Se atrinchera en la habitación de un albergue de Carretera de Cádiz con un cuchillo por el ruido y la cena

Le molestaba el ruido que había en el albergue. Además no le habían dado nada de cenar, así que se dirigió al conserje de las instalaciones para quejarse. Acabaron discutiendo y el sospechoso no dudó en coger un cuchillo y amenazarlo de muerte, tras lo que acabó atrincherándose en una habitación, donde retuvo a varias personas antes de acabar siendo detenido por la Policía Local de Málaga.

Los hechos se produjeron días atrás en un albergue situado en la zona de Carretera de Cádiz de la capital malagueña. Sobre la una de la madrugada, la Sala del 092 recibió una llamada en la que se denunciaba que un joven había amenazado al conserje de un albergue y que se había encerrado en una habitación con un cuchillo, reteniendo dentro a varias personas.

El cuerpo de seguridad local llevó a cabo un fuerte despliegue en el establecimiento, que es con el que trabaja una asociación que se dedica a ayudar en la integración de personas migrantes. Lo primero que hicieron los agentes fue entrevistarse con el conserje, quien explicó que el joven, de 22 años y de origen magrebí, había comenzado a protestar porque decía que había mucho ruido en el albergue y, además, que no le habían puesto nada de cenar.

Entonces se le ofreció algo de comer, pero el sospechoso, supuestamente, comenzó a discutir con el conserje y a gritar. Al parecer, su actitud se fue tornando cada vez más violenta, momento en el que cogió un cuchillo de la bandeja de la cocina y amenazó de muerte al empleado. «Te voy a matar hijo de puta», le dijo a la vez que, presuntamente, hizo ademán de arremeter con el arma blanca contra el trabajador.

Las fuentes consultadas han precisado que, tras darle un fuerte empujón al conserje y autolesionarse con el cuchillo en los brazos, el chico se metió en una habitación del albergue. Los agentes desplegados en el operativo intentaron convencerlo para que saliera de la estancia, pero el joven no colaboraba.

No estaba solo. Dentro del cuarto había varias personas más, a las que el sospechoso no dejaba salir bajo amenaza de muerte. Además, la puerta estaba bloqueada, por lo que los policías locales solicitaron la presencia de sus compañeros del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) para que intervinieran.

Los agentes del GOA, entrenados para hacer frente a las situaciones más complicadas, emplearon un ariete y lograron abrir la puerta. Entraron inmediatamente en la habitación y observaron como el joven tenía a dos personas retenidas en el interior. Siempre según las fuentes, las había amenazado con matarlas para que no abrieran a la policía ni se marcharan.

El sospechoso fue inmediatamente reducido por los policías locales, aunque opuso una fuerte resistencia lanzando patadas a los agentes. Por su parte, las dos personas que había dentro de la estancia confirmaron que el chico las tenía amenazadas, por lo que finalmente se procedió a su detención.