Una madre detenida por el asesinato de su hijo de siete años en El Ejido: la custodia la tenía el padre

La Guardia Civil ha detenido a una mujer, de 38 años, por su presunta relación con la muerte violenta de su hijo de 7 años en la localidad de Las Norias de Daza, perteneciente a El Ejido (Almería), según han informado a Efe fuentes de la Comandancia de Almería.

Como informa Nius Diario, la mujer habría acudido en su coche hasta la casa de su suegra. En el asiento del copiloto se encontraba el niño, que aparentemente estaba dormido. Las dos mujeres han discutido por la custodia del menor y cuando se ha acercado al menor ha notado que no tenía pulso. La madre se ha dado a la fuga, pero ha sido interceptada por una patrulla de la Guardia Civil. Ahora, los investigadores se encargarán de inspeccionar el coche y la vivienda familiar.

La causa de la muerte del niño podría ser por asfixia, según apunta el citado medio. Los progenitores se estaban separando y constan denuncias por ambas partes. La mujer acusó a su exmarido de violencia de género en el 2017 y el padre del menor por acoso hacia él y otros miembros de su familia. El Juez impuso una orden de alejamiento contra el hombre, pero el pasado mes de marzo fue absuelto y la retiraron.

 
Una cadena progre hace creer a los telespectadores que el asesinato de El Ejido lo ha cometido un hombre y no la madre del niño

Esta mañana se ha producido un terrible suceso en la provincia de Almería. Una mujer ha estrangulado a su hijo de 7 años hasta causarle la muerte. Un crimen atroz, premeditado y que tiene una oscura historia de denuncias falsas - de ella hacia su exmarido - como hilo conductor.

Pese a perder la custodia del niño en favor del padre, la asesina - ahora detenida - intentó usar la justicia a su antojo para intentar recuperar la custodia. Llegó a denunciar a su ex por malos tratos, algo que finalmente se demostró que era falso.

La maquinaria progre ha actuado rápidamente ante este suceso. Como silenciar la noticia era muy descarado, lo han hecho de otra forma más sutil. Como en Antena 3, donde han hablado de "detenido" y no detenida. En otras televisiones tampoco se han quedado cortos intentando encontrar justificación a este brutal crimen.




 
La locura de Ana María: el juez iba a notificarle que perdía la custodia de su hijo y lo mató el mismo día

"Sergio no quería irse nunca con su madre porque le tenía miedo", lamenta entre lágrimas Juan José Fernández López, tío del niño al que este jueves le quitó la vida Ana María Baños Lozano: la misma mujer que hace siete añitos lo trajo al mundo. "Mi sobrino estaba en riesgo extremo", asegura indignado a EL ESPAÑOL mientras expone que tanto el padre del pequeño como otros miembros de la familia habían denunciado -por escrito y verbalmente- los supuestos malos tratos a los que sometía Ana María a Sergio tras separarse de su padre. "Nos hemos dirigido al Servicio de Protección del Menor, a los Servicios Sociales de Huércal de Almería, a la Guardia Civil y al Colegio La Jarilla: ¿Por qué toda esa gente no ha hecho nada?".

Hace algo más de dos años se acabó la relación entre Ana María Baños Lozano y Sergio Fernández López. La separación de la pareja no fue sencilla porque en medio había un hijo en común, Sergio, y además la madre denunció en varias ocasiones al padre del niño por supuestos episodios de malos tratos.

Tal situación provocó que los juzgados almerienses establecieran un régimen de visitas para el progenitor y que la custodia recayese en la mujer. "Un jueves a la semana, mi hermano recogía a Sergio en el colegio, a las dos de la tarde, y se lo devolvía a su madre, el viernes, a las nueve de la mañana, y a la semana siguiente, volvía a recogerlo el jueves, a las dos de la tarde, a la salida del colegio, y se lo quedaba hasta el lunes siguiente, a las nueve de la mañana, y así iba rotando todas las semanas", detalla Juan José sobre la periodicidad de las visitas fijadas judicialmente.

