¿A que no sabes cómo pretende el FMI que se combata el cuento del cambio climático?

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¿Cómo iba a ser si no?

Como somos muy malotes y por nuestra culpa este planeta en el que vivimos se calienta, el FMI ha decidido tomar cartas en el asunto y, para que dejemos de ser tan malos calentando el planeta, ha propuesta una medida que nadie podría haberse llegado a imaginar nunca para evitar ese “calentamiento”… ¡oh cielos!

Y la propuesta, a pesar de que pueda resultar “sorprendente” para la mayoría de los “paganinis” del mundo mundial, no podía ser otra que ¡aumentar los impuestos a la luz y a la gasolina! No lo habríamos esperado nunca, estamos completamente anonadados.

Y la subida que “aconseja” es de 75 dólares (68 euros) por tonelada de CO2 que emitan los países en 2030. “Hay que remodelar el sistema tributario y las políticas fiscales para desalentar las emisiones de carbono del carbón y otros combustibles fósiles contaminantes”, explican los autores del estudio ‘Políticas fiscales para frenar el cambio climático’.

Y entre que los políticos, máximos mandatarios de la ONU y demás casta vividora, son demasiado listos y hay mucho tonto suelto por el mundo que se traga que el ser humano es capaz de generar ese cambio climático que tanto se cacarea, a pesar de los muchísimos que ha habido a la largo de la historia de la tierra sin que ni siquiera existiera el ser humano, pues acabaremos pagando como “benditos” la nueva tontería que se les ha ocurrido a todos los “bandarras” que nos gobiernan para vaciarnos más el bolsillo.

Aunque según nuestra opinión, los primeros que deberían soltar la “gallina” tendrían que ser los memos que se manifiestan por el planeta cortando calles y provocando que todos los coches esperen a que se les pase la tontería “al ralentí” y soltando humos por su tubo de escape. Bueno, esos y los vividores de los padres de Greta que, ya que tienen tanta cara y se están forrando a costa de su hija menor de edad, por lo menos que paguen como benditos.

 
Los banqueros advierten de que las empresas que no se adhieran a la paranoia del cambio climático entrarán en bancarrota, al tiempo que se evidencia que están financiando un movimiento de protesta profesionalizada

La paranoia del cambio climático por CO2 se está convirtiendo en el eje central de la política globalista, en estos últimos días del capitalismo (como ya dice la prensa oficial).

Desde Inglaterra nos llegan dos noticias que ejemplifican el cariz histérico que están tomando los acontecimientos.

Por un lado, el presidente del Banco de Inglaterra afirma que «las grandes compañías que ignoren la ‘¿crisis climatológica?´ irán a la bancarrota». ¿Por qué?, os preguntaréis todos; ¿qué tendrá que ver una cosa con la otra? Pues porque los inversores escaparán de sus acciones y harán que quiebren.

Estas apocalípticas declaraciones hay que entenderlas en el contexto del esperado crack final de la bolsa y, bajo mi punto de vista, es el argumentario que la prensa oficial está preparando para cuando este ocurra: «han quebrado porque se negaban a tomar medidas contra el cambio climático». Lo cual, evidentemente, indica lo cerca que estamos de que ello ocurra.

Por otro lado, el diario inglés «The Mail on Sunday» ha averiguado que los activistas del movimiento «anticambio climático» «Extinction Rebels» (Rebeldes ante la extinción), del cual, evidentemente, la «niña del exorcista» Greta Thunberg es su máximo exponente, están recibiendo 400 libras a la semana por su profesionalizada protesta, de donantes como George Soros, la familia del banquero John Getty, el hijo ded la diseñadora Vivien Westwood o el grupo de rock, Radiohead.

Nos encontramos, pues, ante una acción prototípica de este «final de estos tiempos», en el que (al igual que en Cataluña), los que protestan y los culpables de las protestas tienen el mismo mensaje, y trabajan coordinados abiertamente.

Ya que estamos, os cuento una anécdota revelada por un amigo que acudió recientemente a una charla-coloquio sobre el cambio climático en la que estaba una ex diputada de Podemos, llamada Lorena Ruiz Huerta, en la que un señor de entre el público le preguntó cómo era posible que tuvieran la misma posición ante un tema que sus enemigos naturales, los banqueros del Banco Santander y toda la élite financiera del Planeta. El guirigay que se armó para evitar ese jaque mate ejemplifica la incómoda situación en la que se encuentra actualmente la izquierda revolucionaria de todo el Planeta.

