadió Bolsonaro.

El país con más casos en Latinoamérica​

Las autoridades sanitarias de Brasil reportaron este lunes 10.917 nuevos casos de covid-19 y otros 231 fallecidos en las últimas 24 horas.

Según el boletín diario emitido por el Consejo Nacional de Secretarios de Salud (CONASS), con estos datos actualizados la cantidad de contagios acumulados desde el inicio del brote es de 5.675.032, mientras que los fallecidos suman 162.628, siendo el país más afecto por la pandemia en Latinoamérica.

 

Toda la verdad y nada más que la verdad sobre las vacunas (o el «Síndrome de Hamelín»)​

Por Laureano Benítez Grande-Caballero (advertencia: este artículo puede herir la sensibilidad de los afirmaciovacunistas)

Tiene 7 años. Es una niña preciosa, cuyo rostro guarda parecido con el de la bellísima actriz Ingrid Bergman (1915-1982); una niña completamente normal, que disfrutaba de buena salud hasta que le empezaron a aparecer temblores, especialmente cuando está unas horas sin comer, temblores que le empezaron justo después de que fuera vacunada de la triple vírica. Su madre ―con amplios conocimientos de la medicina alternativa― se opuso tenazmente a su vacunación, pero la amenazaron con no admitirla en el colegio en caso de no hacerlo. Conozco bien el caso de esta niña: es mi nieta.

Desde luego, no es el único caso en que ponzoñosas vacuna causan lesiones en los niños. Quizá sean las alergias los efectos colaterales más frecuentes ―dado que las vacunaciones deprimen el sistema inmunológico―, y los trastornos neurológicos ―como en el caso de mi nieta―, pero el más letal es el autismo, producido por el terrible timerosal, cuyo componente principal es el etilmercurio, muy neurotóxico, como todos los metales pesados. Estudios de metaanálisis han confirmado la relación entre el timerosal y el autismo. Hoy ya casi no se usa, debido a la presión internacional, que ha obligado a retirarlo de las vacunas (véase: ¡Confirman la relación de vacunas con el autismo!).

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En el gráfico se observa el alarmante incremento en los casos de autismo de Estados Unidos, coincidiendo con las campaña masivas de vacunación infantil

Los efectos adversos de las vacunas vienen determinados en gran medida porque ―junto con los virus muertos, atenuados, o fragmentos virales―, se introducen una gran cantidad de sustancias, llamadas adyuvantes, con las cuales se pretende hacer más eficaz la respuesta inmune, aumentando la inmunogenicidad de los antígenos, y reduciendo así la cantidad de antígeno y el número de dosis.

El problema es que estas sustancias son dañinas, y pueden ser causa de un Himalaya de efectos adversos, hasta el punto de que en el año 2011 los científicos Shoenfeld y Agmon-Levin acuñaron el término «Síndrome Autoinmune/autoinflamatorio Inducido por Adyuvantes» (ASIA por sus siglas en inglés) para describir un conjunto de enfermedades que son el resultado de una respuesta inmune hiperactiva o inflamatoria a los adyuvantes. Dichos efectos colaterales aparecen con un tiempo de latencia variable (hasta años) y ocurren como resultado de la interacción entre factores genéticos y ambientales.

Son numerosos y están bien documentados los casos en los que una determinada vacuna ha producido efectos perversos en la población infantil. El ogro de este horror vacunador es ―por supuesto― Billy Puertas, cuyas campañas de vacunación en países pobres han causado estragos, generalmente en forma de esterilidad, como no podía ser menos, tratándose del emperador de los eugenistas. Aparte de los devastadores efectos de las campañas de vacunación contra el papiloma y la polio, se puede citar el incremento de casos de narcolepsia en niños nórdicos vacunados de la gripe pandémica «Pandemrix».

Esta compulsión por vacunar a los niños es lo que yo llamo el «Síndrome de Hamelín», el flautista de aquel cuento que, para vengarse de los aldeanos que no le querían pagar por haber librado al pueblo de una plaga de ratas, se llevó a todos los niños del pueblo, encerrándoles en una cueva, hasta que se le pagara lo que le debían. Esta historia sucedió en la realidad: desaparecieron 130 niños, y no se les volvió a ver nunca más.