"Todas las denuncias por malos tratos contra mi hermano fueron archivadas". A partir de ese momento comenzó la pugna legal entre Ana María y Sergio por hacerse con la custodia del pequeño, pero no se modificó el régimen de visitas: la madre seguía al cuidado del niño y lo hacía en el piso que el matrimonio se había comprado en la plaza Río Chico, en Huércal de Almería. “Ella se quedó con la casa tras la separación y mi hermano se tuvo que alquilar un piso sin dejar de pasar la pensión a su exmujer".

El padre del pequeño nunca se rindió y a pesar de que trabajaba en el área de la automoción en una empresa de la localidad almeriense de Vícar, optó por alquilarse un piso en Huércal para no perder el contacto con su hijo y para que este no viese alterado su ritmo escolar en el Colegio La Jarilla donde estaba matriculado. “En más de una ocasión Sergio no acudió a clase porque no lo llevó su madre y fuimos a quejarnos al centro de las faltas de asistencia, pero no hicieron nada”.

El divorcio no le había sentado nada bien a Ana María ni físicamente, ya que adelgazó más de quince kilos, ni psicológicamente porque no era capaz de aceptar la separación. "En una ocasión llamó a mis padres más de 100 veces para decirles que quería volver con mi hermano", ejemplifica Juan José Fernández López sobre la conducta supuestamente obsesiva y acosadora que mantenía la madre del niño hacia su exmarido.

"Lógicamente mi padre lo denunció y este mes se iba celebrar un juicio por acoso". El tío de Sergio asegura que él, sus padres y su hermano, denunciaron tanto verbalmente como por escrito a Ana María ante los puestos que la Benemérita tiene en Almería y El Ejido, así como en el Servicio de Protección al Menor. "Hemos presentado diez o 15 denuncias porque ella en varias ocasiones había insultado y maltratado al niño: Sergio nos contaba que le pegaba en la cara, en los brazos, a veces no le daba de comer, no lo llevaba el colegio, lo castigaba…".

Uno de los episodios más duros que el pequeño Sergio relató a su tío fue cuando su madre intentó asfixiarlo en 2018, dentro del piso de la plaza Río Chico. "Mi sobrino el año pasado me contó que casi le asfixió: 'Mi mamá me ha puesto un cojín en la boca y no podía respirar'". Llegado este punto, Juan José deja de hablar con el periodista, por el teléfono se nota cómo coge aire, resopla, y vuelve a lanzar una reflexión iracundo: "Llevamos con este tema más de un año: ¿Qué funcionario se ha meneado aquí?"

El niño pedía a los abuelos

El tío de la víctima subraya que de los presuntos malos tratos que causaba Ana María a su hijo, Sergio, existen pruebas como grabaciones de audio y mensajes que el chiquillo envió por WhatsApp a sus abuelos. "Mi sobrino le cogía el teléfono móvil a Ana María para enviarle mensajes a mi madre pidiéndole auxilio: 'Abuela dile al papá que venga que mi madre me está pegando'. Eso se lo hemos presentado a la Guardia Civil y nos dijeron que sería una pataleta del crío”.

-¿Podría enviarme una copia de esos mensajes de WhatsApp?

-No. Eso primero se lo tengo que enseñar a nuestro abogado. Los audios ya irán saliendo.

El jueves pasado en los juzgados almerienses se celebró la vista oral en la que debía decidirse la custodia del pequeño de sonrisa fácil y pelo rubio angelical, al que le encantaba dar paseos en bicicleta por el paseo marítimo. "Mi hermano le montó el pasado verano una piscina para que se bañase en el cortijo que tenían sus abuelos en el campo en Alcolea", recordaba con cariño Juan José.