 
Resumen de las tonterías que dijeron los del cuento climático en los últimos 50 años. Por Javier Giral Palasí

Hace unas semanas Manuel Llamas nos recordaba en Libremercado, las falsas predicciones de los ecolo-getas que nunca se cumplen:

-1967: "Hambruna terrible para 1975"
-1969: "Todos desaparecerán en una nube de vapor azul para 1989"
-1970: "Edad de hielo en el año 2000"
-1970: "América sufrirá racionamiento de agua en 1974 y racionamiento de alimentos en 1980"
-1974: El agujero de ozono es un "gran peligro para la vida"
-1980: "La lluvia ácida matará la vida en los lagos"
-1988: Las Maldivas estarán bajo el agua en 30 años
-1989: La subida del nivel del mar "destruirá" a la mayoría de países en el año 2000
-2000: "Los niños no sabrán qué es la nieve"
-2004: Gran Bretaña tendrá clima siberiano para 2020
-2008: El Ártico se quedará sin hielo para 2018
-2009: El Ártico se quedará sin hielo para 2014
-2013: El Ártico se quedará sin hielo para 2015
-2014: Tan sólo restan 500 días antes del "caos climático"

Ante la ola de frío polar que hemos padecido en noviembre con temperaturas inusuales de enero en otoño, porque noviembre es otoño no invierno (algo que muchos parecen desconocer) vemos que la primera consecuencia es que… ¡Por favor que alguien le diga a Greta que no venga en bikini a España! Ya saben la niña del exorcista ante Trump, la niña obsesiva con síndrome de Aspergen y sueca, o sea de Suecia, el paraíso del “gili-progres del mundo uníos” para hundirnos a todos… Tan paraíso es aquello que actualmente Suecia lidera el ranking de violaciones, que es lo que tiene meter en una población de 8 millones de habitantes a 3 millones de musulmanes refugiados de Siria, Irak o Irán entre las rubias suecas y que ahora por miedo se tiñen el pelo de negro e incluso se ponen velo islámico para andar por sus barrios de noche. El paraíso socialdemócrata sueco hace aguas por todas partes, pero ese no es el tema de hoy.

Como decía, la segunda consecuencia del frío polar es que a los calentólogos del cuento climático les costará un poco más vender su mercancía averiada, aunque tampoco mucho porque el personal anda muy adoctrinado en el decálogo de mandamientos giliprogres; tampoco recibe otra información, y la cosa del tiempo les entretiene mucho en TV, que si llueve, que si nieva, que si hay sequía en Bollullos de Abajo, etc… siendo el tema de conversación más demandado en todos los silencios por los ascensores.

En 2007, el galardonado Nobel Al Gore hacía la predicción de que la capa estival de hielo ártico podría desaparecer en tan sólo 7 años, han pasado 12 años y no sólo no ha desaparecido, sino que es más gruesa, entonces a Algore le concedieron todo tipo de premios como el Príncipe de Asturias pero sobre todo el sujeto se puso a recaudar fondos a diestro y siniestro. Y como seguían sin apreciarse variaciones significativas en las temperaturas, los calentólogos temiendo por sus subvenciones y por sus negocios encontraron una varita mágica, pasaron de llamarlo “calentamiento global” a llamarlo “cambio climático” que vale para todo, y quiere decir que si hace 40º en agosto es por culpa nuestra y que le van a caer 3 eco-impuestos más, y que si hace frío en enero también es por culpa nuestra y que nos van a caer otros 4 eco-impuestos más. En cualquier caso, los ecolo-getas aseveran que nos vamos a abrasar y ahogar por el mar igualmente y que vayamos sacando la cartera, teniendo menos hijos, comiendo hierbas silvestres y en bicicleta por la autopista.

