Juana Rivas vuelve a secuestrar a sus hijos

Juana Rivas tenía que haber entregado a sus dos hijos a Francesco Arcuri, el padre de los niños, el domingo por la noche. Sin embargo, tras presentar una denuncia contra él por presuntos malos tratos hacia el más pequeño, Rivas se ha refugiado con los menores en casa de una amiga, en un pueblo a 15 minutos de Cagliari, capital de Cerdeña, y ha decidido que los menores no volverán con su padre hasta que un juez italiano, tras revisar los últimos acontecimientos, la obligue. Sobre la posibilidad de que Arcuri la denuncie por no devolverle a los dos menores, Rivas ha dicho a este diario: “Yo he perdido el miedo a todo. Los niños son los que denuncian los hechos. ¿Por qué me va a denunciar? ¿Porque los niños no van al colegio? Es que los niños arriesgan la vida estando en el domicilio de su padre. Mejor es perder el curso”.

Rivas fue condenada en julio por un juez español a cinco años de prisión y seis de inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad por la sustracción de sus hijos. La sentencia no es firme y no es ejecutable ni en España ni en Italia. La madre de Maracena (Granada) voló a Cagliari la semana pasada para reencontrarse con los niños. El viernes por la noche, según la denuncia presentada ante el juzgado italiano, descubrió unos moratones en la espalda del hijo pequeño, de cuatro años. El sábado lo llevó al hospital para que le hicieran un parte de lesiones y el domingo acudió a la comisaría.

Según recoge la denuncia, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, es el hijo mayor de 12 años quien cuenta que los moratones son el resultado de unos hechos ocurridos unos días antes en Génova, donde se encontraban visitando a sus abuelos italianos. En la denuncia también se incluye el relato de la madre a partir de lo que su hijo le había explicado. El texto señala que, ante la dificultad del menor para dormirse, “el padre le repetía incesantemente: 'Hijo de puta, imbécil te voy a sacar de aquí, cojones, te voy a matar'. Después lo cogió y lo lanzó con fuerza contra el hierro de la cama para después empujarlo contra la pared del pasillo”.

El domingo por la noche, Rivas debía entregar los menores a Arcuri pero no lo hizo. ”Le he explicado que debido a las circunstancias no podía entregárselos”, ha indicado la madre, quien además cuenta que “los hijos están aterrorizados de volver con su padre”.

A la pregunta de con su actitud provoca una ruptura en Italia del acuerdo de guardia y custodia vigente, fuentes del equipo asesor de Rivas explican que un juez italiano dictó un convenio que permite a Juana tener los niños siete días con un preaviso de cinco. “Es cierto que ese preaviso no se ha cumplido, pero consideramos que la situación de urgencia lo justifica”, señalan a este diario los abogados de Rivas. En cualquier caso, desde el entorno legal de Juana Rivas mantienen la posición de que, llegado el caso, si el juez indicara que hay que entregar a los niños a su padre, así lo harán.

Esta es la quinta denuncia que Rivas ha presentado en los últimos meses contra Arcuri en Italia. Por el momento, ninguna de ellas ha desembocado en ninguna acción contra su expareja y padre de los niños.

Por su parte, el letrado del padre de los niños, Enrique Zambrano, ha manifestado que “la señora Rivas está demostrando con estas actuaciones que no le importa lo más mínimo el bienestar integral de sus hijos, ni respeta la justicia, ni sus colaboradores, sean estos peritos judiciales, psicólogos o equipos de servicios sociales”. Zambrano ha advertido: "Mis compañeros de Italia ya han tomado las medidas pertinentes en cuanto a denunciar la no entrega de los menores en el lugar y hora acordados. Aquí, en España, estamos valorando cual será la que solicitaremos en breve”. Zambrano no ha querido comentar nada respecto a los menores “ya que existe vigente una orden judicial al respecto dictada en su momento por el Juzgado de Instrucción número 2 de Granada, [por la que no se pueden hacer comentarios públicos sobre ellos] aunque la Sra. Rivas y sus representantes no parecen acordarse”, ha concluido.

