Los Mossos detienen a un francotirador que quería matar a Pedro Sánchez

Los Mossos han capturado en Terrassa a un francotirador que quería atentar contra Pedro Sánchez. Se trata de Manuel Murillo Sánchez, un experto tirador de 63 años, con ansias de venganza contra el presidente por la orden de exhumación de los restos de Franco. La policía catalana halló en la vivienda de este 'lobo solitario' un arsenal de 16 armas de fuego, incluidos rifles de alta precisión y un subfusil de asalto. Decía estar dispuesto a "sacrificarse por España", según ha adelantado este jueves el diario 'Público' y ha confirmado EL PERIÓDICO.

El arrestado, un vigilante de seguridad privada con un historial de problemas psicológicos, nunca había participado en actos violentos, aunque frecuentara ambientes ultraderechistas. Según explica el mismo medio empezó a buscar cómplices para acabar con ese "rojo de mierda", tal como escribió en un grupo reducido de Whatsapp.

El detenido es el mejor tirador del club de tiro olímpico del Vallès, en el que practicaba y competía desde hacía muchos años, y era capaz de modificar y construir armas cortas o largas.

La voz de alarma la dio una usuaria de aquel chat cerrado de Whatsapp, al ver que Murillo pasaba de lanzar continuas invectivas y amenazas contra el líder del PSOE, a solicitar inequívocamente apoyo logístico para cometer un atentado contra Sánchez.




Los Mossos solicitaron una orden de entrada y registro del domicilio de Manuel M., donde el pasado 19 de septiembre hallaron 16 armas de fuego cortas y largas, incluido un fusil de asalto militar Cetme, un subfusil ametrallador checoslovaco Skorpion vz. 61 y cuatro rifles de alta precisión, capaces de acertar un blanco hasta a 1.500 metros de distancia. Además, en su coche llevaba dos pistolas, una de ellas modificada e ilegal.

Moncloa pidió discreción

Tras su detención. efectuada hace tres semanas, se avisó a Seguridad de la Moncloa, pero el Ejecutivo decidió que lo mejor era la discreción, así que no se comunicó el incidente. Ha sido este jueves, tras saltar la noticia, cuando Sánchez ha confirmado los hechos a la ejecutiva del PSOE.

El 21 de septiembre, el Juzgado de Instrucción número 4 de Terrassa acordó la prisión provisional del detenido. El 4 de octubre, el Juzgado de Instruccrión número 3 de la misma localidad ratificó el encarcelamiento. La investigación se ha abierto por conspiración para atentar contra autoridad con uso de armas, amenazas graves, tenencia ilícita de armas, municiones y explosivos y un delito de odio.

El detenido fue trasladado a la cárcel de Brians-2, en Sant Esteve Sesrovires, cerca de Martorell, donde confesó nada más ingresar sus intenciones de atentar contra Pedro Sánchez.

La seguridad del presidente no ha estado comprometida

Fuentes de la Moncloa han asegurado este jueves, tras trascender la información, que "en ningún caso se ha visto comprometido la seguridad del presidente". Las mismas fuentes han manifestado que este tipo de amenazas son "una constante a la que, por supuesto, no debemos acostumbrarnos". Moncloa ha hecho también un llamamiento a seguir trabajando "por la serenidad en el debate político".

Los Mossos detienen a un francotirador que quería matar a Pedro Sánchez
 
Un francotirador "Lobo Solitario" planeaba atentar contra PDRSNCHZ.


El sujeto este pidió soporte y ayuda para su objetivo en un grupo de wassap ...

En su casa tenia varias armas cortas y largas . El presidente del club de tiro donde acudía este tipo ha dicho
que como tirador era mediocre , que nada de nada de poder ser considerado un francotirador .

La realidad es que los Mossos han detenido a un pobre-de-mí a causa de la denuncia presentada por un compañero de grupo de whats.
Según éste, reclutaba voluntarios para asesinar al presidente del gobierno. Ahora está a disposición judicial.
 