Asociadas a las vacunas, se han descrito mayores porcentajes de padecimiento de enfermedades autoinmunes como Síndrome de Guillain-Barré, neuropatías desmielinizantes, lupus eritematoso sistémico, pancreatitis, vasculitis o hepatitis autoinmune, entre otras. Curiosamente, muchas de estas enfermedades también aparecen como posibles entre los efectos de la vacuna anti-COVID: ¡Qué cosas!

No quiere decir que esto le ocurra a todo el mundo que se vacune con adyuvantes, pero lo cierto es que no es posible conocer exactamente cuál es el porcentaje de personas afectadas (sobre todo niños) y estas sustancias se encuentran en muchas vacunas: gripe, polio, meningococo, neumococo, tétanos, difteria, etc.

El rey de los adyuvantes es, sin duda, el omnipresente aluminio, causante de artritis, esclerosis múltiple o diabetes melitus. También miofascitis macrofágica. La clave para entender todo esto está en que hay personas predispuestas genéticamente a esos daños pero es un factor externo o ambiental ―como el aluminio― el que los activaría.

Junto al aluminio, hay una lista interminable de aditivos que convierten las vacunas en una verdadera cloaca de inmundicias, en un auténtico estercolero, ahíto hasta reventar de productos ponzoñoso, putrefactos, un auténtico «perfectus detritus»: formaldehído [formalina], el terrible timerosal (mercurio), tejidos de fetos abortados, antibióticos, ADN bacteriano y viral y componentes lácteos/de huevo, glutamato monosódico [MSG], detergentes como el fatídico Polisorbato 80, suero bovino, albúmina humana, bórax (usado para el control de las cucarachas), levaduras (hongos), y un largo etcétera (la lista de adyuvantes y sus efectos puede consultarse en: https://drive.google.com/file/d/1gDyAo-uGDEgYyv7jh6w5RBPggicoJ-fz/view?usp=sharing

Aun las instancias provacunadoras admiten que los estudios publicados sobre la seguridad de las vacunas son incompletos, pues algunos de los efectos solo se detectarán con el uso masivo de las vacunas y en fase de poscomercialización, por lo que una vigilancia mantenida se impone para garantizar una completa seguridad. Esta vigilancia obligada quiere decir que las vacunas son siempre productos experimentales, que se ensayan clínicamente con las personas, como si su comercialización fuese todavía una fase de los ensayos clínicos. El problema es que esa farmacovigilancia o vigilancia durante la comercialización y uso de las vacunas las hacen instituciones viciadas por conflictos de interés con los laboratorios que las fabrican.

Frente al mito de que las vacunas han funcionado, de que han salvado vidas y terminado con enfermedades pandémicas que eran letales hace tiempo, son cada vez más abrumadores los estudios que demuestran que esta es otra mentira del Himalaya de mentiras asociadas a las vacunas. Así, por ejemplo, en el portal Did diseases decline because of vaccines? Not according to history… - Learn the Risk, se afirma que: «La vacunación no tiene en cuenta la disminución notable de la mortalidad EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO… casi el 90% de la disminución de ENFERMEDADES INFECCIOSAS y de la MORTALIDAD en los niños estadounidenses se produjo antes de 1940, cuando los antibióticos o vacunas estaban disponibles solamente en cantidades muy pequeñas».

Aparte de su toxicidad comprobada, de los riesgos que presentan para personas con predisposición genética a presentar respuestas autoinmunes exageradas… aparte de su más que dudosa eficacia ―por ejemplo, después de décadas de vacunación gripal, el porcentaje de defunciones por gripe no ha bajado en lo más mínimo―, las vacunas son totalmente innecesarias desde un punto de vista inmunológico, aunque reporten fabulosos beneficios al «Big Pharma»―.

