Queman vivo a un sacerdote católico en Nigeria ante el silencio cómplice de la mafia mediática y del antipapa Francisco

Si se tratara de un sacerdote católico supuestamente vinculado con algún asunto escabroso, la mafia mediática habría dado cuenta del caso con profusión de detalles. Pero se trata «solo» de un humilde cura africano que ha sido torturado y quemado vivo por terroristas, y casi nadie habla del caso. Ni siquiera hemos oído al papa Francisco hablar de este crimen atroz.

Lo que está en juego es una lucha entre el Bien y el Mal. Nos preguntamos por qué calla el Vaticano ante la masacre que sufren los cristianos en medio mundo. Si el Vaticano quiere apadrinar la invasión de Europa, que no se refugie por más tiempo en circunloquios tan falsos como la falsa caridad que predica. La jesuítica sabiduría del papa Francisco debería conocer que hay un tiempo para sembrar y otro para recoger. Que hay un tiempo para construir puentes y otro para levantar muros, sobre todo cuando la Civilización es amenazada por los nuevos bárbaros.

Su jesuítica sabiduría olvida los “silencios sangrantes” de sus admirados Juan XXIII y Pablo VI ante los muros- con “vopos” incluidos- que los regímenes marxistas levantaron por doquier para evitar que sus ciudadanos huyesen del terror rojo. Seguro que el papa habría dicho eso “de no soy yo nadie para juzgar” a los marxistas; esos que masacraban cristianos igual que ahora hacen los islamistas, sus indignos herederos.

Nuestra Civilización ha sido debilitada por el buenismo, el relativismo, la apostasía y la cobardía más extrema. Debilitada porque el enemigo no solo viene de fuera, sino porque también está dentro, comenzando por estos pastores cristianos tan modernos, que profesan la religión de lo “políticamente correcto”, para escándalo y confusión de sus cada vez más escasos fieles. Se han empeñado en convertir la Iglesia en una sucursal filantrópica de la masonería, en una “onejeta” de bazar de caridad, ignorando a propósito la salvación de las almas, y sin otro propósito que alimentar los cuerpos de los que quieren exterminarnos, como ya ocurre en los países donde son mayoría.

Un grupo de hombres armados asesinó a un sacerdote católico en Nigeria, para luego prender fuego a su automóvil con el cuerpo del presbítero en su interior, este fin de semana.

De acuerdo a la prensa local, el P. David Tanko, que desplegaba su ministerio en la parroquia católica de San Pedro, en la localidad nigeriana de Amadu, se encontraba en camino a Takum para un encuentro con otros sacerdotes para dialogar sobre la crisis entre los grupos étnicos Tiv y Jukun.

El asesinato se produjo en Kufai Amadu, en el estado Taraba, región nororiental de Nigeria, en la diócesis de Jalingo.

El obispo de Jalingo, monseñor Charles Hammawa, dijo que “recibimos la noticia de su muerte conmocionados. Esto es triste. La diócesis está de luto”.

“Hemos estado predicando la paz y hacienda esfuerzos para llevar a ambos grupos en crisis en la zona a una mesa redonda”, señaló el Prelado, según recoge la prensa local.

El presidente del Consejo del Estado de Taraba, Shiban Tikari, dijo a los medios locales que el crimen fue realizado por milicias de la etnia Tiv.

“Nuestra principal preocupación ahora es darle (al P. Tanko) un entierro digno”, dijo Mons. Hammawa.

“No queremos que ningún grupo tome represalias. Tomar represalias solo empeorará la situación”, añadió.

El obispo anunció una Misa de Vigilia por el sacerdote asesinato para el lunes 2 de septiembre, y el entierro se realizará al día siguiente en el cementerio diocesano en Jalingo.