Felipe y yo: Un amor prohibido

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Stillnox®

Invitado
Felipe era uno de mis perros más consentido, al cual le tenía mucho aprecio, ya que no solo era un dulce sino que era muy pícaro, muy dominante en el sexo siempre dispuesto a lo que quería, me sentía como una putita barata entre su deliciso pene.


Un amante deseado que siempre me derretía con sus dulces ojos negros y su pelaje blanco como la espuma del mar.
Tenía que ser mío si o si... cueste lo cueste, el amor que le tenia podía hacerme actuar de forma impensada.
Desde que entré a trabajar, había conocido varios ejemplares con los cuales me encariñaba siempre, mi especial atracción a los ejemplares chicos, hacia que me fije comúnmente en ellos, machos y hembras. mi trabajo era asearlos, peinarlos, y cortarles el pelo, listo para que sus dueños disfruten de mi maravilloso trabajo, esmerándome yo en cada detalle.
En eso conocí a un pequeño caniche blanco de nombre Felipe, de unos 3 años, era de mediana estatura un poco más grande que caniche toy, bien fornido, patas largas hocico puntiagudo, un ejemplar hermoso.

Muy alegre tierno y dulce que gustaba siempre de una caricia el cual repondría con suaves besos, moviendo la cola y parándose en 2 patas, muchas veces nos besábamos esporádicamente, y yo le complacía dejándole mi boca la cual lamia con gusto y yo de vez en cuando saboreaba su hermoso pene ya que él es un perro muy activo sexualmente. No costaba mucho excitarlo y hacer que me acabe en la boca.
Yo le decía... como la pasaríamos vos y yo si fueras mío... si tenés la mismas ganas que yo de coger jajaja.

con el comenzamos un amistad y romance particular, cada vez que lo traían el me esperaba con ansias y yo a él, el vivía en otro pueblo aledaño.
una mañana fui buscarlo en su casa, para mi sorpresa veo que estaba encerrado y encadenado como si fuera una carga para su familia, me pareció de lo más extraño, pero por otro lado
me lo suponía, porque el llegaba

muy sucio con marcas de color gris en su cuello, su pelo marrón con muchos nudos y varias veces con garrapatas de tamaños descomunal yo siempre me horrorizaba al verlo
pero me hacía sentir bien, asearlo peinarlo y desparasitarlo, y yo sentía que él estaba muy agradecido cuando terminaba.
una tarde casi terminando un corte de pelo, le pregunto a mi patrona, como es que el perro, tan bello bueno dulce y limpio cada quince día venia como un escracho, ella me conto
que su familia no le tiene mucho aprecio, que solo lo tenían porque si, y no tenían tiempo para cuidarlo, estaban todo el día trabajando y que el poco tiempo que disponían no se lo daban
a su mascota,

esto me entristeció mucho, ya que yo decía que injusta es la vida, yo que tanto amor tengo para darle y él en los dueños equivocados...
varios meses seguía viniendo y nosotros seguíamos de amantes escondidos, me alegraba saber que lo complacía y le daba el cariño que le faltaba.
Una tarde ya cansado de verlo como venía en condiciones deplorables, cuando estaba peinándole le dije a mi patrona.
-Adoro a este perrito... me encanta, pero me da bronca como lo tienen, como me lo robaría...- con algo de humor (pero nada más lejos de la realidad)
-No creo que les importe.- me dijo riéndose también
-vos decís? jajaja
-bue... y seguí.

y quedo ahí, pero el seguí viniendo durante los próximos meses. Una tarde fui al pueblo vecino donde vivía Felipe, a casa de un amigo, para irnos al boliche que quedaba por ahí. dando vueltas por el pueblo me acorde de donde vivía, y se me cruzo la idea más loca como un flash paso por mi mente algo que me dijo "robalo... tiene que ser tuyo, lo amas no?" me quede pensando dije:
-Naaa ni en pedo...
Y quede intranquilo pensado, de el dilema moral que esto conllevaba, la idea no dejaba de rondar en mi cabeza, que durante horas me tubo divagando, decía en mi mente:
-Y si me agarran... o se dan cuenta de que fui yo quien lo hurtó... se va a sentir mal cuando no esté en su casa... va a extrañar sus amos...
Toda la tarde pensando. Hasta que lo decidí, lo iba a robar.
Bueno como la idea era ir al boliche idee un plan le dije a mi amigo que me sentía mal, y que si podía quedarme a dormir en su casa mientras salía con el resto de amigos, el me dijo
que no había problemas, él vivía solo.