En efecto, quizá el mecanismo biológico más perfecto de nuestro cuerpo sea el sistema inmunitario, que se encarga de proteger al organismo de agentes extraños, para lo cual cuenta con varias líneas de defensa de especificidad creciente. Las más simples están incluidas en la inmunidad innata: son las barreras físicas (barreras epiteliales: epitelio de la piel, aparato digestivo y respiratorio), que evitan que patógenos como bacterias y virus ingresen al organismo. Si un patógeno penetra estas barreras, el sistema inmunitario innato ofrece una respuesta inmediata, pero no específica. Las 2 reacciones celulares más importantes de la inmunidad innata son la inflamación (acción de leucocitos fagocíticos) y defensa antivírica (mediada por células dendríticas y linfocitos NK). Sin embargo, si los agentes patógenos evaden la respuesta innata, actúa otra barrera de protección, que es el sistema inmunitario adaptativo (inmunidad humoral mediada por linfocitos B y la inmunidad celular mediada por linfocitos T). Aquí el sistema inmunitario adapta su respuesta durante la infección para mejorar el reconocimiento del agente patógeno. La información sobre esta respuesta mejorada se conserva aún después de que el agente patógeno es eliminado, bajo la forma de memoria inmunológica, y permite que el sistema inmunitario adaptativo desencadene ataques más rápidos y más fuertes si en el futuro el sistema inmunitario detecta este tipo de patógeno.

La alteración de esta formidable ingeniería biológica de nuestra inmunidad natural puede provocar enfermedades con base inmunitaria, que se agrupan en 3 tipos: enfermedades por hipersensibilidad, enfermedades autoinmunitarias, enfermedades por inmunodeficiencia. Los efectos más letales se dan en el nivel neurológico, pues las enfermedades neurodegenerativas están asociadas generalmente a trastornos autoinmunes. Esto fue lo que le sucedió a mi nieta.

Si partimos de la base de que la inmensa mayoría de la población está compuesta por individuos sanos, con un sistema inmunológico en buen estado, aquilatado por una herencia genética de milenios en cuyo transcurso la especie humana se ha defendido de agentes patógenos con éxito ―si no, estaríamos extinguidos como especie―, mediante anticuerpos que se nos transmiten como una herencia genética, ¿por qué alterar ese sistema inmunológico, perturbando su normal funcionamiento mediante la introducción intencionada de agentes patógenos, aunque estén debilitados o muertos, con el fin de alertarlo para que produzca antígenos? ¿Por qué vacunarnos contra un agente del que con toda seguridad vamos a ser defendidos por nuestro cuerpo sin problemas, a no ser que nuestra inmunidad esté desequilibrada precisamente por estas vacunaciones?

Pero, claro, con los confinamientos, las mascarillas y la distancia social ―y las vacunas, los alimentos tóxicos, etc.― nuestra inmunidad está siendo debilitada con premeditación y alevosía, ante el silencio cobarde y cómplice de los colectivos médicos, conchabados con el enemigo.

Así, pues, tras todo lo expuesto, invito a los afirmaciovacunistas, a los vacunoadictos, a toda la patulea formada por médicos, científicos y borregos cencerriles a que se vacunen, a que vacunen a sus hijos, a sus hijas, a sus padres, a sus madres, a sus abuelos, a sus abuelas, a sus bisabuelos y bisabuelas, a sus perros, a sus gatos, a sus hámsters, a sus canarios… Les invito a que se arponeen a los «Moby Dick» con las maléficas jeringuillas, a que se hagan selfies hilarantes con la jeringa colgando de sus brazos, a que también se hagan memes cuando los expertos les hagan hisopos anales para ver si están contagiados ―ya los hacen en China, ojo―… Les invito a que se metan de una vez la kryptonita negra de esas pócimas del Averno, que se arriesguen a que sus hijos contraigan temblores como los de mi nieta… Les invito a que organicen batucadas, fiestorras de la vacunita, en las que ―con mascarillas y a lo loco, con bombo y platillo―, al son del «vacuna-Matata», en medio de una orgía de hidrogeles, de saluditos con codos, se lancen las jeringuillas bien cargadas de veneno, como si estuvieran jugando a los dardos en Vacuna’s Pub: ¡Qué diver!

Luego colgad en las redes vuestros certificados de vacunación, vuestros selfies ridículos, embadurnados con la inmensa cantidad de majaderías que decís a la gente para que se vacune… Luego, miradme a los ojos y decid que lo de mi nieta es un bulo, miradme a los ojos y decidme de una vez que vacunaréis de todo a vuestros hijos, que os vacunaréis con el mejunje transgénico… Miradme a los ojos, y decidme que no tenéis miedo de las vacunas, que estáis seguros al cien por cien de que son pociones mágicas…

Y es que con el sufrimiento de mi nieta confieso que me dan ganas de echarme al monte, que estoy muy harto y no puedo soportarlo más: y seguro que a vosotros, los bienpagaos del vacunismo, os pasaría lo mismo si fuera vuestro caso, que no os lo deseo.