Este es el fusil con el que Manuel Murillo Sánchez quería matar al presidente

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Manuel Murillo Sánchez tenía una idea fija: Acabar con ese "rojo de mierda". Así escribió en un chat de WhatsApp refiriéndose a su intención de matar al presidente del Gobierno. El tirador, aunque practicaba en un club del Vallés con armas de aire comprimido, tenía en su casa un subfusil Skorpion VS.61, en perfecto estado y preparado para lograr su objetivo.


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El subfusil fabricado en Checoslovaquia en los años 50 es un arma fiable y potente que usó el Ejército de este país durante la Guerra Fría. Es capaz de disparar proyectiles de calibre 7,65 x 17 mm, 800 disparos en un minuto.
Manuel Murillo Sánchez, el tirador de 63 años con un pasado franquista, fue detenido y los mossos encontraron un pequeño arsenal compuesto por de 16 armas cortas y seis largas, con rifles de precisión y este subfusil de asalto, capaz de disparar en selector ráfaga.
El Skorpion se puede usar como pistola, aunque es adaptable con una pieza metálica, que facilita su manejo y controla el retroceso haciendo los disparos más precisos.
El hombre que quería matar a Pedro Sánchez era un experto tirador, que ocupó el puesto 14 en el Campeonato de Europa de 1997, organizado en Italia, que permitió a España colgarse la medalla de plata por equipos. Además, en los años 90 compitió en mundiales y europeos ubicándose entre los 20 ó 30 mejores" de la clasificación.

Este es el fusil con el que Manuel Murillo Sánchez quería matar al presidente

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Tenía una de esas de la feria, que disparabas y hacia ruiditos y se encendía una luz roja.
 
La detención del ‘Chacal’ español que quería matar a Pedro el Sucio es un intento cutre de criminalizar a la oposición

Pedro no es el primero, ni el último, que se inventará ataques a su persona para justificar la persecución y la censura de sus opositores.

Los artículos que están saliendo sobre Manuel Murillo Sánchez, el detenido por ‘querer’ matar a Pedro, son lamentables. No están escritos para informar, sino para convencerte de su culpabilidad.

Público:

Tenía la voluntad, la preparación, el armamento y el fanatismo suficientes para dar en el blanco: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Además, es un tirador sobresaliente, el mejor de los del club de tiro olímpico del Vallés en el que practicaba y competía con éxito desde hacía muchos años, hasta convertirse en un experto en armamento; un francotirador avanzado capaz no sólo de modificar armas cortas o largas, sino incluso de construirlas.
Con una gran capacidad de trabajo –a los 30 años se le metió en la cabeza hacer la maratón y logró convertirse en un buen corredor de fondo–, a sus 62 años Manuel Murillo Sánchez se inflamó contra el líder socialista a raíz del anuncio de que se iban a exhumar y sacar del Valle de los Caídos los restos de su admirado Francisco Franco.

LOL.

Este hombre ni siquiera ha intentado matar a Pedro el Sucio, no había planeado ningún atentado. Ni la Moncloa ni la Audiencia Nacional lo consideraron una amenaza.

Tan solo le han detenido por pregonar en un grupo de WhatsApp sus deseos de matar a Sánchez. Pero una cosa es desearlo y pregonarlo en WhatsApp, otra muy diferente intentar hacerlo realidad.

Manuel solo quería llamar la atención.

Toda la prensa de alcantarilla está ahora publicando relatos sensacionalistas sobre su vida, dando a entender que podía matarte solo con la mirada.

Pero el diario El Español ya ha desmontado esta narrativa.

El Español:

Pero Moncloa nunca asumió como un riesgo sus declaraciones magnicidas. Entre otros motivos, por los informes que les llegaban sobre el individuo en cuestión. El presidente del club de tiro de Terrassa, en declaraciones a TV3, ha definido a este vigilante de seguridad sin empleo fijo como un “tirador mediocre, de cuarta categoría”: “Tiraba con aire comprimido así que imposible que fuera un francotirador”.

