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La farsa de nunca acabar: ahora seguirán "negociando" después del 28 de enero, mientras siguen afirmando que "el acuerdo está cerca". Con traidores así, la clase obrera no necesita enemigos.
Las negociaciones entre el Gobierno y los sindicatos para lograr un acuerdo en la reforma de las pensiones continúan a 48 horas de que se cumpla el plazo que dispuso el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero para poner fin a las conversaciones.
La secretaria de organización del PP, María Dolores de Cospedal, ha mostrado su satisfacción por el "principio de acuerdo" alcanzado sobre la reforma de las pensiones. Según Cospedal, "es una buena noticia" y "un buen comienzo". Pese a ello, la número dos de los populares ha señalado que a su partido "le hubiera gustado ir más allá" al tiempo que ha comentado que le parce "de cajón" que diputados y senadores tengan en mismo régimen de pensiones que el resto de ciudadanos. - AGENCIA ATLAS
El Gobierno fijó de manera inamovible el viernes 28 como el día en el que el Consejo de Ministros iba a aprobar el anteproyecto de ley, con o sin acuerdo. Sin embargo, esta fecha ha empezado a dejar de verse como límite por los sindicatos. CC OO, sin embargo ha puesto condiciones. No está dispuesta a alargar las negociaciones si antes del viernes "no está claro el grueso del acuerdo". Su portavoz, Fernando Lezcano, ha especificado que para el sindicato eso supone concretar el tiempo de cotización para obtener el 100% de la jubilación a los 65. El problema es que los sindicatos no están dispuestos a subir de los 38 años y la nueva oferta del Gobierno, aunque más "flexible", se planta en los 40.
La ministra de Economía, Elena Salgado, ha confirmado esta nueva propuesta del Gobierno. En una entrevista a Los desayunos de TVE ha reconocido que el Ejecutivo "está dispuesto" a rebajar la edad de cotización, que en un principio el Gobierno había establecido en 41 años, para poder jubilarse a los 65 con la pensión completa.
UGT, por su parte, no parece poner tantas trabas. Toni Ferrer, secretario de acción sindical de UGT, ha manifestado esta mañana que "el viernes no es ninguna fecha en la que se finaliza nada". El hecho de que ese sea el día en el Consejo de Ministros apruebe el anteproyecto de ley no es óbice para lograr un pacto, según ha declarado Ferrer a la cadena SER, para quien sería posible seguir negociando con posterioridad e "incorporar los acuerdos, si se alcanzan, durante el proceso de tramitación". Ferrer ha reconocido que todavía existen diferencias pero que "el final está cerca".
Eso sí, la vicepresidenta ha dejado claro que la reforma de pensiones que se aprobará el viernes en el Consejo de Ministros mantendrá los elementos "fundamentales y nucleares" de la propuesta del Gobierno. En sintonía con las declaraciones de Ferrer también ha recordado que el texto es un proyecto de ley y, por tanto, admitirá "pequeños ajustes" en la tramitación parlamentaria.
El Gobierno siempre dejó claro que, con acuerdo o sin él, aprobaría su proyecto de ley el próximo viernes. En este sentido ayer recibió un espaldarazo del Congreso de los Diputados con la aprobación de las recomendaciones del Pacto de Toledo en las que se incluye el incremento progresivo de la edad de jubilación. La secretaria general del PP, Maria Dolores de Cospedal, ha calificado de "buena noticia" este acuerdo. Durante una entrevista a Concha García Campoy en Tele 5 ha reconocido que "es un buen comienzo aunque le hubiera gustado haber podido alcanzar medidas más concretas".
Todo el PSOE le está pidiendo a su secretario general y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que pacte con los sindicatos la reforma del sistema de pensiones. Así que Zapatero ha decidido bajar a la arena e implicarse en persona. Lo hizo el lunes por la noche. Estuvo presente en la reunión que comenzó a las 21.00 y acabó pasadas las dos de la madrugada, según apuntan varias fuentes gubernamentales. En ella, el presidente trató de convencer a los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, de que acepten el grueso de la reforma que el Gobierno ha puesto sobre la mesa para retrasar la edad legal de jubilación hasta los 67 años.