EL CENTRO DE LA MUJER DE MARACENA INTERVIENE DE NUEVO

Tras algo más de un año en el que el caso Juana Rivas estaba en manos de sus abogados, el Centro de la Mujer de Maracena ha tomado una decisión relevante. En un escrito a la División de Emergencia Consular, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, le urge a tomar “de forma urgentísima” medidas de tutela y protección de Juana Rivas y sus dos hijos frente a lo que considera “una gravísima actuación de riesgo y un atentado a sus derechos fundamentales… para que, por el órgano judicial italiano correspondiente les sea otorgada a estos una medida urgente de protección”.

En el documento, el órgano dirigido por Francisca Granados, aporta también unas hojas en las que el propio hijo mayor relata una serie de presuntos malos tratos a cargo de su padre.

Juana Rivas se niega de nuevo a entregar a sus hijos al padre tras denunciarlo por malos tratos
 
Esto es lo que trae el feminismo y el empoderamiento. Se creen que pueden hacer lo que les de la gana las muy zorras. A ver si la meten en la cárcel en Italia porque aquí se iría de rositas.
 
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:elrisas:
 
Miare ha hecho algo parecido con el perro de Dallas.
 
Francesco Arcuri niega malos tratos a su hijo y recuerda que está bajo vigilancia de los servicios sociales

Franceso Arcuri no se va a quedar de brazos cruzados ante la negativa de su ex pareja, Juana Rivas, a entregarle a sus hijos, de quien tiene la custodia temporal, con el argumento de que el italiano les somete a presuntos malos tratos.

Según su abogado, Enrique Zambrano, "ni la policía italiana ni los dos médicos que vieron a los niños se creyeron la versión de Juana Rivas" y lo vivido ayer en Italia lo ven como un episodio más de la instrumentalización que está haciendo de sus hijos la granadina, condenada a cinco años de cárcel por el secuestro de los niños en el verano de 2017 en España. Zambrano recuerda que Arcuri y sus hijos han sido sometidos a "una intensa vigilancia" por los servicios sociales italianos, que tienen redactado un informe exhaustivo sobre la relación de los hijos con los dos progenitores y que Arcuri no quiere difundir porque siempre se ha mostrado reacio a lo que se pueda encontrar su hijo mayor cuando haga búsquedas en internet.

En cuanto a la carta difundida hoy en determinados medios, Enrique Zambrano ha contado que va a pedir su retirada ya que vulnera la Ley de Protección de Menores, ya que se proporciona el nombre del mayor de los hijos. En la misiva, se hace un relato de supuestos malos tratos a los que Arcuri somete a sus hijos. De no conseguir que se retire, Zambrano tenía pensado acudir a Fiscalía en Granada. Además, el abogado tiene pensado "solicitar medidas en relación a la sentencia de condena a cinco años a Juana Rivas" en los tribunales españoles.

Las autoridades judiciales de Granada ya prohibieron, a instancias del padre, que se difundiera un informe sobre el hijo pequeño de un asunto que no beneficiaba precisamente a Juana Rivas, pero siempre, según las fuentes, debido al interés de Arcuri porque sus hijos se encuentren lo mínimo posible sobre su caso en internet.

Fuentes cercanas a Arcuri explicaron que esta mañana se encontraba en los juzgados de Cagliari a la espera de contarle al juez de familia la nueva situación en la que se encuentra, sin poder llevar a sus hijos al colegio desde su casa, en la isla de Carloforte, porque la madre no se los entregó ayer como estaba previsto.

Los jueces italianos todavía no han emitido su parecer definitivo sobre el régimen de visitas de los niños de la pareja, después de que, durante meses, estuvieran estudiando la situación con psicólogos y servicios sociales. Los técnicos de estos últimos, según explica Zambrano, han visitado el domicilio de Arcuri y se han entrevistado con su entorno para ver cómo se hacía cargo de sus hijos. El mayor de ellos, además, estaba recibiendo ayuda psicológica por indicación de los juzgados, algo a lo que se había negado la madre, según fuentes del entorno de Arcuri.

Juana Rivas puede sufragar su estancia en Italia gracias a una campaña de recaudación de fondos que inició hace meses con la ayuda de varias asociaciones feministas. Según fuentes del caso, Francisca Granados, asesora del Ayuntamiento de Maracena, sigue dando consejos a Juana Rivas, pese a que, en la sentencia condenatoria a la madre, el juez dijera que había estado muy mal aconsejada cuando decidió secuestrar a sus hijos hace un año. Granados fue acusada de intrusismo profesional y el juzgado archivó el caso. Otro de los grandes apoyos mediáticos de la causa de Juana Rivas ha sido Miguel Lorente,el experto en Violencia de Género reclutado por el equipo jurídico de la madre granadina. Sin embargo, desde la sentencia que la condenaba a cinco años, cargos públicos como Susana Díaz no han vuelto a manifestar su apoyo.

