[Documental] Vaxxed. Vacunados, del encubrimiento a la catástrofe. En Español​

El Documental sobre VACUNAS ‘Vaxxed’ realizado por el Dr. Andrew Wakefield sobre el encubrimiento que ha hecho el CDC (Center for Disease Control) de EEUU ocultando que las vacunas aumentan el riesgo de causar autismo en niños.

Y ello lo confiesa el mismo trabajador del CDC que manipuló los estudios sobre seguridad publicados por el CDC.

El doctor Wakefield y su equipo presentan las pruebas e investigaciones realizadas que muestran qué componentes contienen las vacunas y qué provocan en miles de niños. Contado por los propios padres de los niños.

Robert de Niro, co-fundador del festival neoyorquino de cine Tribeca, pretendía que el documental fuese emitido en el festival, pero debido a múltiples presiones, el documental Vaxxed fue eliminado de la programación.

El fabuloso documental es fundamental para comprender los ingredientes de las vacunas y sus riesgos, la corrupción existente entre reguladores gubernamentales y farmaceúticas.

Y sobre todo da voz a las víctimas de afectados por las vacunas que tanto se intentan ignorar, silenciar y censurar.




Mirror: https://lbry.tv/Vaxxed---From-Cover-Up-To-Catastrophe-2016-spanish-sub:ed82b85e0e207f8d5f1d03b6ec72f34ca3813dc0

Mirro 2: https://www.brighteon.com/6b5fedf2-3d4f-476c-a080-4ea6dc2fd1cb

 



Lo que no quieren que sepas sobre las V4CUN45..EVIDENCIAS CONTUNDENTES. La Poderosa Industria, el.negocio libre de controles. Los efectos colaterales. La displicencia en la fabricación. El incremento impresionante en los casos de Autismo y enfermedades inmunológicas (alergias a ciertos alimentos, etc) La imposición del Estado (obligación) es válida o se puede rechazar? Con que argumentos puedes hacerlo?.. Es bueno que estés enterado del actual y fuerte debate sobre un tema en el cual fuimos adoctrinados durante años y años, para tenerlo como casi sagrado en Latinoamérica (se trata de Salvar Vidas!!), y ahora, solo ahora, se está en condiciones de poner en cuestión y dar a conocer la verdad sobre el asunto. Cuantas "vidas" salva? Cuales son los efectos colaterales? Quién se beneficia con este negocio? A quién conviene que esto sea Política de Estado?... TREMENDO!!
 
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Llevan años instaurando un clima de opinión favorable, exagerando riesgos con el fin de convencernos, primero, de que existía un problema, y de que luego ellos, precisamente, tienen la solución

Vacuna del VPH en hombres: Madrid, Galicia y Canarias la incluyen ya en su calendario vacunal. La Asociación Española de Vacunología (AEV) asegura que llegará de forma acompasada a todas las comunidades autónomas. Y a todo cristo. Están locos estos romanos. Dementes y muy malvados.

A grandes rasgos, habitamos un mundo en el que hay un poder que, tantas veces, está muy por encima de los gobiernos, medios de comunicación, catervas terroristas, mafias judiciales o camorras policiales. Se trata del difuso, o no, poder de las grandes empresas farmacéuticas, capaces de “inventar” enfermedades para las sociedades avanzadas, mientras utilizan como cobayas de mierda a los pobres del tercer mundo, como atinadamente planteó el bizarro genio de John Le Carré en su extraordinaria novela El jardinero fiel.

Cada vez más enfermedades. Enfermedades raras, sobre todo enfermedades creadas ex nihilo. Primero Farmaindustria busca el remedio, después crea el síndrome. La industria farmacéutica y las corporaciones médicas son, en gran parte, rotundos y absolutos responsables de la medicalización creciente de la salud. Con ello están contribuyendo a generar una dependencia, narcosis envilecedora, cada vez mayor del ser humano del narcosistema sanitario. Nuestras amadas SS. ¡Seig Heil, Seguridad Social! Como siempre, la monstruosa Hidra bicefálica: Leviatán y Gran Capital, machihembrados. Nos desposeen de nuestro bien vital más sacrosanto: la salud.