Necesitan describirlo como un Chacal español, porque todo lo que tienen para ‘demostrar’ su culpabilidad son mensajes de WhatsApp que no se han publicado, y su colección de armas, que era perfectamente legal, salvo quizá la escopeta recortada, y la munición que almacenaba.

La mayor parte es de aire comprimido.

Si realmente tenía la intención de matar a Sánchez, la policía habría encontrado algo que así lo indicara. Han tenido ya suficiente tiempo para analizar su smartphone y ordenador; si hubieran encontrado algún plan, un historial online sospechoso, lo que sea, ya lo habrían difundido.

Pero no lo han hecho, así que podemos suponer que no han encontrado nada.

Toda esta histeria mediática huele a podrido.

Casos como el de Manuel son frecuentes, lo han reconocido desde Moncloa.

El Mundo:

Según el entorno de Moncloa, este tipo de amenazas es una “constante” a la que, de todas maneras, entienden que no deben acostumbrarse los españoles.​

¿Por qué han decidido hacer pública solo esta detención?




Otro dato interesante es que fue detenido hace casi dos meses, pero no decidieron filtrarlo hasta ayer. Solo este dato indica que alguien está intentando sacar rédito político. Y ese ‘alguien’ solo puede ser el Gobierno de Paro Sánchez.

Han dado a conocer a Manuel porque es el ‘culpable’ perfecto. Es fácil retratarlo como un asesino en potencia, con esa colección de armas. Y la noticia se ha divulgado ahora, probablemente para respaldar la campaña de odio del Gobierno contra el pasado.

Lo sabremos próximamente.

Esta táctica me recuerda al dron con explosivos de Maduro. El ataque, que seguramente organizó él mismo, le sirvió para justificar una purga en el ejército.

Del mismo modo, si el Gobierno de Sánchez utiliza esta detención para justificar un endurecimiento de la memoria histérica y aumentar la censura, podemos estar seguros de que la filtración no ha sido arbitraria.

El diario Público ya ha fijado la diana.

También queda claro que a partir de ahora los servicios de inteligencia policiales deberán estar atentos a un nuevo y amenazador perfil: el de los franquistas frustrados, sin filiación ni historial violento, que de pronto están dispuestos a tomar las armas contra la Memoria Histórica.

En cuanto a la exhumación de Franco, tranquilos. No lo van a exhumar, aunque pudieran. No antes de que se acabe la legislatura.

Franco es la gallina de huevos de oro del PSOE. La necesitan aún para seguir subiendo impuestos a los obreros.

La detención del ‘Chacal’ español que quería matar a Pedro el Sucio es un intento cutre de criminalizar a la oposición
 
Por qué Manuel, "un tirador de cuarta", nunca hubiera podido ser el 'Chacal' español
  • No tenía infraestructura ni lazos con ningún entramado; Moncloa descartó el riesgo del presidente.
Decía a través de sus grupos de WhatsApp que estaba dispuesto a sacrificarse "por España" y acabar con la vida de Pedro Sánchez. En su casa tenía un arsenal compuesto por 16 armas de fuego, algunas de ellas de largo alcance y precisión. Desde la Moncloa, no obstante, nunca se ha considerado a Manuel como una amenaza para la seguridad del presidente. ¿De dónde viene esa certeza? ¿Por qué este vecino de Terrassa nunca hubiera podido convertirse en el Chacal español? La respuesta se basa en que no tenía infraestructuras ni consideraron "reales" sus amenazas.
El escritor Frederick Forsyth detalló en su libro El día del chacal la figura de un asesino de precisión milimétrica, obsesionado con los detalles de sus planes magnicidas. Contratado por un entramado terrorista, el criminal tiene en el objetivo de su mirilla a Charles de Gaulle, presidente francés entre 1959 y 1969. Los acontecimientos se enmarcan en los entresijos más profundos del espionaje galo. Las características que definen a Manuel, de Terrassa, distan mucho del Chacal de Forsyth.