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Y es que el tiempo sube y baja, y cada año viene algo diferente, no es un reloj que cada 21 de junio y cada 21 de diciembre se regula como el climatizador de casa y pone la misma temperatura… y así ha sido toda la vida. Y cuantas más subvenciones cobraban los ecolo-getas para darnos conferencias sobre si nos íbamos a abrasar al baño maría o al vapor... resulta que aunque ya nadie lo recuerda, los dos últimos inviernos no han podido ser más fríos y crudos: Rusia sufrió la mayor ola de frío de los últimos 100 años, Turquía amaneció nevado, congelado y sus vuelos cancelados, en Europa occidental murieron 20 personas por la última ola de frío del invierno pasado, en EE.UU la ola de frío causó estragos en la mitad de sus estados y España vivió las temperaturas más bajas desde 2008, etc. En cualquier caso estamos seguros que la Tierra cambiará su clima durante los próximos 100.000 años, como lo ha hecho siempre, posiblemente para congelarnos más con otra glaciación... Pero ¡Menudo chollo! 100.000 años viviendo del cuento del eco-rollo climático.

Y ahora como antes hicieron con el homosexualismo, los gurús y estrategas de la basura del Marxismo Cultural nos están dando especialmente la vara con el apocalipsis del cambio del clima climático (junto al feminazismo) para “mentalizarnos” de que nos van a freír a “ecoimpuestos” de tal manera que tiembla el misterio, buscando dominarnos y pastorearnos de otra manera más, sin olvidar que detrás de la niña zumbada sueca están las empresas que la patrocinan y quieren hacer su agosto a costa de meterle el miedo a todos ustedes en el cuerpo. Economistas de Libre Mercado han hechos cálculos que estiman que aplicar las ideas de Greta Thunberg supondría un impuestazo de 60.000 millones de euros que pagarían todos ustedes.

Luis del Pino por su parte asevera que “Cuando una supuesta teoría científica (la estafa del calentamiento global) necesita crear niños-estrella tipo Greta Thunberg para "explicarse" por vía sentimental es porque, en realidad, no es una teoría científica. Lo del calentamiento global es solo política. Peor: una secta”. Y nos recuerda que la medición UAH utilizando los instrumentos de los satélites de la NASA sólo percibe un aumento de 0,02 grados de temperatura desde 1998 a 2016, o sea menos del margen de error, y por tanto no hay variaciones significativas, porque en los próximos 20 años podría ser 0,02 grados menos.

 
A propósito del timo de la cumbre del clima: Una de tantas mentiras de los ecolojetas

Sin ser un científico, y menos aún de los subvencionados en esta infumable cumbre del clima, cualquiera puede comprobar lo que sigue, una de tantas mentiras de los ecolojetas subvencionados.

Cuando la materia se calienta tiende a expandirse, pero esta regla general de la naturaleza tiene una excepción, el agua, que se dilata cuando se congela porque sus moléculas ocupan más espacio cuando están frías que cuando están calientes.

Si llenamos una botella de agua hasta el borde y la congelamos observaremos que la botella estalla en el congelador. De la misma forma si cogemos un volumen de hielo determinado y dejamos que se derrita hasta el estado líquido observaremos que ocupa un volumen menor.

Si rellenamos un vaso de agua con hielo hasta el borde veremos que el hielo sobresale por encima de la superficie del agua, pero cuando el hielo se derrita el vaso quedará igualmente lleno hasta el borde sin haberse derramado fuera ninguna cantidad de líquido.

¿Cuánto se dilata un volumen de agua al congelarse? o ¿Cuánto merma el volumen de un hielo al derretirse? Exactamente la misma cantidad, aproximadamente un 10%.

Hemos oído todos que un iceberg flotando en el mar tiene aproximadamente un 90% de su volumen bajo el agua. De ahí también el dicho de que algo que asombra al principio se diga que es la punta del iceberg cuando lo más llamativo está aún oculto bajo la superficie.

Los ecolojetas del cambio climático se hartan de augurar la inundación de muchas zonas costeras cuando los polos se calienten y se derritan los casquetes polares ¿verdad? Pues acabamos de ver con los anteriores ejemplos que el volumen del mar se mantendrá inalterable si llegasen a derretirse los casquetes, pues el volumen de hielo que hay emergido de la superficie es el volumen de la dilatación del agua sumergida que ocupará, exactamente, cuando se haya derretido. El volumen del mar no variará.

Sin embargo, dado un cierto aumento de la temperatura global, el agua de los mares, que es salada y ocupa un mayor volumen que el agua dulce, se evaporará más y formará nubes, que producirán más lluvias, de agua dulce, las cuáles podrían ser recogidas en embalses para irrigar zonas del planeta que están secas y áridas en la actualidad y producir mayores cultivos.