Farmaindustria: mala gente

Los desafueros de la industria, la medicina y la «ciencia» que dan soporte a todo este sanguinario circo no pueden ni deben estimarse de forma simplista como un fenómeno exclusivamente afín a la despepitada codicia corporativa, sino también como dato cultural asimilado a nuestra imposibilidad para pensar la salud y la prolongación de la vida desde perspectivas no médicas o, mejor expresado, no exclusivamente médicas. Las empresas farmacéuticas medicalizan nuestra vida, convirtiendo los ritmos usuales de la existencia humana en problemas médicos. Su sórdido lema: toda persona sana es un enfermo que ignora que lo es. Cualquier proceso normal de nuestra vida se convierte en objeto anhelante de la medicina: el nacimiento, el envejecimiento, la infelicidad, la sexualidad, la muerte. Cada vez hay una pirula para una nueva enfermedad. Los grandes conciliábulos farmacéuticos obtienen sus mercedes pecuniarias gracias a las personas sanas a las que van persuadiendo de que están enfermas.

Sería muy significativo examinar sus gastos, ya que utilizan un tercio de sus presupuestos y un tercio de su personal en sacar novedosas y delirantes enfermedades al mercado. El apartado de marketing es , sin más, bestial, se gasta más en ello que en (averiada) investigación; se hermosean estadísticas a su antojo; no pocos médicos acreditados están en su nómina de contactos, a cambio de favores tales como ayudas a sus fundaciones, asociaciones y porquerías diversas; o constituyendo seminarios y congresos en lugares celestiales, en los que estos mismos galenos imparten doctas, jeje, conferencias sobre las nuevas enfermedades y, en consecuencia, sobre los fármacos instituidos a tal efecto, recaudando por ello enérgicas sumas de pastuqui, aparte de pasar unos días de asueto en lugares idílicos.

Llevan años instaurando un clima de opinión favorable, exagerando riesgos con el fin de convencernos, primero, de que existía un problema, y de que luego ellos, precisamente, tienen la solución. Las estrategias de disease mongering –invención o exageración de enfermedades para empotrar luego un producto farmacéutico– han sido criticadas duramente y, con sólida razón, desde la deontología publicitaria por el abuso de la buena fe y de la aspiración a no padecer enfermedades que connaturalmente posee gran parte de la peña.

La mierda de las mierdas: la Vacuna contra el Virus del Papiloma Humano

El caso que nos ocupa supone la consideración novedosa, muy grave, de que toda infección por VPH es una enfermedad que debe ser prevenida, lo que es falso; y además con el énfasis, sin duda interesado, en la jamás demostrada prevención del cáncer de cuello uterino en España. Si el asunto de las vacunas, con sus depravadas concepciones microbianas de la enfermedad, resulta inquietante en general, la vacuna contra el Virus del Papiloma Humana deviene pavoroso. Escándalo de escándalos. Introduciéndola masivamente en crías de 11 a 15 años desde la «crisis» de 2008. Ahora lo quieren hacer con varones. Desde el punto de vista epidemiológico sabemos, por la baja incidencia del papiloma y por las verdaderas causas de su activación, que las vacunaciones resultan absolutamente injustificadas. También poseemos la total certeza de que son un formidable negociete. Lo que no sabemos es quién responderá por todo el daño producido. Y que continuará produciéndose. Ni quién podrá ayudar a las pobres niñas. Ni a los futuros niños. Las notificaciones de reacciones adversas son mayores con la vacuna del VPH que con otras vacunas. Es decir, más efectos secundarios adversos. Incluso los matasanos oficiales poseen ciertas dudas.

Recordemos y sinteticemos: la vacuna no es obligatoria (de todas maneras, Rafapal nos recordó en su día su embrionaria obligatoriedad en Italia y Argentina). No es eficaz, ni segura, ni previene el cáncer de cuello de útero. Nadie puede demostrar científicamente tal cosa. Sencillamente, esta evidencia aún no existe. Los ensayos sobre la vacuna no han podido ver su efecto en la prevención del cáncer, ya que éste tarda mucho en desarrollarse; además, hay posibilidades reales, comprobadas, de trozar el proceso antes de que el cáncer se despliegue, tanto mediante la inmunidad natural como con el cribado de lesiones precancerosas y su tratamiento. Presenta atroces efectos secundarios adversos, muertes incluidas. Todo para favorecer a Farmaindustria. Además de representar otra medida de control estatal, suscitando repugnantes pujos paternalistas, medicalizando la sexualidad adolescente y forrándose, tantos, a través del control social y el miedo. El Leviatán Capitalista promociona toda campaña de vacunación con dinero público. Dinero robado de nuestros bolsillos, ganado en trabajos esclavos. Recursos del Estado al servicio de multinacionales de Farmaindustria. Se requieren mutua e ineludiblemente. Los médicos, la mayoría, ignoran el sufrimiento de los afectados. Las administraciones atentan contra nuestra vida y salud. Ocultan información trascendente.

