Inmigrantes siembran el terror en Alemania mediante violaciones y agresiones sexuales en grupo

La oleada de violaciones y agresiones sexuales que se vive en Alemania, tiene tres características principales: la juventud extrema de los agresores (los últimos detenidos tenían entre 12 y 17 años de edad), el carácter grupal de los ataques y el hecho de que éstas, en su mayor parte, están cometidas por hombres de origen extranjero, fundamentalmente, en las últimas semanas, por turcos, sirios y libaneses.

«Ya no sois bienvenidos» («Nicht mehr willlkommen»), publicaba recientemente en su portada el diario ‘Bild’, el más popular de Alemania, en un mensaje dirigido a los inmigrantes ilegales. Y es que hace unos días, una chica de 18 años con deficiencia psíquica fue violada en la ciudad de Muelheim por cinco niños de entre 12 y 14 años, todos ellos miembros de la minoría búlgara de Turquía. Apenas unas horas más tarde, en la localidad de Herne, una niña de 15 años fue agredida sexualmente en la parada de un autobús por cinco chavales de entre 11 y 17 años. En este caso, eran refugiados sirios y libaneses. El pasado mes, otros dos menores de origen libanés, de 13 y 14 años, violaron a una compañera de clase tras obligarla a beber vodka. Fue encontrada, inconsciente, en medio de un coma etílico, con tres miligramos de alcohol en la sangre.

En abril, otra ‘manada’ de ocho hombres, todos búlgaros y con edades entre los 14 y los 16 años, violó a una adolescente en Wüppertal. Lo grabaron con sus teléfonos móviles. Seis de los agresores fueron detenidos, los otros huyeron, probablemente a su país de origen.

Según explica el analista Soeren Kern, con datos de 2017, las estadísticas preliminares muestran que los migrantes cometieron más de una docena de violaciones al día, el cuádruple desde 2014, el año antes de que la canciller Angela Merkel permitiera la entrada en Alemania a más de un millón de inmigrantes, en su mayoría hombres musulmanes, de África, Asia y Oriente Medio. Los datos oficiales que se conocen hasta el momento indican que en 2018 se denunciaron en Alemania 45.536 delitos sexuales, de los que 8.047 fueron violaciones.

Un informe oficial —Criminalidad en el contexto de la migración (Kriminalität im Kontext von Zuwanderung)— publicado por la Oficina Federal de Investigación Criminal (Bundeskriminalamt, BKA) muestra que los migrantes (Zuwanderer, definidos como solicitantes de asilo, refugiados e inmigrantes ilegales) perpetraron 3.466 delitos sexuales en los primeros nueve meses de 2017, o aproximadamente 13 al día. En comparación, en todo 2016, los migrantes cometieron 3.404 delitos sexuales, o aproximadamente nueve al día; en 2015, 1.683 delitos sexuales, o aproximadamente cinco al día; en 2014, 949 delitos sexuales, o aproximadamente tres al día; y en 2013, 599 delitos sexuales, o aproximadamente dos al día.

Kern recuerda, además, que se cree que la cifra real de delitos sexuales relacionados con los inmigrantes en Alemania es mucho más alta que la cifra oficial. Por ejemplo, los datos de la BKA incluyen únicamente los delitos cometidos en Alemania en el año en que se han resuelto (Aufklärungsquote), según las estadísticas de la policía. Tanbto es así que el director de la Asociación de la Policía Criminal (Bund Deutscher Kriminalbeamter, BDK), André Schulz, calcula que hasta un 90% de los delitos sexuales cometidos en Alemania no aparece en las estadísticas oficiales.

La policía alemana suele omitir cualquier referencia a los inmigrantes en sus informes sobre delincuencia. Cuando lo hacen, suelen referirse a los delincuentes migrantes con eufemismos políticamente correctos como «del sur» (Südländer), hombres con «piel oscura» (dunkelhäutig, dunklere Geichtsfarbe, dunklem Hauttyp) o una combinación de ambos: «del sur, con piel oscura» (südländische Hautfarbe). Esta costumbre, aparentemente dirigida a desvincular a los atacantes del islam, hace prácticamente imposible que los ciudadanos alemanes ayuden a la policía a identificar a los sospechosos.

«Las autoridades han dado la orden estricta de no informar sobre delitos cometidos por refugiados», ha explicado un oficial de alto rango de Fráncfort a Bild. «Sólo se responderán preguntas específicas de los representantes de los medios sobre dichos actos”.