Y ¿qué pasa con la salinidad de los mares? Pues que aumentaría aparentemente al derretirse los casquetes y liberar la sal que contienen, además del aumento de la misma por la evaporación de los mares hacia las nubes. Y esto ¿sería un problema irresoluble? La salinidad se mantiene constante porque el agua de los océanos y la de los casquetes polares es la misma. La salinidad es constante.

 
Un piloto de Iberia destroza los argumentos de Greta Thunberg, ‘sacerdotisa’ del cambio climático, la nueva religión para tontos de todo el mundo

Rodrigo de Castilla.- Es muy penoso lo que está ocurriendo con esta niña. Y deberíamos todos avergonzarnos de colaborar con la explotación vil y salvaje de una menor que, gracias a su condición de Asperger (que NO deficiencia o enfermedad) es presa fácil de los sinvergüenzas de sus señores padres y de los profetas del alarmismo sobre las tremendas mentiras del cambio climático “antropocéntrico”. La culpa no es de ella; la culpa es, sin la menor duda, de los responsables de una menor de edad que evidentemente ha sufrido un temible lavado de cerebro. Lavado de cerebro que, dada su condición de Asperger, al provenir de alguien en quien confía, y al ser ampliado y sostenido por sus padres, ella otorga una confianza de un absoluto completo. Y así estamos.

En realidad, lo del “cambio climático” es muy fácil de explicar. Y los expertos lo saben. Y lo han explicado. Pero parece que resulta más conveniente adoctrinar a las masas sobre una falsedad manifiesta que contar la verdad. Y el motivo es evidente: si el mundo está preocupado por una catástrofe que no existe, no se preocupará de que las élites estén robando su dinero mediante la especulación macroeconómica. O mediante la manipulación de los gobiernos estatales. ¿Cuanta gente se va a olvidar esta semana del golpe de estado “con sordina” que está preparando el Frente Popular en España? Pues la mayoría. Porque ya sabemos que la mayoría es, aproximadamente, el conjunto de los mediocres.

En fin. A la inefable Greta, a sus lamentables progenitores y a Soros & Co. se los desmonta muy fácilmente. Que la gente quiera entenderlo, ya es otro problema.

La cosa es así de fácil, señoras y caballeros:

El “Cambio Climático” explicado para tontos:

¿Está cambiando el clima? SÍ

¿Es por culpa del hombre? ¡NO!

¿Cuando empezó a cambiar el clima? El clima cambia desde que existe el clima.

¿Es importante el CO2 para la temperatura? ¡NO! El CO2 representa una minúscula fracción de todos los gases que existen en la atmósfera. Imaginemos dos campos de fútbol. Uno a continuación del otro. Bien; pues justo el CO2 en la atmósfera serían los 5 cms finales de la longitud de 2 estadios. ¿Debemos creer que hay mucha diferencia entre 5 o 7 cms?

El CO2 sirve para aumentar el crecimiento y el tamaño de las plantas en todo el planeta. A más CO2, más vegetación. A más vegetación, más CO2 se absorbe. A más CO2 consumido por las plantas, más oxígeno generado por las mismas. Y, por supuesto, a más CO2 consumido por el aumento de la vegetación, MENOS CO2 atmosférico.

¿Está claro ya o hago un croquis?

¿Y que más podríamos decir de la VinaGreta? Perdón, de la niña Greta.

¿Qué podemos decir cuando una Iglesia luterana de Suecia acaba de proclamarla -en público y por escrito- como la sucesora de Jesucristo?

El caso es que, para desmontar todo este circo falso de opereta -la Opereta de Greta- contamos con el anónimo testimonio que un piloto de Iberia ha publicado, de forma anónima, en Facebook. Y lo ha hecho de forma anónima porque de hacerlo con nombre y apellidos, su seguridad personal y la de su familia hubiera estado en riesgo. Este es el nivel de los “activistas por el clima”. Macarras ignorantes. Pasen, pasen y lean:

“Ayer hicimos el vuelo Madrid / Buenos Aires, Airbus 350 de nueva generación. Consumimos 70.000 kilos de queroseno, llevando 350 pasajeros. Recorrimos 5560 millas náuticas , que son unos 10.000 kilómetros desde Madrid a Buenos Aires. Si dividimos, nos sale que cada pasajero consumió 2 kilos de queroseno cada 100 kilómetros. 70.000 dividido entre 100, y dividido entre 350 pasajeros. ¿Fácil, no?