Devastando la salud de las niñas

Dicen que el cáncer de cérvix causa cada año en España 3 muertes por cada 100.000 mujeres. Incidencia nula. De momento, es indemostrable que el VPH cause semejante tumor “preuterino”. Hay literatura científica suficiente para mantener, al menos, abundantes dudas razonables. El elevadísimo precio de la vacuna (llámese Gardasil o Cervarix), que se valora en 500 pavos por persona y la falta de estudios sobre unos efectos que, de existir, serán visibles transcurridos más de treinta años, hacen titubear acerca de la necesidad de implantar generalizadamente la vacuna. Y de todas las vacunas en general, obvio. Pero es que el asunto de los efectos secundarios en crías pequeñas de la vacuna contra el VPH resulta estremecedor.

Comencemos la carta de los Reyes Magos del Leviatán farmaindustrial. El síndrome de dolor regional complejo, el síndrome de taquicardia postural ortostática, la insuficiencia ovárica prematura, la insuficiencia ovárica primaria, el tromboembolismo venoso y la enfermedad celiaca. También es reciente el hallazgo de que la vacuna del papiloma puede producir uveítis, la inflamación de la úvea, una lámina que hay en nuestros ojos. Esto suele acompañarse de mengua de la agudeza visual, de curso lento y progresivo y dolor. Mucho dolor. Prosigamos. Deterioro neurológico. Daño en el sistema nervioso central. Discapacidades variadas. Vasculitis cerebral. Menopausias prematuras. Ruina del sistema inmunológico. Generación de cánceres, paradójicamente de aquel que dicen combatir, el cáncer cervicouterino. Súbitos abortos. Y el impresionante asunto de nuestro tiempo. Esterilidad. Se han descrito ciertos factores que pueden estar relacionados con la disminución de la fertilidad. Obviamente el VPH no es el único agente causal. Pero, háganlo, echen sal en herida. Acertarán casi seguro. Es lo que tiene meter tanto aluminio y mercurio en vena. Gentuza envenenándonos. Muy mala gente.

El miedo te hace esclavo

El marketing del miedo para impulsar la vacunación intensiva contra el virus del papiloma humano. Y, sobre todo, recordemos a los laboratorios fabricantes de las dos marcas antes citadas, Gardasil o Cervarix. Dos de las bestias pardas de Farmaindustria: Merck y GlaxoSmithKline. Nos venden medicamentos peligrosísimos y juguetean con la enfermedad. Descuartizan nuestra salud. Nunca se disculparán. No sabemos si falta mucho para que nos cuenten toda la verdad sobre este pelotazo económico enmascarado de bien para la salud. Al menos no perdamos la desesperanza. En fin.

 



Seguidamente, sabrás por qué a un servidor se le cayeron lágrimas de alegría esta mañana: el pasado 4 de diciembre se celebró en Suiza un encuentro al más alto nivel de la OMS sobre la seguridad de las vacunas. ¿Quieres saber lo que pasó?
 
El Centro de Detección de Enfermedades usa admite (ante un juez) que no puede demostrar que las vacunas no causen autismo

Si viviéramos en un sistema de verdadera libertad de prensa, esta noticia que nos llega desde Infowars debería abrir todos los telenoticias del mundo entero y ser portada de todos los diarios.

Tras años requiriendo que el máximo órgano estadounidense en el ámbito de la salud, que regula los medicamentos (el CDC, o centro de detección de enfermedades), aportara pruebas científicas de que las vacunas no causan autismo, finalmente, la asociación antivacunas «Red de acción del consentimiento informado» ha llevado a juicio a este organismo, donde finalmente ha reconocido que no tiene esas pruebas científicas de la inocuidad de las vacunas.

Dicho de otro modo: no pueden demostrar que las vacunas sean inofensivas para los niños.

¡Si la Humanidad se enterara de esta noticia…!