Francesco Arcuri niega malos tratos a su hijo y recuerda que está bajo vigilancia de los servicios sociales
 
Juana la Loca prescinde de su abogado, siguiendo los consejos de las locas del coño

Juana la Loca lleva años intentando viogenizar a su exmarido para hacerse con la custodia de los hijos, siguiendo las recomendaciones del Centro de la Mujer de Maracena, una institución feminista financiada por papá Estado, especializada en ayudar a locas del coño a explotar la indefensión jurídica del hombre español.

El problema con que se ha topado el aquelarre femimarxista, es que el padre vive en un país en el que el hombre aún disfruta de la presunción de inocencia.

Imagináos por un momento que Francesco Arcuri, el padre, viviera en España. Resulta espeluznante lo fácil que habría sido conseguir la custodia exclusiva de los hijos, robarle todo lo que es suyo, mandarlo al calabozo todas las semanas, destruir su vida y empujarlo al suicidio a golpe de denuncia falsa.

El País:

Juana Rivas, por segunda vez, decide prescindir de su abogado. En un comunicado emitido a última hora de la noche del viernes, Rivas ha hecho pública su decisión de no seguir contando con José Estanislao López, su letrado en los últimos 14 meses, “a pesar de todo el buen trabajo que ha realizado hasta ahora y todo el cariño que le tengo” porque “empieza a ir por libre y en contra de mi voluntad”.

López, quien se ha mostrado partidario de defender a Rivas “siempre dentro de la ley porque fuera de ella está el abismo para Juana”, había manifestado ciertas diferencias de criterio respecto de la actuación de Juana esta semana en Cagliari (Cerdeña, Italia), cuando ella no entregó a sus dos hijos a Francesco Arcuri, su padre, por considerar que el menor había sido víctima de malos tratos.​

Siguiendo la recomendación de las locas del coño, Juana secuestró hace un año a sus hijos durante un mes; contó para ello con el apoyo de toda la prensa y colectivos feaministas. El propio Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, hizo pública su simpatía por esta perturbada.

A pesar de la presión mediática, la condenaron a “dos años y medio por la sustracción de cada uno de sus dos hijos, seis años de inhabilitación para ejercer la patria potestad sobre ellos, una indemnización de 30.000 euros por el daño moral y material hacia el italiano Francesco Arcuri, su expareja, y el pago de todas las costas del juicio”.

La sentencia aún no es firme, por eso aún no ha pisado cárcel.




El desencuentro entre López y lo que él ha llamado “el entorno” de Rivas –en referencia al Centro de la Mujer de Maracena y a su directora, Francisca Granados– es lo que ha llevado a la madre de los dos niños a prescindir de López. Tras una semana de fuertes diferencias entre las dos partes, en la noche del jueves, el abogado pidió a Rivas que siguiera sus consejos y mantuviera ese entorno al margen de la defensa o él tendría que dejar la defensa.​

Con la sentencia colgando aún sobre su cabeza, tuvo la magnífica idea de volver a hacer caso a Francisca Granados, la charo que dirige el Centro de la Mujer de Maracena, que ni siquiera es abogada, y secuestrar nuevamente a sus hijos, esta vez en Italia, enfrentándose a penas mucho más graves. Al final, la intervención del cónsul español evitó males mayores.

Pero no todos tienen la suerte de Francesco.

Que esta loca nos sirva para recordar las 150.000 denuncias por VioGen que hay en España al año, a pesar de ser uno de los países europeos con menos ‘violencia de género’. Una cifra que no para de crecer, como consecuencia de una industria de género cebada con dinero público, y una legislación que fomenta la denunciafalsa de todas las formas posibles, otorgando incentivos económicos y garantizando la impunidad de las acusadoras.

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A pesar de más de diez años de ley VioGen, en España el número de mujeres asesinadas por sus parejas sigue igual. Lo sorprendente es que no haya crecido, teniendo en cuenta las decenas de miles de Juana Rivas que hay sembrando el caos y la destrucción.