No conozco ninguna máquina tan eficiente, y que además lo haga a más de 900 kilómetros / hora. Todo esto sin contar la carga de pago (transportamos carga en las bodegas, también), que haría que el consumo por pasajero bajara de los 2 kilos por 100 kilómetros. Ahora dile a tu coche que te consuma 2 kilos a los 100, pero que vaya a 900 km/h. También te puedes ir en barco, como Greta, y en tan solo 21 días, a motor, no a vela, llegarías al puerto de Barcelona , y desde ahí te puedes ir en bici a Madrid, otros dos días, sino duermes, o cinco días más, si vas caminando. Pero supongo que vuestro tiempo tendrá algo de valor para vosotros (tardamos 11 horas 47 minutos)

No voy a entrar en que la mayor parte de los gases de escape se expulsan a 40.000 pies de altura, en la tropopausa, sobre el Atlántico, muy lejos de las fábricas de Beijing, Shanghai, Méjico, São Paulo o cualquier otro centro industrial sobre el que actualmente no hay ningún tipo de control de emisiones.

Pero esa es otra historia…

En fin, que no te engañen. Los aviones no son el problema”

 
Laureano Benitez Grande-Caballero: «Los acuerdos sobre la limitación del CO2 ocasionarán una brutal subida de los precios y del endeudamiento de las naciones»

Reunidos en Madrid a pocos kilómetros de donde se realizaba la cumbre oficial sobre el supuesto calentamiento del planeta originado por el CO2 humano, un puñado de los mejores investigadores organizaron una «minicumbre» de la disidencia contra el COP25, con el fin de grabar un vídeo donde se explicaran las manipulaciones de la ideología oficial sobre el supuesto «cambio climático», video que está disponible:




En los primeros minutos, los organizadores enviaron un mensaje a Pedro Sánchez, quien unas horas antes había dicho que “sólo un puñado de fanáticos niegan que el ser humano esté provocando un cambio climático”: “Contamos con las firmas de 800 científicos”, aseguró James Taylor, organizador del evento y presidente del lobby libertario The Heartland Institute, antes de recordar cómo, hoy día, cualquier accidente climatológico se atribuye a la acción del hombre: “Antes decían que si hacía calor, ahora que si hace frío, si llueve o si hay sequía y si despiertan volcanes: todo es por culpa del hombre. La realidad es que el clima siempre, desde que existe el Planeta, ha estado cambiando y no precisamente por culpa del ser humano, sino del sol”.

El profesor emérito de la universidad de Princeton y ex asesor de la Casa Blanca en materia científica, Will Happer, fue el ponente más esperado, y no defraudó. En un ejercicio de humildad, reconoció que en los años 80 él llegó a creer que el clima estaba cambiando por influencia humana, pero los datos hicieron que modificara su postura: “No hay emergencia climática; lo que hay es una religión alrededor de este tema, que no ciencia. La ciencia no es democrática, ni se vota; aunque hubiera un 97% de los científicos a favor de esa tesis (lo cual es falso), seguiría siendo mentira, cuando los datos contradicen una tesis. Aquí el problema son las subvenciones a los científicos por parte de los gobiernos, lo que hace que estén manipulando los datos para que casen con su alarmista teoría. El mundo está en un estado de histeria. La gente está confundiendo el CO2 con la contaminación, cuando la realidad es que el CO2 no se ve, y es vital para desarrollo de las plantas. Lo cierto que es difícil de predecir el aumento de más de un grado centígrado en la temperatura del planeta”.

El científico Stanley Goldenberg, cuarenta años analizando los huracanes, desmontó con demoledora sencillez la presunción de que el número de tormentas tropicales, tornados y huracanes haya aumentado en las últimas décadas: “Lo que ha cambiado son los métodos de medición. Antes se hacía desde los observatorios costeros, pero cuando empezaron a utilizarse los satélites, lógicamente se detectaron muchos más huracanes que no llegan a las costas porque mueren en el propio mar. De manera que, cuantitativamente, sí es cierto que han aumentado su número, pero, como digo, esto se explica porque ha mejorado el método de medición”.

