La banca siempre gana

Desde 2007 los bancos se han desprendido de 25.051 personas y las cajas de 59.589. Los bancos también han cerrado 4.559 sucursales, el 29,6% de las que tenían antes de la crisis, mientras que las cajas han prescindido de la mitad de su red, 12.391 oficinas.

Pero la sangría no termina: Caixabank se deshará antes de acabar 2020 de un total de 2.023 empleados, el Banco Santander acaba de convocar a los sindicatos para negociar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y ya se deslizó que el número no será inferior a 3.000 trabajadores y están pendientes los que puedan producirse cuando culmine la fusión entre Unicaja y Liberbank.

La banca sumó 17.316 millones de euros de beneficios en 2018. El Santander, que ha ganado 1.840 millones en el primer trimestre, aduce razones “organizativas y productivas” para el ERE que negociará las próximas semanas. Los mismos motivos que ha puesto sobre la mesa Caixabank, con 533 millones de euros de ganancias.

Mientras miles de trabajadores se quedan sin trabajo, este año se repartirán en el Santander 3.734 millones de euros en dividendos y 1.017 millones en Caixabank, lo que se traduce en un aumento del 4,5% y del 8,3% respecto a 2017.

La entidad que preside Ana Patricia Botín ejecutará con el de este año su cuarto despido colectivo desde 2013. El que acaba de pactar el banco de Jordi Gual es el segundo, después del que afectó a 700 trabajadores en 2015 y de dos planes de bajas voluntarias en 2016 y 2017, por los que dejaron la entidad 1.119 y 400 personas, respectivamente.

Al tiempo que Caixabank y Santander aligeran sus plantillas, los sindicatos negocian el convenio colectivo del sector, que caducó el pasado 31 de diciembre. Uno de los puntos de discusión serán los horarios. Este lunes se hace obligatorio en todas las empresas el registro de las horas de trabajo.

En 2015, UGT calculó en 30.000 las horas extras diarias que hacían los trabajadores del Santander y que ni se pagaban ni cotizaban a la Seguridad Social. Las denuncias de los sindicatos a la Inspección de Trabajo han sido decenas durante los últimos años.

Mientras, las entidades niegan que las plantillas trabajen ni una sola hora de más.