Los Mossos d'Esquadra iniciaron el procedimiento al recibir una denuncia sobre los planes que albergaba Manuel. Según afirma el partido político Vox, una dirigente local del partido en Barcelona alertó a las autoridades al leer los mensajes que vertía este vecino de Terrassa de 63 años en un grupo de WhatsApp. Airado por decisiones políticas, afirmó que pretendía acabar con "ese rojo de mierda", en referencia a Pedro Sánchez.


Se descarta el magnicidio
Abierto el procedimiento, los agentes se personaron el pasado 19 de septiembre en el domicilio de Manuel, donde localizaron 14 de sus armas. Las otras dos estaban en un vehículo de su propiedad. Inmediatamente fue detenido y se decretó su trasladado a prisión preventiva en Brians-2, donde se encuentra actualmente.
Pero Moncloa nunca asumió como un riesgo sus declaraciones magnicidas. Entre otros motivos, por los informes que les llegaban sobre el individuo en cuestión. El presidente del club de tiro de Terrassa, en declaraciones a TV3, ha definido a este vigilante de seguridad sin empleo fijo como un "tirador mediocre, de cuarta categoría": "Tiraba con aire comprimido así que imposible que fuera un francotirador".
Porque, junto a su pasión por el atletismo -corría habitualmente maratones-, Manuel había desarrollado una obsesión compulsiva hacia el armamento de fuego. Entre su casa y su coche albergaba un peligroso arsenal, compuesto por 16 armas cortas y largas. Había rifles de precisión de larga distancia. Muchas de ellas habían sido manipuladas por el propio detenido.

Los Mossos comunicaron inmediatamente a Moncloa el material hallado en dependencias de Manuel y los mensajes que había proferido en sus grupos de WhatsApp. Desde el entorno de Sánchez optaron por la vía de discreción. Primero, por no alterar a la opinión pública, y segundo, porque no vieron en riesgo la seguridad del presidente.


Sin antecedentes ni infraestructura
Según ha sabido EL ESPAÑOL, entre otros mensajes vertidos en sus grupos de WhatsApp, Manuel preguntó por la agenda que tenía el presidente del Gobierno. Fuentes de seguridad apuntan que un individuo con intenciones reales magnicidas llevaría a cabo sus planes con mayor sigilo.
En la decisión de Moncloa también pesó el historial de Manuel. Su expediente policial estaba limpio. No tenía antecedentes ni se le conocía vinculación con ningún entramado criminal. En ningún caso se sopesó el caso como una amenaza terrorista, por la inexistencia de lazos entre el individuo y cualquier bandera o ideología terrorista. O lo que es lo mismo, jamás lo consideraron como el Chacal español.
El caso, en cualquier caso, está coordinado por el juzgado de Instrucción 4 de Terrassa. Sus movimientos pueden salirle caros: entre los delitos por los que se le procesa está el de conspiración para atentar contra autoridad con uso de arma, amenazas graves, tenencia ilícita y depósito de armas, municiones y explosivos y un delito de odio.

Por qué Manuel, "un tirador de cuarta", nunca hubiera podido ser el 'Chacal' español
 
La Fiscalía de Barcelona pide 18 años y medio de cárcel para Manuel Murillo, el vecino Terrassa (Barcelona) de extrema derecha acusado de haber planeado matar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en venganza por la exhumación de Franco del Valle de los Caídos.

En su escrito de calificación remitido al juzgado, a que ha tenido acceso Efe, la Fiscalía acusa de los delitos de homicidio en grado de proposición, tenencia y depósito de armas y municiones prohibidas, así como explosivos, a Manuel Murillo, hijo del último alcalde franquista de Rubí (Barcelona) y vinculado a entornos de extrema derecha.