Goldenberg señaló que, en Estados Unidos, los años 2017 y 2018 han sido los más fríos desde los años 30 y apuntó a que los datos del pasado se han retocado porque han considerado una variable que provocaba una variación en la forma de medir la temperatura respecto a hace un siglo. La razón es sencilla: muchas de las estaciones meteorológicas antes estaban a las afueras de las ciudades, con lo que las temperaturas medidas eran, evidentemente, más bajas que ahora, cuando esa estaciones han sido absorbidas por los núcleos urbanos, que generan más calor. Al parecer, en el proceso de “homogeneización” de esos datos se han producido unas correcciones que han avivado la paranoia de la subida de las temperaturas. Goldenberg ilustró este tema con sendas imágenes de los observatorios madrileños de El Retiro y Navacerrada.

Según Christopher Monckton, ex asesor de Margareth Thatcher, con estas medidas restrictivas de las emisiones de CO2 la ONU no ha conseguido nada más que detener el progreso en los países en vías de desarrollo. A su juicio, y el de otros ponentes, los elevados impuestos que se van a crear para cumplir los objetivos de los acuerdos de París dictados por la ONU van a hacer que las industrias continúen marchándose a China pues, increíblemente, este país queda exento de momento de las limitaciones a los gases CO2. Al no tener que imponer impuestos a sus empresas, las de otros países se están yendo allí para producir porque les sale más barato, generando consiguientemente desempleo.

El ingeniero de la universidad chilena, Douglas Pollock, aportó un curioso dato: los recientes disturbios en Chile se debieron al cambio de modelo energético que conllevó la subida del precio del billete de metro, por lo que podemos considerar ésta como la primera revolución esquizofrénica: los propios manifestantes, ecologistas, no saben que están luchando contra sus propias ideas, que provocan subida de precios y, por tanto, su empobrecimiento. Polllock aseguró que la implementación de estas medidas va a generar una brutal subida de la luz y de los precios en todos los países, afectados por los impuestos que se van a colocar a la generación de energía y, por tanto, al transporte y el procesado de productos.

En general, todos los ponentes están de acuerdo que las medidas impuestas van a generar un empobrecimiento de la población mundial, y no van a tener ninguna repercusión sobre el clima. Seguirá habiendo huracanes, terremotos, volcanes, frío, calor e inundaciones, porque todos ellos son fenómenos naturales en el planeta.

Esta «minicumbre» de la disidencia contra la ideología «climáticamente correcta» propuso que el año que viene, en la edición de Glasgow, haya un debate real entre ambas corrientes científicas.

 
Los suecos dan la espalda a la insoportable Greta Thunberg y califican el dinero invertido en su causa: «Es el mayor desperdicio»

Tal como informa el medio digital Caso Aislado (reproducimos la noticia en euskalnews.com), la población sueca ha hablado: el gasto destinado a lucha contra el cambio climático ha sido el mayor desperdicio de los contribuyentes en 2019.

La Asociación Sueca de Contribuyentes publicó recientemente los resultados de la encuesta que realiza todos los años para conocer la opinión de los suecos en materia de gasto público. El Gobierno sueco consideró interesante duplicar la inversión pública en política climática, una inversión que el pueblo sueco ha calificado como la más innecesaria.

«Se desperdicia demasiado dinero sin beneficio para quienes pagan», afirman los suecos. Hay que añadir, que en los últimos años, se ha pasado de 5.200 millones de euros en inversión para la política climática, hasta los 12.600 millones para 2020, una cifra que no ha servido para reducir las emisiones contaminantes.

El 30% de los votos recayeron en la política climática, lo que claramente indica que cada vez son más las personas que rechazan el negocio que tienen montado ciertas asociaciones con la excusa de la ‘emergencia climática’, una emergencia que algunos científicos han calificado de «inexistente».

Recordemos que Greta Thunberg, la niña usada por la izquierda para tratar de vender la necesidad de invertir ingentes cantidades de dinero para luchar contra el cambio climático, es de Suecia.

 



¿Es posible que las capas de hielo de los polos puedan contarnos qué sucederá en el futuro? Los testigos de hielo contienen los registros históricos más completos de los cambios climáticos ocurridos en la Tierra, y nos pueden ayudar a tener una idea de lo que puede suceder en el futuro.
 



Michael Shellenberger, el intelectual líder en Norteamérica sobre energía limpia, calificado como el “sumo sacerdote” del movimiento medioambiental explica por qué los ambientalistas han mentido en los últimos años.