El Gobierno sacará la reforma por decreto si el viernes no hay acuerdoLas negociaciones entre Ejecutivo, sindicatos y patronal se encuentran en su "momento más delicado y clave", en opinión del presidente del Gobierno, según fuentes presentes en la cita. Los sindicatos necesitan el acuerdo para evitar una huelga general con un resultado incierto como la del 29 de septiembre. El Gobierno no quiere otro conflicto social a cuatro meses de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo. Pero tampoco dar una imagen de debilidad ante los mercados internacionales y ante Bruselas, cuando más se sienten observadas las autoridades españolas por la situación de la deuda.
De ahí que varias veces ambas partes hayan agotado los plazos que se habían dado. Pero ya no hay más tiempo. El Gobierno presentará el anteproyecto de reforma el próximo viernes. Si no hay acuerdo, lo aprobará por decreto.
La entrada en escena de Zapatero no ha supuesto un cambio radical en las posiciones que el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha mantenido hasta ahora. De hecho, el presidente defendió que para poder jubilarse a los 65 años sean necesarias carreras largas de cotización, en torno a los 40 años. Apenas un leve cambio entre la posición oficial (41 años) y la oficiosa (39). Como era previsible topó con el rechazo sindical: UGT y CC OO empezaron exigiendo que el requisito se quedara en los 35 años de cotización actuales y pensaban ceder hasta 38. Pero nadie se levantó de la mesa. Las negociaciones continuarán hasta agotar todos los plazos. ¿Será el último el del próximo viernes? Ya hay quien habla de conversaciones durante la tramitación parlamentaria.
Esa flexibilidad y alguna otra, como la contemplar excepciones para ciertas profesiones más penosas, no son suficientes para UGT y CC OO. "El Gobierno no se está mostrando flexible, somos nosotros los más flexibles en esta negociación", decía ayer un alto dirigente sindical.
Con la reforma de pensiones el Gobierno quiere evitar que en 2050 el gasto público en pensiones suponga el 15% del PIB y quede en torno al 12%. Aquí precisamente está una de las principales críticas que hacen los sindicatos a la reforma y a la posición del Gobierno en las negociaciones. "Solo se plantean medidas de ahorro y no de ingresos", repiten varios negociadores de UGT y CC OO, que esgrimen alternativas como aumentar los incentivos para alargar voluntariamente la vida laboral o aumentar las bases máximas de cotización.
Las negociaciones entre el Gobierno y los sindicatos para lograr un acuerdo en la reforma de las pensiones continúan a 48 horas de que se cumpla el plazo que dispuso el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero para poner fin a las conversaciones.
La secretaria de organización del PP, María Dolores de Cospedal, ha mostrado su satisfacción por el "principio de acuerdo" alcanzado sobre la reforma de las pensiones. Según Cospedal, "es una buena noticia" y "un buen comienzo". Pese a ello, la número dos de los populares ha señalado que a su partido "le hubiera gustado ir más allá" al tiempo que ha comentado que le parce "de cajón" que diputados y senadores tengan en mismo régimen de pensiones que el resto de ciudadanos. - AGENCIA ATLAS
El Gobierno fijó de manera inamovible el viernes 28 como el día en el que el Consejo de Ministros iba a aprobar el anteproyecto de ley, con o sin acuerdo. Sin embargo, esta fecha ha empezado a dejar de verse como límite por los sindicatos. CC OO, sin embargo ha puesto condiciones. No está dispuesta a alargar las negociaciones si antes del viernes "no está claro el grueso del acuerdo". Su portavoz, Fernando Lezcano, ha especificado que para el sindicato eso supone concretar el tiempo de cotización para obtener el 100% de la jubilación a los 65. El problema es que los sindicatos no están dispuestos a subir de los 38 años y la nueva oferta del Gobierno, aunque más "flexible", se planta en los 40.
La ministra de Economía, Elena Salgado, ha confirmado esta nueva propuesta del Gobierno. En una entrevista a Los desayunos de TVE ha reconocido que el Ejecutivo "está dispuesto" a rebajar la edad de cotización, que en un principio el Gobierno había establecido en 41 años, para poder jubilarse a los 65 con la pensión completa.