Tanto Ana María como Sergio eran naturales de Alcolea, una pequeña población de unos 500 habitantes que está situada en la Comarca de la Alpujarra, y que este jueves estaba conmocionada ante el luctuoso final que ha sufrido el niño. "A Sergio le gustaban mucho las Fiestas de Santa Rosa de Viterbo que se celebran en septiembre y este verano asistió como siempre", comentaba con cariño y desde el anonimato una vecina que conocía a los padres del crío.

"Todos en Alcolea sabíamos que esto iba a pasar porque ella tenía problemas mentales serios, por eso se divorció Sergio de Ana María: una noche la vimos rebuscando cosas entre los contenedores, en otra ocasión caminando sola por la carretera, ella iba diciendo que había denunciado a su marido ante la Guardia Civil porque la había querido envenenar, estuvo una temporada viviendo en casa de su padre….". Sin embargo, fuentes de la Guardia Civil aseguran a este diario que no se tenía constancia de que la supuesta autora de la muerte de su hijo padeciese ninguna enfermedad mental.

Este jueves Sergio tenía que recogerlo

Este jueves a Sergio le tocaba acudir al Colegio La Jarilla a recoger a su hijo a las dos de la tarde para pasar juntos el día. Ana María no llevó a su pequeño al colegio, sino que supuestamente le quitó la vida. No empleó ningún arma, se valió de la fuerza de una persona de 38 años para imponerse a la inocencia de un crío de 7 años.

Todo apunta a que estranguló con frialdad a la sangre de su sangre. La autopsia deberá esclarecer si la agresión mortal se produjo en el piso en el que ambos convivían en la plaza Río Chico de Huércal de Almería o tuvo lugar durante alguna parada que la mujer realizó en el trayecto que cubrió con su vehículo desde Huércal hasta la calle Río Andarax del Barrio de Las Norias de Daza.

Las primeras informaciones del caso apuntan a que Ana María condujo su coche hasta la citada barriada perteneciente al término municipal de El Ejido, con su hijo amoratado y colocado estratégicamente en la parte de atrás del turismo, junto a la mochila del colegio, como si estuviese sentado plácidamente.

El presunto objetivo de Ana María Baños era introducir el cuerpo sin vida de Sergio en la casa de Ana, la pareja sentimental de su padre, Antonio Baños. Así se desprende de la macabra conversación que mantuvieron ambas mujeres en la citada calle, cuando solo pasaban unos minutos de las diez de la mañana del jueves.

-Madre: Ana, ven.

-Vecina: ¿Para qué?

-Madre: Pues para ayudarme a sacar al niño del coche porque viene mareadillo y yo me tengo que ir a hacer unos recados.

-Vecina: ¿Cómo voy a meter yo el niño en mi casa? Me busco la ruina. Tienes que llamar al 061 porque el niño está mal.

-Madre: Ni se te ocurra.

Justo en ese momento se cortó la conversación entre ambas mujeres y fue cuando Ana María se metió rápidamente en su coche con el objetivo de darse a la fuga. Eso da a entender que era plenamente consciente de la gravedad de la situación y de los hechos violentos que supuestamente había cometido. Ana, la pareja del abuelo materno del niño, telefoneó a la Guardia Civil para alertar de lo que estaba pasando.

La sospechosa trató de dirigirse a la Carretera de La Mojonera, pero fue interceptada por una patrulla de la Benemérita que tuvo que darle el alto apuntándole con una pistola y romper el cristal de una de las ventanillas ante la negativa de la mujer a abrir el coche. Ana María fue detenida por los agentes como presunta autora del estrangulamiento de su hijo, Sergio.

Ana desde hacía un tiempo le venía comentando a Antonio Baños, su pareja y padre de Ana María Baños, que su hija no estaba bien. En el Barrio de Las Norias de Daza también era un secreto a voces que esta mujer llevaba muy mal la separación de Sergio y el pleito por la custodia de su hijo. Uno de los vecinos de la zona comentaba a este diario que iba diciendo que "el niño o es para mí o para nadie".

