Suecia asolada por el retorno de terroristas de ISIS

En la pintoresca ciudad universitaria sueca de Uppsala, el 80% de las chicas no se sienten seguras en el centro de la ciudad. Una adolescente de 14 años, que temió revelar su identidad, dijo a los medios suecos que siempre lleva zapatillas deportivas para poder "correr más rápido" si la atacan:

"Me senté en un banco e inmediatamente vinieron unos tipos y se sentaron a cada lado de mí. Después llegaron más y se quedaron de pie delante de mí. Empezaron a agarrarme del pelo y las piernas y decían cosas que no entendía. Me asusté tanto que les dije muchas veces que pararan, pero no me hacían caso... Todo es muy horrible. Está muy mal. Quiero poder sentirme segura", dijo, sobre coger el momento de coger el autobús para ir a casa.

Una reciente encuesta realizada en la región de Uppsala muestra que sólo el 19% de las alumnas de instituto se sienten seguras en el centro de Uppsala. En 2013, esa cifra era del 45%. Los hombres y los jóvenes de las pandas que acosan a las muchachas suecas de Uppsala son con frecuencia inmigrantes recién llegados.

En respuesta, las autoridades de Uppsala, según dijeron a la prensa sueca: "Solemos animar a las jóvenes que no se sienten seguras que piensen en qué necesitan hacer para sentirse seguras, como no ir solas por la calle, y asegurarse de que las recoja otra persona para que puedan reducir su sensación de inseguridad". Es decir, que las autoridades están dejando la responsabilidad de abordar este crucial problema de seguridad a las propias jóvenes.

Las jóvenes que pasan miedo en Uppsala son sólo una pequeña parte de toda la historia. Según el último Informe Nacional de Seguridad, publicado por el Consejo Nacional para la Prevención del Crimen de Suecia (Brottsförebyggande Rådet o Brå), 4 de cada 10 mujeres temen salir libremente a la calle. Casi una cuarta parte de la población elige un camino distinto u otro medio de transporte como consecuencia de la ansiedad por los crímenes. Entre las mujeres de entre 20 y 24 años, el 42% afirma que han solido escoger otra ruta u otro medio de transporte porque se sentían inseguras y preocupadas por la posibilidad de ser víctimas de un crimen. La proporción correspondiente entre los hombres del mismo grupo de edad es el 16%, según el Brå.

Sin embargo, el Gobierno está recortando los recursos de la policía. En el nuevo cambio presupuestario de primavera del Gobierno, la policía se enfrenta a un recorte de 232 millones de coronas suecas (24,5 millones de dólares). "Las propuestas del cambio presupuestario de primavera tendrán consecuencias para las actividades de la policía, pero en este momento es muy pronto para responder qué impacto tendrán. Ahora vamos a analizar cómo vamos a manejar las nuevas condiciones económicas", dijo la policía en respuesta a la propuesta de recorte de presupuesto, mientras que el jefe de policía, Anders Thornberg, criticó los recortes.

Tal como están, la policía ya está desbordada con tareas que no puede llevar a cabo en condiciones, como resolver los casos de violación. Un reciente informe de Amnistía Internacional, "Es hora de un cambio: justicia para las supervivientes de violaciones en los países nórdicos", hecho público en abril, criticó duramente a los suecos por no abordar debidamente los casos de violación. Según el informe de Amnistía Internacional, algunos de los problemas son que a las investigaciones sobre violaciones se les da menos prioridad de la debida, "los tiempos de espera para los resultados de los análisis del ADN son demasiado largos", no hay suficiente apoyo a las víctimas de violaciones y no se hace suficiente trabajo con propósito preventivo.

El informe de Amnistía dice:

En 2017, se reportaron a la policía 5.236 violaciones que afectaban a personas de 15 años o más: el 95% de las víctimas eran mujeres o niñas. Las estadísticas preliminares de 2018 indican 5.593 violaciones: el 96% de las víctimas fueron mujeres o niñas. Sin embargo, que no se denuncien todas las violaciones u otros delitos sexuales significa que esas cifras no dan una imagen realista de la magnitud del problema. En un estudio de 2017, el 1,4% de la población afirmó que había sido sometido a violaciones o abusos sexuales, lo que representa una cifra de aproximadamente 112.000 personas. La inmensa mayoría de las víctimas de violación nunca denunciará el crimen a la policía. De las que sí lo hacen, serán pocas las que consigan que su caso llegue a los tribunales. En 2017, se iniciaron procesos en el 11% de los casos relacionados con menores de entre 15 y 17 años, y en el 6% de los casos para los adultos.

Los delitos sexuales no son los únicos que las autoridades suecas se ven incapaces de afrontar. En 2018, Suecia experimentó una cifra récord de muertes por disparos: 45 personas fueron asesinadas en el país. La mayoría tuvieron lugar en el área de Estocolmo, y la mayoría de las muertes se produjeron en la región del sur, donde está Malmo. "Es un nivel terriblemente alto", dijo el comisario de la policía de Estocolmo, Gunnar Appelgren, sobre los tiroteos. Antes, era 2017 el año récord, con 43 muertes por disparos. Sin embargo, la cifra de tiroteos reportados en general sí descendió ligeramente: de los 324 en 2017 a los 306 en 2018. El número de personas heridas también es ligeramente menor: 135 personas en 2018, frente a las 139 en 2017.