Y vosotros, cuyos hijos han sido víctimas del horror de las vacunas, ya estáis tardando en hacer lo que tenéis que hacer, en sacar vuestros redaños y plantar cara ante el sufrimiento de vuestros hijos. Aquí tenéis enlaces para las reclamaciones judiciales:




Para seguir al autor en su canal de Telegram:


Para más información:

-Shoenfeld Y, Agmon –Levin N. ASIA. Autoinmune/inflammatory syndrome induced by adjuvants. J. Autoinmmun 2011; 36(1) :4-8.
-Caldeira M, Caldeira Ferreira. A. Siliconosis: Autoinmune /inflamatory syndrome induced by adjuvants (ASIA) .ISR Med Assoc J 2012;14 (2): 137-138.
-Torres R, Martín, et al. Sindrome Autoinmune/auntoinflamatorio inducido por adyuvantes (ASIA). RevistaMedicaMD.2016; 7(3): 170-181.
Síndrome ASIA: ¿la enfermedad de los daños provocados por adyuvantes de vacunas?
– Seguridad de las vacunas utilizadas en niños. ¿Los nuevos adyuvantes pueden alterar el equilibrio entre eficacia y toxicidad?
– Sin datos a largo plazo, las vacunas con nuevos adyuvantes aumentan discretamente los efectos adversos a corto y medio plazo.

 

CDC Admits 98 Million Americans Were Given Cancer Virus Via The Polio Shot​

The CDC has admitted that between 1955–1963 over 98 million Americans received one or more doses of a polio shot which was contaminated with a cancer-causing virus called Simian vacuolating virus 40 (SV40). The CDC quickly took down the page, along with Google, but the site was luckily cached and saved to symbolize this grand admission.

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To further confirm this unbelievable admission, Assistant Professor of Pathology at Loyola University in Chicago Dr. Michele Carbone has been able to independently verify the presence of the SV40 virus in tissue and bone samples from patients who died during that era. He found that 33% of the samples with osteosarcoma bone cancers, 40% of other bone cancers, and 60% of the mesothelioma’s lung cancers all contained this obscure virus. This leaves the postulation that upwards of 10–30 million actually contracted and were adversely affected by this virus, to be deadly accurate.


 



EL AUTISMO LLEGÓ A VIETNAM DE LA MANO DE LAS "VACUNAS" DE BILL GATES.
MUERTE, ESTERILIDAD Y ENFERMEDADES SON EL OBJETIVO DE LAS VACUNAS PARA CONTROLAR LA DEMOGRAFÍA POR PARTE DE ESTOS PSICÓPATAS EUGENISTA
 
Estos son los componentes de las vacunas antigripales, de acuerdo a todos los laboratorios del mundo que las han analizado:

–Timerosal (Mercurio).
–Etanol (anticongelante).
–Polisorbato 20 y 80.
–Tintura de Aluminio.
–Formaldehído.
–Aluminio.
–Acetona.
–Alcohol.
–Bario.
–Bacteria E. Coli.
–Cultivos Pulmonares de fetos humanos abortados.
–Cultivos de Células Diploides de fetos humanos abortados (WI 38 y MRC-5).
–Proteína de Gallina.
–Albúmina Humana.
–Suero Fetal Vacuno.
–Tejido muscular vacuno.
–Albúmina de Suero Vacuno.
–Proteína de Huevo de Gallina.
–Células de Riñón de Mono.
–Gelatina Porcina.
–Arginina Porcina.
–Suero y Proteína de Ternero.
–Células Embriónicas de Cobayo.
–ADN de Coronavirus de Cerdo.
–Bacteriana Celular y Proteína Viral de Insectos.
–Proteína y ADN Celular de Riñones de Perro.
–Solución de Extractos Vacunos.
–Dextrosa.
–Cloruro de Sodio, de Potasio y de Magnesio.
–Gelatina
–Caseína
–Glucosa
–Fructosa
–Detergente
–Proteína de Levadura
–Sacarosa (Azúcar)
–Sales y Azúcares
–Fosfato Sodio