Eran las 1 de la mañana estaba despierto y me carcomían los nervios, la excitación la una adrenalina corría por mi cuerpo, del hecho de pensar de lo que iba hacer, salí de la casa directo ya estaba decidido, fui hasta la casa de Felipe que vivía en las
periferias (lugar escasamente iluminado, lo que me permitía moverme fácil)
del pueblo rodeado de pocas casas, me quede parado en una esquina, y me decía a mí mismo, -que estás haciendo??? estás loco??? tenía una discusión dentro de mí, y otra voz decía:
-ya llegaste hasta acá, no te podes echar atrás... terminado esto me decidí fui hasta la casa yo sabía perfectamente donde estaba, un galpón sucio atrás de su casa y el atado adentro, no tenían rejas ni nada que me impidiese entrar, cuando ya estaba en el patio el empieza a ladrar... normal como si fuese un extraño, mi nivel de nervios rozaba lo insano me acerque lo más rápido que pude en puntas de pie y le hable para tranquilizarlo...

-Hola hermoso tenés que hacer silencio por favor, nos vamos!- le dije el reconoció mi voz de inmediato y se calló, pero seguía excitado haciéndome fiesta saltando de un lado a otro, abrí la puerta lo alumbro con mi celular para verlo ahí
estaba, atado y sucio, lo alce y empezó a lamerme la cara la boca, fue un beso como de película, como quien rescata la princesa del castillo, y le dije:
-Hoy vas a ser mío, y yo tuyo... vas a vivir como te mereces, vas a ser el rey que sos.
Lo apretaba fuerte de la emoción y la excitación.

Y lo lleve alzado como si siempre hubiese sido mío, el estaba muy feliz, puesto que no mostró signos de querer irse, ni nada por el estilo, yo sabía que me amaba tanto como yo a él.
Todo el camino me fue lamiendo la cara, moviendo su colita dándome a entenderlo feliz y agradecido que estaba.
No volví entrar a casa de mi amigo tomé mi auto y lo lleve hasta mi casa. Ya ahí, lo largue dentro el andaba como si siempre hubiese sido su casa, subió al sofá yo le di su tiempo para que se ambientara, le día agua y comida.

Dado esto, lo levante lo mire a los ojos lo bese y le dije, tengo algo para vos lo lleve a mi cuarto, me desnude lo puse en mi cama, estaba muy excitado comprendí de inmediato
subió a la cama y empezó a lamerme todo mi cuerpo centrándose en mi ano y mi pene, yo sentía que tocaba el cielo con mis manos el perro que tanto amaba estaba en mi cama,
lo acosté y empecé a acariciar su panza, besando lentamente su pene sin sacarlo aún, comencé a masturbarlo (ya teníamos experiencia en eso) y el gemía junto a su acelerado jadeo, empecé a chupar su hermoso pene el cual largaba grande chorros de liquido pre seminal, el cual me tragaba tal si fuera, el mismo maná, si desperdiciar un gota, cuando ya tenía su pene en su máximo tamaño, opte por ponerme en la pose del misionero y hacer que me penetre, lo cual no costó mucho

El se movía desesperadamente, intentando penetrarme hasta que lo logró, sus frenéticos movimientos y su pene en mi ano completamente, hicieron que me corra sin siquiera tocarme, tal era la excitación que lo despegaba de mi una y otra vez para sentir su bello nudo en mi ano, me corrí, y a él que le quedaba su hocico enfrente de mi pene se comió todo el semen que largue que no era poco, su suave lengua hacia que mi piel se erizara con cada lamida, el siguió con su pene metido en mí, yo sentía cada latido y cada gota de su rico semen, lo abrazaba fuertemente con mis piernas, con las que sentía su cuerpo caliente y su suave pelaje, estuvimos pegados 20 min, hasta que se salió solo, y de mi ano caía bastante semen que se escurrió entre mis nalgas el cual se encargo de lamer todo, culminado el acto se limpió y se acostó a mi lado, lamio mi cara y se durmió, lo abrace cerrando profundamente los ojos, feliz y un suspiro de lo que presumo fue el mejor sexo que tuve en mi vida. Y me dormí profundamente. Despertando al otro día y saber que no fue un sueño.

A la semana me mude a otra ciudad donde vive mi padre, por miedo a que me encuentren con mi perrito, creo que le hice un gran favor, ya que lo cuido como a nadie, más que a mi novia XD que por cierto también lo quiere y fue cómplice ya que le conté, lo que no sabe es de mi romance con el ;)
Hoy vivo con el tenemos sexo muy a menudo, paseamos, jugamos el está muy contento contrario a lo que yo creía, estoy pensando en comprarme una hembrita para tener cachorros ^^
Estamos felices :)

Más tarde me entere que la familia no hizo mucho por encontrarlo.

Esta es un historia en parte real y en parte ficción, pero es una de mis mas grandes fantasías.
Espero les haya gustado, un saludo atte: Stillnox®