Este jueves presuntamente cumplió sus palabras, solo dos días después de haber sido denunciada ante la Guardia Civil. El tío de la víctima, Juan José Hernández López, explica a EL ESPAÑOL el contenido de la denuncia: "Mi hermano (padre de Sergio) puso la última denuncia contra su exmujer el pasado martes, después de que mi madre nos llamase a los dos para decirnos que otra vez había llamado el niño, contándole que su madre se lo quería llevar de viaje en el coche y tuvimos que ir zumbando para evitar que se lo llevase. Al llegar, el crío llevaba las piernas llenas de restregones, de hacer fuerza contra la goma de la puerta del vehículo para no entrar".

-¿Usted sabe a dónde se quería llevar Ana María a Sergio?

-No sabíamos a dónde quería ir. Tuvimos que pararla con el coche.

Tan grande era la preocupación que tenía la familia por los supuestos malos tratos que padecía el menor que lo llamaban todos los días sin falta. Este jueves, a las once de la mañana, el tío de la víctima se puso en contacto con los Servicios Sociales de Huércal de Almería. "Estábamos pendientes de que hicieran un informe sobre la convivencia y los cuidados que recibía Sergio con su madre para que se lo diéramos al abogado de mi hermano por la custodia y me dieron cita para el próximo 24 de octubre, en ese momento no sabíamos todavía que había muerto mi sobrino", se lamentaba apenado Juan José Fernández López.

La noticia cayó como una bomba en la familia y pilló al padre del menor en su puesto de trabajo aguardando ilusionado a recoger al chiquillo a la salida del colegio. "Mi hermano Sergio está totalmente destrozado, no tiene fuerzas para hablar".

Horas después de la muerte violenta del menor, la familia recibía la sentencia de los juzgados de Almería pronunciándose sobre la custodia del niño. "Se han pronunciado a favor de mi hermano, Sergio, dándole la custodia. Este juicio se ha ido posponiendo y se ha ido posponiendo, hasta que ha pasado esto: ¿por qué no han adoptado unas medidas cautelares sabiendo lo que estaba haciendo esta señora con el chiquillo? ¿Por qué no han apartado al niño de la madre?".

-Atendiendo a la gravedad de los hechos que usted me narra y del trágico y terrible final que ha sufrido el pequeño Sergio, ¿la familia piensa emprender acciones legales?

-Vamos a denunciar a la Administración y a Jesucristo bendito si hace falta. Nosotros hemos intentado por todos los medios legales hacer las cosas bien y esta es la respuesta que hemos obtenido: tenemos que enterrar a mi querido sobrino.

 
Eldiario.es censura la noticia de la madre que ha asesinado a su hijo en El Ejido y Twitter se la lía a Ignacio Escolar

Una madre ha asesinado a su hijo de tan solo 7 años después que un juez no le concediera su custodia. Pese a interponer denuncias falsas contra su exmarido, éstas no prosperaron y la mujer ha decidido matar al niño. Había repetido a personas de su entorno que "el niño es para mí o no es por nadie". Una frase que debería haber hecho saltar todas las alarmas y a la que nadie pareció darle importancia hasta que ha sucedido el terrible suceso.

El suceso ha sido ampliamente comentado por los medios aunque algunos han intentado esconder algunos detalles. Vergonzosa ha sido la cobertura de eldiario.es, el digital del progre Ignacio Escolar. En la portada no aparecía la noticia, ni tampoco en ninguna de las secciones.

Como se puede ver en este enlace tampoco aparece la noticia buscando "El Ejido" en el buscador. Curiosamente la última noticia relacionada con el municipio es acerca de la conocida por la progresía como "violencia de género".

Un usuario de Twitter ha interpelado directamente al periódico podemita cuestionándose el motivo por el que una noticia tan brutal no merece ni un breve comentario en un digital generalista y con decenas de periodistas trabajando en él y pudiendo cubrir el suceso.