En todo caso, podemos estar seguros de que no va a bajar. Porque la industria VioGen no ha sido concebida para proteger a la mujer. Sino para hacer picadillo familias al por mayor, en el marco de una agenda antinacionalista, que busca debilitar las naciones atacando su pilar más elemental.

Juana la Loca prescinde de su abogado, siguiendo los consejos de las locas del coño
 
El hijo mayor de Juana Rivas relata ante el juez italiano episodios de malos tratos

El hijo mayor de Juana Rivas relató este martes en el juzgado italiano que lleva el juicio por la custodia de los menores, los episodios de malos tratos que vive con su padre, Francesco Arcuri. En la vista, el menor "confirmó todo lo que ha venido denunciando", según afirma la abogada italiana de Rivas, Eugenia Álvarez. A pesar de estos hechos, el juez no tomó por el momento ninguna medida cautelar y los menores volvieron esa tarde a la casa paterna, situada en Carloforte, situada en una pequeña isla.

El relato del menor fue oído en persona en el juzgado por el juez que lleva la causa de custodia de los niños en la localidad de Cagliari (Cerdeña) y por el fiscal general sustituto del Estado en Cagliari, Gaetano Portu, que de forma excepcional pidió estar presente en la vista con el menor. Tal como afirman fuentes jurídicas de Rivas, su presencia no es un procedimiento habitual y está relacionado con la importancia que cogió el caso en las últimas semanas.

Fuentes jurídicas del entorno de Rivas afirmaron que el menor respondió durante casi dos horas a las preguntas que le formularon tanto el juez como el fiscal, y explicó con detalle las agresiones e insultos que reciben tanto él, como su hermano menor, en la convivencia con su padre. Este relato estaba ya recogido en las seis denuncias que Rivas interpuso en este último año en Italia, que están basadas en el relato de los niños (especialmente del mayor) y en cartas que este escribió a su madre. En alguna de ellas el mayor de los hijos afirmó temer por su vida y la de su hermano.

El último y más sonado episodio tuvo lugar el pasado domingo 22 de octubre, cuando Rivas decidió no entregar a sus hijos a su padre, tal como estaba acordado, tras pasar con ellos el fin de semana. A la entrega de los menores el viernes anterior, Rivas vio en la espalda del menor hematomas que, según el relato de los menores, se los había provocado su padre en un ataque de ira, al arrojar al menor de los hermanos contra los hierros de una cama y luego contra una pared de un pasillo porque el menor no se dormía.

Ese fin de semana Rivas llevó al niño al hospital y posteriormente denunció a Arcuri por malos tratos. Era la sexta vez que lo hacía desde que los menores se trasladaron a Italia con su padre, una vez que la justicia española la obligó a que volvieran con Arcuri. En todas las denuncias interpuestas, Rivas narra episodios de malos tratos físicos y psíquicos que sufren los menores a manos de su padre, la mayoría, narrados por el hijo mayor que ahora cuenta con 12 años.

Ninguna de las denuncias que interpuso Rivas en Italia ha tenido ningún tipo de consecuencias. Ni la fiscalía ni los servicios sociales pusieron en marcha medidas de protección, tal como pedía la madre y Rivas fue obligada por decisión del juzgado a devolver a los niños a Arcuri el miércoles 25 de octubre. La única concesión que se produjo en ese momento, fue la decisión del juez de oír al menor en sede judicial unas semanas después.

Se da la circunstancia de que el pasado día 24 de octubre el Cónsul General de España en Roma se desplazó a Cagliari para reunirse con Rivas y sus hijos y oír de su boca la situación que viven en Italia. A la reunión acudieron, además, la abogada italiana de Rivas y la cónsul honorífica de España en Cagliari.

Primera vez que se lo escucha

A pesar de las reiteradas denuncias y peticiones de audiencia, la de este martes es la primera vez que un juez escucha el testimonio del menor, a pesar de que éste había solicitado en diversas ocasiones poder hablar en persona ante un juzgado. Lo solicitó en España, cuando un juzgado de Granada decidía sobre el regreso de los menores a Italia con su padre por sustracción de menores, y lo volvió a solicitar en Italia en a través de cartas.

