El tuit de Pedro Sánchez que demuestra que entre él y Feijóo va a haber algo más que amor

Mucho se nos está tomando el pelo con las encuestas y con los posibles pactos que pudiera haber en unas supuestas elecciones generales. Se nos dice que podría haber mayoría absoluta de “la derecha”, teniendo en cuenta la suma de las expectativas electorales de PP y Vox.

Pero qué quieren que les digamos, a nosotros esto del PP con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza nos huele a chamusquina. Nos huelo peor que mal, nos huele fatal. A lo largo de estos dos años de farsemia, ha quedado muy claro que Feijóo es una pata más del movimiento globalista y ha pretendido imponer en Galicia una de las peores dictaduras sanitarias de toda España, con permiso de colegas de su propio partido y presidentes autonómicos del PSOE, aún más obsesionados con cumplir que él.

Además, desde que fuera nombrado presidente del partido el pasado sábado, sus mensajes de “cariño” hacia Sánchez y la posibilidad de pacto con los socialistas han sido indisimulados. Creemos que está quedando muy claro que estos dos, Sánchez y Fejóo, se van a entender muy bien porque no son más que patas de un mismo banco. Las dos caras de la misma moneda y ambos sirven a quien sirven poniendo, además, el mayor de sus empeños por hacerlo.

Y si a todo esto sumamos los mensajitos de Sánchez tras el cónclave pepero, ya podrán imaginar ustedes que queda poco para la sorpresa. Vamos, que nosotros tenemos muy claro que Sánchez se va a juntar con el PP, o Feijóo con el PSOE, en caso de que hubiera elecciones. Se admiten apuestas.

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Feijóo remitirá a Sánchez un plan de gran coalición en la sombra​

Hoy Alberto Núñez Feijóo recibirá a sindicatos y empresarios en la sede nacional del PP. Mañana presidirá la reunión del Comité Ejecutivo del partido. Y, ejecutados estos trámites, el líder de la oposición remitirá al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un documento de propuestas económicas que trasciende la idea de un plan temporal para hacer frente a la crisis inflacionaria agravada por la guerra de Ucrania.

El alcance de las medidas del documento que ultiman en Génova suena a gran coalición en la sombra, encubierta, por supuesto, porque implícitamente no se menciona en ningún momento, pero el fondo obliga a una acción concertada entre los dos principales partidos a medio plazo.

La idea del consenso preside todo el documento que ha dirigido el nuevo responsable de economía, el consejero andaluz, Juan Bravo, y afecta a reformas estructurales que para poder ejecutarse deben estar por encima de los ciclos electorales.

Hasta ahora lo que más debate ha provocado es el choque entre Gobierno y PP respecto a la necesidad de que el plan para contener la inflación se sostenga en una rebaja de impuestos que vaya más allá de la que ya implementó el Ejecutivo de coalición con carácter temporal para bajar el recibo de la luz.

Pero fuentes de la dirección popular anticipan que el documento también recogerá la oferta de elaborar un plan para empezar a equilibrar las cuentas y controlar el gasto público descontrolado. «Análisis y reducción», además de reforzar la división de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) dedicada al análisis del gasto público.

El Gobierno quiere confiar en que Bruselas optará por no volver a las reglas fiscales previas a la pandemia, una decisión que tiene que adoptar en las próximas semanas, por los efectos del conflicto armado en Ucrania. La diplomacia económica española, con la vicepresidenta Nadia Calviño al frente, está ya moviéndose en los despachos europeos para conseguir apoyos de otros países para este propósito.

Sin embargo, en el nuevo equipo del PP coinciden con las recomendaciones del BdE y de la AIReF sobre la urgencia de volver a un plan de equilibrio presupuestario, con gasto consolidado que sea soportable para evitar a futuro duros ajustes como los que fueron necesarios en 2011, después de la gestión del Gobierno socialista. El plan de equilibrio que plantea Feijóo no afecta a pensiones, Sanidad, Educación ni políticas sociales, pero sí sitúa como primera urgencia responder a la deuda del 120 por ciento del PIB que tiene el Estado.

