El Gobierno duplica el gasto en vino, whisky, ginebra y 'snacks' para el Falcon

El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez ha decidido duplicar los fondos públicos destinados a la compra de 'snacks', refrescos, vino y bebidas alcohólicas de alta graduación que se ofrecen a los pasajeros vip de los cinco aviones Falcon y los dos Airbus A310 del Grupo 45 del Ejército del Aire, las aeronaves reservadas a los miembros del Ejecutivo y la Casa Real para sus desplazamientos. Hasta ahora, el gasto en este capítulo ascendía a 20.000 euros al año, pero el Ministerio de Defensa acaba de sacar a licitación el nuevo contrato de “suministro de productos misceláneos embarcados en los sistemas de armas T.18 [Falcon] y T.22 [Airbus] del Ejército del Aire” por un importe de 40.000 euros anuales, un 100% más.

El nuevo contrato entrará en vigor este próximo ejercicio y es prorrogable por otros cuatro años, por lo que su cuantía global máxima en ese periodo asciende a 200.000 euros, según los documentos del procedimiento, a los que ha tenido acceso El Confidencial. El pliego de prescripciones técnicas especifica en un anexo los alimentos y bebidas que obligatoriamente deberá ofrecer a los usuarios de los Falcon y los Airbus la empresa que resulte finalmente adjudicataria y el importe que pagará como máximo el Ejercito del Aire por cada una de esas referencias.

Bombay Sapphire, Cardhú y Chivas

Entre los productos que deberá proporcionar la compañía vencedora, figuran algunos aparentemente habituales en cualquier avión de pasajeros, aunque el anexo especifica que deberán reunir una calidad equiparable a la de marcas reconocidas. La carta es amplísima. Incluye botellas de agua mineral de categoría Fuensanta, zumo de naranja Don Simón, refrescos Coca-Cola y Fanta, café Brasilia o Nescafé, cacao Cola Cao, diferentes tés de la marca Hornimans, cacahuetes Eagle, caramelos Solano, patatas fritas Lays, conservas de berberechos Dani, pulpo en salsa gallega Pescamar, anchoas El Consorcio y cervezas Mahou o Voll Damm, entre otros.

Sin embargo, el anexo también estipula que el adjudicatario deberá garantizar el suministro a los pasajeros del Ala 45 de otras referencias más exclusivas, como vinos Ribera del Duero de reserva “Pago de los Capellanes o equivalente” de hasta 30 euros por botella; vino Rioja también reserva equiparable a El Puntido por hasta 27,70 euros la botella; Brandy Carlos I de 70 cl. por 24,55 euros la unidad; crema de whisky de la marca Baileys o similar por 11,15 euros; orujo de hierbas Ruavieja por 8,85 euros; ron extraviejo Brugal o parecido por 19 euros; ginebra Seagrams o Bombay Sapphire por hasta 18,90 euros, y whisky 12 años Cardhú por 23,20 euros o 12 años Chivas con un precio máximo de 23,70 euros.

No es habitual que un pliego público mencione marcas concretas. Tampoco que el proveedor deba ser capaz de suministrar los productos en un plazo máximo de cuatro horas, como fijan las bases. “Si por alguna causa, que deberá ser justificada y notificada con anterioridad, no se pudiera entregar alguno de los artículos relacionados en el anexo (ni sus equivalentes), podría aceptarse otro de características superiores, sin que esto suponga un incremento del precio” del contrato para el Ejército del Aire, expone el pliego.

Representaciones Mayoral SA

Aparte de este contrato, el Ministerio de Defensa licita por otra vía el servicio de 'catering' de que disfrutan los ministros del Gobierno en funciones y los miembros de la Casa Real que tienen derecho a utilizar alguno de los siete aviones oficiales. El proceso abierto ahora se centra en productos que complementan las típicas bandejas de comida que se sirven a bordo y arrancó el pasado 15 de noviembre con la publicación del anuncio del proceso. El plazo de presentación de ofertas finalizó el 30 de noviembre y el 2 de diciembre ya se reunió la mesa de contratación para estudiar la propuesta de la única compañía que ha concurrido, Representaciones Mayoral SA, de Madrid, que ya resultó vencedora de la licitación aún en vigor.

El contrato para los próximos cinco años es mucho más suculento. Defensa adjudicó el suministro de los 'snacks', refrescos, conservas, vino y bebidas espirituosas para todo el ejercicio 2018 por un total de 20.000 euros. Para este año, se prorrogó ese contrato por el mismo importe. El coste del que estará en vigor a partir del próximo 1 de enero es más del doble. Los 40.000 euros que han salido a concurso solo abarcan los 11 primeros meses de 2020, según el anuncio. Es decir, que, en realidad, el incremento de gasto en esta partida acordado por el Gobierno de Pedro Sánchez asciende al 118,2%.

La memoria justificativa no aclara el motivo por el que se ha decidido este sorprendente aumento. “La nueva ley de contratos obliga a explicar todo el proceso entero, pero en este caso se han olvidado de justificar por qué el máximo a gastar pasa de 20.000 euros a 40.000 euros cuando, si vamos al detalle de los productos, los precios individuales no suben tanto”, explica la periodista Eva Belmonte, directora de Civio, una plataforma especialista en contratación pública. “En este caso, además, se da una circunstancia especial: en los documentos iniciales, cuando se aprobaron el contrato y el gasto, se decía de forma específica que no habría prórrogas. Y al final no solo se permite que se alargue, sino que se va a prorrogar a cinco años, el máximo posible, al límite”, apunta Belmonte.

Más uso que ningún otro presidente

El incremento del coste del “suministro de productos misceláneos” podría explicarse por un mayor uso de los aviones del Ala 45 por parte del Gobierno en funciones, con Pedro Sánchez a la cabeza. Moncloa ha intentado por todos los medios ocultar el número de veces que el líder socialista se ha subido a alguna de las aeronaves del Ejército del Aire, pero el Consejo de Transparencia decretó que debía facilitar la cifra a petición del medio 'Maldita.es'. Entre el inicio de su mandato el 2 de junio de 2018 hasta el 28 de mayo de 2019, Sánchez voló en un Falcon o un Airbus del Ejército del Aire en 59 ocasiones, 4,92 veces al mes. Ningún predecesor los había disfrutado tanto.

La polémica por el uso de los aviones del Ala 45 ha perseguido a Pedro Sánchez desde su llegada al poder. Una de las primeras veces que los utilizó fue para acudir en compañía de su mujer y varios amigos al Festival Internacional de Benicàssim, en Castellón, para asistir a un concierto del grupo The Killers. El Gobierno alegó entonces que, además de a la actuación, Sánchez había acudido a actos oficiales en la provincia, pero Moncloa declaró el desplazamiento “secreto oficial” para evitar que trascendiera el más mínimo detalle. La información sobre ese vuelo pasó a estar “clasificada”, igual que la de un viaje de Sánchez a La Rioja, esta vez en helicóptero oficial, para asistir a la boda de su cuñado, como adelantó El Confidencial. El Ejecutivo del PSOE sigue recibiendo peticiones de Transparencia para que libere todos los datos, pero se niega a hacerlo.