La cristiana Hungría se blinda contra las marranadas de la agenda mundialista: prohíbe el cambio de sexo en el registro civil

Hungría vuelve a ser el foco de críticas y denuncias de diferentes organizaciones de derechos civiles y de la comunidad LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales) después de que su Parlamento aprobara la semana pasada la inscripción de cambio de sexo en el registro civil y el reconocimiento jurídico de género de las personas transgénero.

El cambio legal, impulsado por el Gobierno húngaro, fue aprobado gracias a la mayoría absoluta de que dispone el Fidesz, el partido del primer ministro Viktor Orban. Por 134 votos a favor, 56 en contra y 4 abstenciones se dio luz verde a la reforma del artículo 33 de la ley que define el género como “el sexo biológico basado en el nacimiento y el genoma”, y que obliga a los ciudadanos a registrarse en los documentos oficiales según el sexo biológico, sin que pueda ser modificado nunca.

De esta forma, las personas transgénero no podrán cambiar de nombre ni obtener documentos según su identidad de género. Se bloquea así el reconocimiento legal del cambio de sexo, en una medida que afecta en estos momentos a unos 30.000 transexuales residentes en el país. Hasta ahora, estas personas podían solicitar sin ningún problema un cambio de sexo en el registro civil.

Vulneración de derechos

Desde la votación, las reacciones contra Viktor Orban y su Gobierno se han sucedido en cadena. Organizaciones europeas de defensa de los derechos de las personas de la comunidad LGTBI como ILGA-Europe y Transgender Europe han pedido retirar la norma porque aumentará la “discriminación y violencia” que sufren las personas transexuales.

Las críticas se centran en que la nueva legislación dificultará la vida de mucha gente, que tendrán que explicar las contradicciones entre sus documentos y su identidad o que, por ejemplo, serán hospitalizadas en salas que no corresponden a su sexo real.

Amnistía Internacional estima que las nuevas disposiciones van “contra las obligaciones internacionales y nacionales de Hungría sobre varios derechos humanos”.

“Es triste y escandaloso que el Parlamento haya decidido adoptar esta ley odiosa despreciando las preocupaciones manifestadas por decenas de organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales”, declaró Tamas Dombos, de la Alianza Húngara LGBT.

Críticas desde la ONU

También habían protestado la comisaría de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic; el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, y diversas ONG y partidos de la oposición húngaros, informa Efe.

El Gobierno húngaro responde que, pese al cambio legal, los transexuales podrán vivir su vida y expresar su identidad tal como lo han hecho hasta ahora. Tras limitar la independencia de la Justicia y la prensa después de su regreso al poder en 2010, Viktor Orban ha sido foco permanente de preocupación de la UE y del Partido Popular Europeo al que pertenece por su deriva autoritaria.

Después de su reelección en 2018 lanzó un proyecto de “nueva era” cultural para promover los valores cristianos y tradicionales. Y ahora, con motivo de la pandemia de coronavirus, se ha arrogado poderes especiales que merman drásticamente los derechos fundamentales de la ciudadanía.


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