Por qué nos ocultan la reunión del Club Bilderberg 2019?

Bilderberg 2019. El principio del fin de la humanidad

Bilderberg, 2019. Vigoroso conciliábulo de tahúres de mancebía disputándose un botín: los últimos despojos de la declinante humanidad. Pasaremos de la esclavitud a la extinción. Sin solución de continuidad. Reunidos en desusados parajes helvéticos el pasado finde, son contraprogramados por la final de la Champions. Mientras beodas hordas de guiris infectan Madrid, los amos del Universos, a su vez fragmento de otros (concéntricos) círculos de Poder, deciden, parcialmente, nuestro espantoso destino como especie. Ninguna casualidad durante los últimos tiempos: reunión Bilderberg, masas amorfas solazadas. Muy distraídas.

Huyendo a Marte

Once temas de debate. Aislemos aparentemente el más peregrino. El décimo: el flemático y gélido espacio sideral. Una nueva carrera espacial. Rusia versus USA, dos clásicos. Agreguemos China a este turbador dúo. Quién lidere el espacio, someterá la Tierra. Nadie quiere perder su estatus. La geopolítica vira al cosmos. Extrañísima obsesión. Fines pecuniarios, el bellaco vellocino siempre detrás. Pero no solo. Punteemos algún detalle más para ir acomodando el puzle. La vida más allá de la Tierra. Desmesurado interés durante los últimos tiempos por el planeta rojo. La posibilidad de desarrollar algún tipo de vida en Marte. Viaje de ida, jamás de vuelta. Solo ellos abandonarán la inhabitable Tierra.Desafío Total, notorio momento de Verhoeven, nos recuerda que nuestros lunáticos mandamases también podrían acabar llorando en el planeta vecino. ¿Estarán nuestras psicóticas élites preparándose para abandonar la Tierra? ¿Qué futuro le aguarda a la masa ovejuna en un planeta que se sabe perdido? ¿Saben algo que nosotros no sepamos y que jamás desvelarán? Obvio.

Del transhumanismo a la posthumanidad

Espacio exterior, inteligencia artificial, redes sociales, geopolítica. Con la inteligencia artificial continuamos invocando al demonio. Al Mal, como deseen, menos retórica teológica. Los humanos, antes de su extinción definitiva, vulgar batería de las máquinas. Ridículos cargadores biológicos para (re)iniciar la superinteligencia digital. Hal 9000, IBM zascandil, el ordenador antagonista de la obra maestra de Kubrick, un niño de teta al lado del aquilatado y profundo horror que entreveremos.

Las líneas fronterizas entre Silicon Valley y el Pentágono comienzan a difuminarse cada vez más. Olisquee Bilderberg 2019 y se desprenderá un hedor bélico. Neoguerra: amenazas cibernéticas y militarización de redes sociales nuclean laAgenda Setting de semejantes perturbados. Relativa confusión de tecnología y guerra. Siempre encastradas, por otra parte. Solo hace falta echar un vistazo a los invitados de este año. Transhumanismo, quid, he ahí el meollo. Nos hallamos en el limen, quicio desquiciado, de un cambio sustancial en el sapiens sapiens. La próxima generación será algo totalmente distinta, cuando no opuesta, de nosotros. Las denominadas tecnologías convergentes NBIC (biotecnología, nanotecnología, biotecnología sintética, robótica, inteligencia artificial y reproducción artificial) son las armas presentes y futuras para la aniquilación total del ser humano. El transhumanismo prefijará la posthumanidad.

Libre y salvaje

El Nuevo Orden Mundial es hogaño una brutal concentración del Poder, desnuda potestas, en muy exiguas manos, lo que siempre desagua, como ya sabe el recuerdo europeo, en un fiero totalitarismo. Nazi, bolche, democrático. Lo mismo da. Falta libertad, esencialmente. Y ese asunto deviene innegociable. Casi todo está ya decidido. No todo. Perjuremos de los historicismos. El futuro, muy aciago. La artificialización de nuestras vidas es un jaque. Pero no es mate. Al menos, sin saber nada de nuestra propia muerte, sepamos vivir de una manera decente. Libre y salvaje. Libérrima. Asalvajada. En fin.