Sin embargo, hasta el momento, sólo había sido oído por la perito principal del juzgado italiano, que impuso la condición de oír al menor a solas, sin los peritos de las partes y sin la presencia de ningún otro representante o experto. Según fuentes cercanas al caso de Rivas, la primera frase que pronunció la perito entonces al menor fue que nada de lo que dijera en esa conversación, influiría en la decisión del tribunal.

"Tengo una buena sensación de tranquilidad, esto es fruto de nuestra lucha", dijo Juana Rivas a la agencia Efe a la salida de los juzgados, donde testificó su hijo de 12 años. "Vamos a ir paso a paso, siempre con la ley y esperando que la ley haga su labor", añadió Rivas.

El menor compareció en solitario, sin estar acompañado ni por sus padres, no por ninguno de los abogados de éstos, que tuvieron acceso al informe en el que el menor relata cómo es su convivencia con sus progenitores.

Ahora la justicia italiana deberá decidir sobre dos cuesiones: por un lado, sobre la petición de nulidad sobre la actuación pericial del juicio sobre la custodia de los menores que interpuso la abogada de Rivas en Italia a finales de septiembre, por considerar que la actuación pericial estuvo plagada de fallos. Por otro, tomar una decisión sobre la custodia de los menores.

Todo esto, sin haber siquiera tomado en consideración la existencia de violencia de género que denunció Rivas en 2016, en Granada ni las seis que interpuso ya en Italia por malos tratos hacia los menores.

Arcuri ya había sido condenado en España en 2009 por violencia de género contra Juana Rivas.

El hijo mayor de Juana Rivas relata ante el juez italiano episodios de malos tratos
 
Juana Rivas, "manipuladora" y con "funcionamiento mental patológico" según la perito imparcial italiana

Juana Rivas "muestra una gran capacidad manipuladora" sobre sus hijos, y un "grave funcionamiento mental patológico asociado a desorganización del pensamiento". Sufre "una emocionalidad lábil" y "no es capaz de procesar sus experiencias". Ha "triangulado" a su hijo mayor en el "conflicto" con su ex marido, Francesco Arcuri, convirtiendo al crío, de 12 años, en "recipiente de las ansiedades maternas".

La madre de Maracena tiene, en fin, una comprensión "de la realidad deficiente", y es "totalmente inconsciente del daño psicológico generado" por ella misma a sus hijos, de 4 y 12 años, apartándolos de su padre entre 2016 y 2017 -hechos por los que ha sido condenada en España a cinco años de cárcel-.

Los durísimos entrecomillados son obra de la psicóloga encargada de valorar quién debe quedarse a los niños por el magistrado de Cagliari que juzga la causa. Se llama Ludovica Iesu, es doctora en Psicología, su dictamen es presuntamente imparcial y ha elaborado un demoledor informe tras realizar 32 entrevistas y pericias durante cinco meses, entre febrero y julio de este año.

Sus conclusiones, a cuyo contenido ha tenido acceso EL MUNDO: que es Arcuri quien debe cuidar a los niños porque Rivas es "incapaz de comprender las emociones profundas de sus hijos" y llega incluso a "confundir sus propias necesidades con las de sus hijos". Por todo ello, recomienda que los niños se queden de forma estable con el padre y que la madre sólo los vea en vacaciones.

Minuciosa reconstrucción

El alcance del informe no es, conviene aclarar, habitual en las pericias regladas en España. Lo que en este país suele despacharse en ocasiones en pocos días ha llevado aquí cinco meses y 177 páginas de minuciosa reconstrucción del nacimiento, auge y destrucción de la relación de Rivas y Arcuri, y del efecto de todo ello sobre sus hijos.

Y entrevistas, tanto de la perito del juez como de los de cada una de las dos partes, con los niños y sus padres, familiares de ambos lados, profesores y pediatras de los niños, psicólogos que les han tratado antes... Hasta se han realizado varios encuentros y dinámicas de juego de los niños con cada uno de sus padres.

Arcuri, "aunque muestra rasgos narcisistas y dificultad para transmitir sus emociones, es un padre preocupado de las necesidades de sus hijos y dispuesto a escuchar (como surge de los testimonios de profesores, pediatra y educador en casa )", reza el informe, que entra después en el conflicto que mantiene G., el hijo mayor, con el padre: "En interacciones con su hijo G. demostró habilidad para contener la agresión verbal, a pesar de la frustración que su hijo tiene".