De hecho, el hombre, que llevaba tres décadas trabajando de vigilante de seguridad y tenía un arsenal de armas en su casa, fue detenido en noviembre de 2018, después de que lo denunciara ante los Mossos una dirigente local de Vox que formaba parte de los grupos de whatsapp donde el acusado anunció su intención de matar a Sànchez.

 

Condenado a 7 años y medio de prisión el hombre que manifestó en redes su intención de matar a Sánchez​

La Audiencia Nacional impone a Manuel Murillo dos años y 6 meses por el delito de homicidio en grado de proposición y cinco por depósito de armas de guerra, retirándole por ocho años la licencia

La Audiencia Nacional ha condenado a siete años y medio de prisión a Manuel Murillo, el vigilante de Seguridad que manifestó en 2018 en las redes sociales su intención de asesinar al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El relato de hechos de la sentencia explica que el acusado estaba integrado desde su teléfono móvil en el grupo de whatsapp ‘Terrasa por España’ en el que a partir de junio de 2018 publicó mensajes en los que mostraba su absoluto desacuerdo con la exhumación de los restos mortales de Franco, cuyos trámites habían sido iniciados por el Gobierno de España y que, durante esos meses y hasta su detención, mostró su intención de acabar con el Presidente del Gobierno. El acusado, señala el tribunal, «fue interiorizando que la solución para producir un cambio en la situación política española pasaba por causar la muerte del Presidente del gobierno, para lo que se empeñó en requerir ayuda para llevarlo a cabo».

La Sala de lo Penal le impone dos años y seis meses por el delito de homicidio en grado de proposición y 5 años de prisión por depósito de armas de guerra. Además le condena a 8 años de privación del derecho a la tenencia y porte de armas.

13 armas reglamentarias y siete prohibidas​

La sentencia de la Sección Cuarta detalla también todas las armas que le fueron incautadas, 13 reglamentarias y siete prohibidas, entre ellas un arma de guerra (fusil CETME) y que reconoció como propias durante el juicio. El tribunal ha valorado este arsenal de armas como circunstancia de la alta peligrosidad del acusado.

Así, la Sala señala la dificultad que debe representar y así debe ser, «atentar contra la vida del presidente del Gobierno, lo que haría pensar que la ideación del acusado estaría próxima a lo descabellado y por ende ante una propuesta no creíble ni en consecuencia factible».

El tribunal admite que no hay un plan definitivamente urdido, tramado y menos aún concluído. Pero añade que acontece “ una circunstancia que es indicativa de la alta peligrosidad que supone la determinación adoptada por Manuel Murillo Sánchez, cual es, el arsenal de armas intervenidas al mismo entre las que se encontraron en su domicilio y en el vehículo, no obviando que su afición desde hacía muchos años atrás es el tiro, yendo continuamente a un club a practicar».

La sentencia recoge la doctrina del Tribunal Supremo en relación con la proposición para delinquir que requiere la decisión del proponente de cometer un delito determinado, sin que se exija para su tipificación la aceptación de la propuesta. Según la Sala, en los mensajes analizados ha quedado acreditado que el acusado «cada vez con más ahínco, expresa con una fijación inquebrantable su voluntad de dar fin a la vida del presidente del Gobierno».

Por ello concluye que en la fase que se encontraba, «por embrionaria que fuera, ya se cuenta con la persistencia, fijación y desvelada determinación del acusado de causar la muerte del Sr. Sánchez Pérez- Castejón, a lo que hay que unir que disponía del efecto a emplear pues solo tendría que optar por el apropiado, según las circunstancias, entre los que almacenaba, a cuyo efecto recababa de forma reiterada la ayuda que requería en pro de su pertinaz idea criminal».

El tribunal considera que no se ha acreditado la alteración psíquica del acusado y rechaza también apreciar la eximente incompleta de intoxicación etílica plena, así como la atenuante de embriaguez por consumo de alcohol y medicamentos.