 
La filicida de Almería estranguló a su hijo con el cordón de un albornoz

Denuncias cruzadas entre los padres, sentencias, absoluciones, medidas revisadas, llamadas continuas a la Guardia Civil, a la Policía Local, a la Nacional... Ese era el ambiente que rodeaba en los últimos dos años a Sergio, el niño estrangulado por su madre en Almería. «Mi hijo me ha mandado mensajes pidiendo auxilio», asegura Sergio Fernández, que llevaba meses peleando para que su pequeño estuviera bien atendido. «No lo llevaba al colegio, ni lo lavaba, algunos días no comía», insiste, destrozado. El lunes una magistrada le dio la razón y le otorgó la guarda y custodia. Él áun no lo sabía: se lo comunicaron el jueves, cuando el pequeño ya estaba muerto.

Ana María B. L., de 38 años, su pareja durante 17 años, lo denunció el 5 de abril de 2017 por malos tratos. La juez de Violencia sobre la Mujer de Almería le concedió ese mismo día una orden de protección, el uso de la vivienda en Huércal y la custodia del niño. El 23 de enero del año siguiente, con el acuerdo de los dos progenitores, según el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, se dictó sentencia en la que se atribuyó la custodia a la madre. El padre podía tener a su hijo de jueves a domingo en semanas alternas y un jueves por la tarde.

Ingreso en salud mental

A Ana María, huérfana de madre desde los 13 años, le habían diagnosticado una enfermedad mental en 2012, según fuentes de su entorno. Tras la ruptura, la vida de la familia se convirtió en un infierno diario. La mujer se presentaba en Alcolea donde vive la familia paterna e intentaba llevarse al crío. En otras ocasiones los llamaba sin cesar y trataba de volver con su expareja. La abuela, el abuelo, el padre del niño... todos denunciaron no una sino muchas veces este acoso. Llamadas al cuartel o a la Policía Local que acababan resolviendo el conflicto en ese momento.

En febrero de este año un Juzgado de lo Penal absolvió a Sergio Fernández de malos tratos. El acoso de su expareja continuó. «El niño no quiere irse con su madre», contaban los familiares a los agentes que acudían tras las llamadas. No hubo tregua.

En julio, Ana María fue ingresada en una unidad de salud mental en contra de su voluntad por orden de otro juzgado. A los nueve días le dieron el alta con medicación prescrita. Y en septiembre Sergio volvió a recurrir a la Justicia. Presentó una demanda pidiendo la guarda y custodia de su hijo. La vista se celebró hace una semana. El padre alegó que ella no lo cuidaba, que el niño no iba a clase, no comía bien y tenía falta de higiene. «En ningún momento se apuntaron circunstancias que supusieran la existencia de un riesgo vital para el menor, sino desatención», explicaron fuentes judiciales. Los servicios sociales también estaban al tanto.

Ana María intuía que la situación podía inclinarse a favor de su exmarido después de la última comparecencia judicial. «Estaba empecinada en que le iban a quitar al niño y en que no lo iba a consentir», relató Ana, la pareja de su padre a ABC. Ella es la persona que le daba cobijo y la escuchaba, la misma a la que recurrió la presunta autora tras matar a su hijo.

Este lunes la magistrada otorgó la guarda y custodia al padre. La sentencia aún no se había notificado a las partes, pero la Guardia Civil sospecha que Ana María debió de enterarse y quizá fue esa la razón que desencadenó el crimen.

«Sabía lo que había hecho»

El jueves, pasadas las diez y cuarto de la mañana, llamó a la puerta de Ana en Las Norias de Daza, a 40 kilómetros de su casa, donde buscaba refugio y un plato de comida cada vez con más frecuencia. Ana había sido pareja de su padre los últimos 14 años, hasta hace poco más de tres meses. «Me pidió ayuda para que sacara al niño del coche pero yo al verlo... tenía los labios morados. Parecía que estaba muerto. Le pregunté qué le había hecho. Ella sabía lo que le había hecho, pero no lo admitía», explicó ayer a ABC destrozada por la situación.