UGT, por su parte, no parece poner tantas trabas. Toni Ferrer, secretario de acción sindical de UGT, ha manifestado esta mañana que "el viernes no es ninguna fecha en la que se finaliza nada". El hecho de que ese sea el día en el Consejo de Ministros apruebe el anteproyecto de ley no es óbice para lograr un pacto, según ha declarado Ferrer a la cadena SER, para quien sería posible seguir negociando con posterioridad e "incorporar los acuerdos, si se alcanzan, durante el proceso de tramitación". Ferrer ha reconocido que todavía existen diferencias pero que "el final está cerca".
Eso sí, la vicepresidenta ha dejado claro que la reforma de pensiones que se aprobará el viernes en el Consejo de Ministros mantendrá los elementos "fundamentales y nucleares" de la propuesta del Gobierno. En sintonía con las declaraciones de Ferrer también ha recordado que el texto es un proyecto de ley y, por tanto, admitirá "pequeños ajustes" en la tramitación parlamentaria.
El Gobierno siempre dejó claro que, con acuerdo o sin él, aprobaría su proyecto de ley el próximo viernes. En este sentido ayer recibió un espaldarazo del Congreso de los Diputados con la aprobación de las recomendaciones del Pacto de Toledo en las que se incluye el incremento progresivo de la edad de jubilación. La secretaria general del PP, Maria Dolores de Cospedal, ha calificado de "buena noticia" este acuerdo. Durante una entrevista a Concha García Campoy en Tele 5 ha reconocido que "es un buen comienzo aunque le hubiera gustado haber podido alcanzar medidas más concretas".
Todo el PSOE le está pidiendo a su secretario general y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que pacte con los sindicatos la reforma del sistema de pensiones. Así que Zapatero ha decidido bajar a la arena e implicarse en persona. Lo hizo el lunes por la noche. Estuvo presente en la reunión que comenzó a las 21.00 y acabó pasadas las dos de la madrugada, según apuntan varias fuentes gubernamentales. En ella, el presidente trató de convencer a los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, de que acepten el grueso de la reforma que el Gobierno ha puesto sobre la mesa para retrasar la edad legal de jubilación hasta los 67 años.
El Gobierno sacará la reforma por decreto si el viernes no hay acuerdoLas negociaciones entre Ejecutivo, sindicatos y patronal se encuentran en su "momento más delicado y clave", en opinión del presidente del Gobierno, según fuentes presentes en la cita. Los sindicatos necesitan el acuerdo para evitar una huelga general con un resultado incierto como la del 29 de septiembre. El Gobierno no quiere otro conflicto social a cuatro meses de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo. Pero tampoco dar una imagen de debilidad ante los mercados internacionales y ante Bruselas, cuando más se sienten observadas las autoridades españolas por la situación de la deuda.
De ahí que varias veces ambas partes hayan agotado los plazos que se habían dado. Pero ya no hay más tiempo. El Gobierno presentará el anteproyecto de reforma el próximo viernes. Si no hay acuerdo, lo aprobará por decreto.
La entrada en escena de Zapatero no ha supuesto un cambio radical en las posiciones que el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha mantenido hasta ahora. De hecho, el presidente defendió que para poder jubilarse a los 65 años sean necesarias carreras largas de cotización, en torno a los 40 años. Apenas un leve cambio entre la posición oficial (41 años) y la oficiosa (39). Como era previsible topó con el rechazo sindical: UGT y CC OO empezaron exigiendo que el requisito se quedara en los 35 años de cotización actuales y pensaban ceder hasta 38. Pero nadie se levantó de la mesa. Las negociaciones continuarán hasta agotar todos los plazos. ¿Será el último el del próximo viernes? Ya hay quien habla de conversaciones durante la tramitación parlamentaria.
Esa flexibilidad y alguna otra, como la contemplar excepciones para ciertas profesiones más penosas, no son suficientes para UGT y CC OO. "El Gobierno no se está mostrando flexible, somos nosotros los más flexibles en esta negociación", decía ayer un alto dirigente sindical.
Con la reforma de pensiones el Gobierno quiere evitar que en 2050 el gasto público en pensiones suponga el 15% del PIB y quede en torno al 12%. Aquí precisamente está una de las principales críticas que hacen los sindicatos a la reforma y a la posición del Gobierno en las negociaciones. "Solo se plantean medidas de ahorro y no de ingresos", repiten varios negociadores de UGT y CC OO, que esgrimen alternativas como aumentar los incentivos para alargar voluntariamente la vida laboral o aumentar las bases máximas de cotización.