Instrumentalización de los menores

Para la psicóloga, el crío, de 12 años, sufre lo que en Italia aún se llama síndrome de alienación parental, y en España se denomina "interferencia": la inclusión instrumental de los hijos en el conflicto entre los padres, obligándoles a tomar partido por una de las partes. Para la defensa de Rivas, no hay evidencias científicas de la existencia de dicho concepto -"no está aceptado por la comunidad científica internacional", sostienen-, y por ello G. habría referido aún abusos de su padre al juez italiano en la vista del pasado martes.

La psicóloga, en este aspecto, se alinea con Arcuri y cree que el hijo, separado de su padre junto a su hermano pequeño durante 13 meses entre 2016 y 2017, está tomando partido por la parte que percibe como más débil, su madre, pero que ésta "confunde sus propias necesidades con las de sus hijos".

El informe llega a señalar que Rivas "manifestó gran capacidad manipuladora contra los menores" por ejemplo cuando, al ir a declarar ellos ante los peritos, "los presentó como 'amigos' de la madre, proponiendo una mistificación de la realidad".

El perito de Rivas lo rebate

Las conclusiones de Iesu son rebatidas, también duramente, por Miguel Lorente, forense de la Universidad de Granada, en un informe solicitado por Juana Rivas. Lorente asegura que la psicóloga ha obviado, "hasta parecer molesta", la violencia supuestamente sufrida por Rivas por parte de su ex marido. La acusa también de subjetiva a la hora de valorar el caso, de hacerlo con base a prejuicios -Arcuri fue condenado por agresión a su mujer en 2009 y posteriormente tuvieron al hijo pequeño-.

También de obviar cartas en las que el padre admite los malos tratos y promete cambiar. Acusa a la psicóloga, además, de obviar los malos tratos sufridos por Rivas a la hora de calibrar a esta "como mujer patológica". Además, le acusa de haber cometido errores metodológicos a sabiendas para favorecer a Arcuri.

Sin embargo la psicóloga Ludovica Iesu, encargada por el juez de la pericia, en efecto no entra a valorar si se produjeron los episodios denunciados por Rivas, pero se permite señalar que "cree necesario aclarar que las declaraciones de G. [el hijo mayor] sobre una agresión del padre a él parecen más conectadas a un conflicto parental que no a una experiencia real del niño".

'Inconsciente del daño que causa'

Acerca del estado mental y emocional de Rivas, el informe es devastador: "La señora es totalmente inconsciente del daño psicológico que ha generado la separación de los niños de un año de su padre". Cuando se le preguntó por ese periodo respondió que "estaban bien". "Se ha demostrado incapaz de comprender el estado emocional de los niños, y para entender una condición psicólogica diferente de la suya". También se le acusa de dificultar constantemente el vínculo de los hijos con el padre: "Los ejemplos de la no protección de la figura paterna por la madre son numerosos. No reconoce ninguna calidad, aunque sea básica, al señor Arcuri".

Llega el informe a presentar a Rivas como una persona dependiente y necesitada de algún tipo de tutela: "Siempre necesita una referencia externa que tome decisiones en su lugar. En el pasado ese papel fue desempeñado por el señor Arcuri", sostiene la psicóloga, que vincula a Rivas "desorganización del pensamiento" dado que su "narración pierde conexiones lógicas y manifiesta una importante labilidad emocional y una prueba de la realidad deficiente".

Más aún. Enumera la psicóloga varios extremos declarados por Rivas y contradichos luego por la realidad. La perito no enuncia la palabra mentira, pero hacia ahí se dirige. Por ejemplo, aseguró en sede judicial que un profesor de G. le había asegurado que perdería el curso a causa de absentismo escolar, y acto seguido el profesor lo desmintió.

Por ejemplo, que su hijo pequeño D. estaba sufriendo daños por parte de su padre, cuando "los pediatras han dejado claro que el niño en absoluto estaba en situación peligrosa". Por ejemplo, manifiesta que un doctor determinado le sugirió "robar" a sus hijos, dicho doctor lo niega en sede judicial. Incluso refiere que llamó en determinadas ocasiones y a determinadas horas a sus hijos, y después los registros telefónicos lo desmienten, apunta el demoledor informe. La defensa de Rivas niega estos extremos y asegura que están retorcidos y forzados por Iesu.

Juana Rivas, "manipuladora" y con "funcionamiento mental patológico" según la perito imparcial italiana