«Intenté llamar a la Guardia Civil, no me dejaba, no se apartaba de mí y pedí ayuda casi por señas a mi vecina. Hubo un momento en que pensé ¿y si me hace algo a mí también? Estaba ida». Su vecina Hortensia logró avisar a los agentes. La madre huyó con el niño muerto en el coche. La detuvieron minutos después en las inmediaciones. «Quiero irme montada con mi hijo en la ambulancia», les soltó a los guardias civiles. Estaba tranquila. Y así sigue.

En una mochila llevaba un cordón de albornoz con el que estranguló a su hijo a 40 kilómetros, en la casa de Huércal. Se lo contó ella misma a los investigadores. Durante el registro de la vivienda no cambió su actitud. Parecía en calma aunque hablaba del niño en presente, como si estuviera allí, mientras les relataba cómo era su hijo, sus gustos... Está prevista una reconstrucción en la casa antes de ponerla a disposición judicial. Después será la hora de un examen psiquiátrico.

La familia exigirá responsabilidades: nadie protegió a un niño en peligro

Sergio Fernández, sus padres, toda la familia acumula una mezcla de dolor y rabia. Creen que nadie hizo nada por salvar al niño, por protegerlo. El historial judicial de la pareja es solo uno de los eslabones de la cadena. Pero además están las denuncias verbales o por escrito que fueron presentando. Uno de los abuelos denunció que el pequeño sufría maltrato, pero al parecer ni siquiera se le sometió a una exploración. Los servicios sociales de Huércal estaban también al tanto de la situación, alertados por el absentismo escolar. Los vecinos han llegado a decir que no les ha sorprendido el crimen. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad ya han recibido reproches por no intervenir. Culpan a la madre y a los fallos del sistema. También a la familia materna. «Que no vayan al entierro», amenazan.

 
La justicia no hizo nada contra la asesina de El Ejido pese a que tenía 15 denuncias por maltrato a su hijo

Esta semana hemos conocido el terrible asesinato de un niño de 7 años a manos de su madre en la localidad almeriense de El Ejido. La mujer había perdido la custodia del menor y la estaba intentando recuperar llegando a poner denuncias falsas contra su marido que fueron desestimadas.

Pero lo más grave del caso es que se podría haber evitado. El padre del niño y su familia paterna lo veían a venir ya que no era la primera vez que la madre intentaba algo así. Hace un año intentó estrangular al niño con un cojín, algo que fue denunciado sin que las autoridades hicieran nada al respecto.

Este fue el hecho más grave pero la familia del niño asegura que hay otras 14 denuncias por malos tratos de la madre al niño. El pequeño vivía aterrorizada cuando le tocaba estar con la madre ya que le pegaba e incluso a veces no le daba de comer.

Todo esto no fue suficiente para que ni la justicia ni servicios sociales miraran por el interés del niño,
algo que en estos casos debería ser lo más importante.

 
El padre del niño asesinado por su madre en el Ejido estalla contra la Administración

El padre del niño asesinado a manos de su madre en El Ejido, Sergio Fernández, ha denunciado que todas las administraciones públicas podían haber evitado el crimen. Critica de este modo los servicios sociales municipales, pero también la consejería de Andalucía gestionada décadas por la dictadura progre socialista que hacía bandera del feminismo. "Nadie me ha ayudado a proteger a mi hijo", repite impotente en el periódico ABC.

Ante la Policía, ante el Juzgado de Guardia y ante servicios sociales. Fernández no se cansó de denunciar la preocupada situación que estaba viviendo. Hasta que fue demasiado tarde.

La primera denuncia contra ella la presentó en junio. El Juzgado le comunicó que pedirían un informe a Servicios Sociales y de esta diligencia no se supieron más noticias. "Yo llamaba a la Guardia Civil porque se subía a mi coche y se quedaba agarrada al volante o me abría la puerta, pero no tenía consecuencias".