El documento que recibirá Moncloa también apela a una acción conjunta de Gobierno y oposición para simplificar y reducir las cargas administrativas, la trasposición de directivas y reformas de calado para los próximos años, que se deben hacer con un gran acuerdo del Parlamento, y, sobre todo, entre los dos principales partidos.

La gestión de los fondos europeos aparecerá en el documento que llegue a Moncloa como otro asunto de Estado. El nuevo equipo coloca a un lado la estrategia de la anterior dirección, que en su recta final centró su acción en hacer oposición en Bruselas contra los criterios de reparto. No hace tabla rasa, pero sí miran a futuro con una propuesta de medidas concretas, a la manera de las que se han aplicado en otros países europeos: con deducciones fiscales que agilicen la ejecución de los fondos y multipliquen su efecto motor.

La bajada de impuestos, que es el tema que más atención y disputa provoca, se orienta a plantear al Gobierno de Sánchez una actuación sobre las retenciones en el IRPF para las rentas medias y bajas, proporcional a la inflación, para que se note ya en las nóminas del mes que viene. Un adelanto sobre una rebaja del IRPF para compensar el incremento de la vida sin tener que esperar a junio del año 2023, cuando hagan su declaración. El PP da por descontado que la situación generada por la inflación tendrá efectos durante todo el 2022, y su propuesta de bajada es temporal y limitada a este contexto.

En materia de impuestos la dirección popular se posiciona claramente en contra del mensaje de que en España hay que subirlos a las rentas más altas. Consideran que nuestro sistema ya es suficientemente progresivo, «paga más el que más tiene», y los impuestos deben estar dirigidos estrictamente a cubrir la prestación de los servicios públicos, pero evitando que expulsen actividad económica y empleo. Las ayudas directas las circunscriben a aquellos que no tienen obligación de tributar en IRPF.

La economía será el gran campo de confrontación de PSOE y PP en esta etapa electoral. Lo saben en Moncloa y también en Génova. De hecho, en el entorno del presidente del Gobierno explican que la gestión económica la seguirán haciendo «con un programa de izquierdas y pactado con los socios de investidura». Temen que la acción concertada con el PP tenga un coste en la estabilidad de su relación con Podemos y también, posiblemente, en su electorado.

En Génova también saben que su principal baza electoral es marcar claras diferencias con la política y la gestión socialista. Pero en esta nueva etapa la oposición la hacen con otras formas y pretenden también diferenciarse del PP de Casado haciendo que cale la idea de que este PP «sí es un partido constructivo y de gobierno».

Gobierno y PP siguen estando en las antípodas, y continuarán estándolo hasta las elecciones generales, lo que sí varía es el campo de juego en el que la dirección popular quiere mover su estrategia política.

 

Más pruebas que demuestran que Feijóo es la cara B de Sánchez y que nos lo van a colocar como su sustituto​

A pesar de la infinidad de pruebas que ha presentado la Asociación Plataforma Elecciones Transparentes sobre las irregularidades que se cometen en las convocatorias electorales que se celebran en España, parece que hay mucha gente que todavía no quiere verlas. Esta asociación se ha hartado de denunciar que no se cumple la ley y que se dan por buenos los resultados que nos ofrece INDRA la noche electoral, pero es como si clamaran en el desierto porque la mayor parte de la sociedad española sigue como hipnotizada.

Y parece mentira que suceda esto porque después de ver lo que pasó en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2020, imaginen todo lo que puede pasar en las de un país como España. Además, cada vez tenemos más claro que a Sánchez nos lo han colocado para hacer lo que está haciendo con esto de la farsemia porque, como en teoría es un gobierno de izquierdas, las calles han estado tranquilas a pesar de las múltiples ilegalidades que se han cometido.

Pero, bajo nuestro punto de vista, Sánchez ya está a punto de caducar y será sustituido por alguien similar para cambiar de caras, pero no de estrategias. Evidentemente, su sustituto será Feijóo ya que ha demostrado que es más de lo mismo. La cara B de Sánchez, otro siervo del globalismo y de la Agenda 2030 que va a seguir con las mismas órdenes a las que está sirviendo a Sánchez.

Y por si el fulano no nos hubiera dejado suficientes pruebas en Galicia, aquí tenemos una más. Quien quiera ver en este sujeto una alternativa a lo que tenemos, que se lo haga mirar.