Según la policía, muchos de los disparos están vinculados a conflictos entre delincuentes y las llamadas "áreas vulnerables" (utsatta områden, conocidas popularmente como "zonas de exclusión" o zonas sin ley). En los primeros seis meses de 2018, según la policía, casi todos los tiroteos tuvieron lugar en un "área vulnerable". En 2017, un informe de la policía sueca "Utsatta områden 2017"("Áreas vulnerables 2017"), indicó que hay 61 áreas de ese tipo en Suecia. Abarcan 200 redes criminales y se calcula que están compuestas por 5.000 delincuentes. Veintitrés de esas áreas eran especialmente críticas: niños de tan sólo 10 años se han visto involucrados en delitos graves allí, incluidos los relacionados con armas y drogas. La mayoría de los habitantes eran no occidentales, y principal y lamentablemente, inmigrantes musulmanes.

Para agravar estos problemas, la ministra de Exteriores, Margot Wallström, parece estar planeando el retorno de los hijos de los terroristas del Estado Islámico (ISIS) que están viviendo en los campos de refugiados en Siria. "Es complejo y por eso ha llevado tiempo desarrollar una medida y un mensaje claros, pero trabajamos en ello cada día. No soporto ver que los niños lo pasen tan mal", dijo hace poco. En un mensaje en Facebook del 12 de abril, Wallström escribió:

El Gobierno está trabajando intensivamente para asegurar que los niños con vínculos con Suecia y que estén en Siria reciban la ayuda que necesitan. No debería haber dudas de que el Gobierno hace lo que puede por esos niños, y si es posible, deberían poder volver a Suecia. Se debe tratar cada caso por separado. Los niños están en distintas situaciones, algunos son quizá huérfanos, y otros tienen padres detenidos por actos que perpetraron para el ISIS. Es difícil identificar a los suecos que puedan haber nacido en [Siria o Irak]. En el campo más grande hay unas 76.000 personas. Estamos en contacto con Cruz Roja Internacional en los campos. Es de máxima importancia que la situación de los niños se maneje con seguridad jurídica y se priorice lo que más beneficie a los niños. Los actores internacionales, las autoridades suecas y los ayuntamientos suecos pueden recibir a los niños, deben cooperar...

Por desgracia, el terrible destino de los niños yazidíes esclavizados no parece ser algo que Wallström "no puede soportar".

Además, 41 de los 291 ayuntamientos suecos podrían ser obligados, o ya lo son, a acoger a los terroristas retornados del ISIS en el futuro próximo, según un reciente reportaje de SVT Nyheter. Los terroristas del ISIS o están aún en Siria o ya están volviendo a Suecia. Para "preparar" a los ayuntamientos, el Centro contra el Extremismo Violento sueco los invitó a una "jornada de aprendizaje" sobre los retornados del ISIS el 24 de abril. El propósito era "dar apoyo a los ayuntamientos que hayan recibido o vayan a recibir a los niños y adultos retornados de áreas antes controladas por el Estado Islámico". Los ayuntamientos implicados son los de las localidades donde los terroristas vivían antes de ser reclutados por el ISIS.

En total, se espera que 150 miembros del ISIS, hombres y mujeres, vuelvan a Suecia, así como 80 niños que viajan con sus padres.

Según el primer ministro Stefan Löfven, los terroristas retornados del ISIS tienen "derecho", como ciudadanos suecos, a volver a Suecia. Löfven afirmó que iría contra la Constitución sueca privarlos de su ciudadanía, pero que los que hayan cometido crímenes serían juzgados. El experto sueco en terrorismo, Magnus Ranstorp, en cambio, ha advertido a Suecia contra el retorno no sólo de los terroristas del ISIS, sino también a sus esposas y sus hijos, que también representan una amenaza a la seguridad:

Las mujeres no son víctimas inocentes, y también hay un grupo grande de hijos del ISIS [...]. Desde los ocho o nueve años los han mandado a campos de adoctrinamiento donde han aprendido técnicas de combate y el manejo de armas. Algunos han aprendido a matar [...]. Sus identidades estarán siempre vinculadas a su temporada en el ISIS, y al hecho de que tengan un padre o una madre del ISIS.

Suecia parece querer importar aún más problemas.

 
El edén sueco no es para las mujeres: Suecia es ya el segundo país del mundo en número de violaciones «per capita»

Los medios de comunicación del sistema, siempre sumisos a las directrices del consenso socialdemócrata europeo, no se cansan de repetir que los países nórdicos son un modelo de sociedad y, sobre todo, auténticos paraísos en la Tierra para las mujeres.

El último en sumarse a esta monserga ha sido «The Spectator», que considera que Suecia es la mejor nación en la Tierra para ser mujer. Resulta curiosa esta afirmación porque, actualmente, Suecia es el segundo país del mundo en número de violaciones «per capita» (7.840 en 2018), con un incremento de este tipo de ataques de un 1666% en los últimos cuarenta años (1974 – 2018).

Además, Suecia, según datos del Eurostat, es el primer país europeo en violaciones y ataques sexuales a mujeres por cada 100.000 habitantes (179). A continuación, Noruega, Bélgica y Finlandia. ¿De verdad que es el mejor país del mundo para ser mujer?