El 90% de los refugiados que hay en Suecia están en paro: dependen de las ayudas públicas

Las estadísticas no engañan. La llegada masiva de inmigrantes ilegales no es la solución para mejorar el estado de bienestar tal y como la izquierda trata de vender casi a diario.

Según ha informado el diario sueco ‘Aftonbladet’, el 90% de los refugiados que llegaron a Suecia en 2015 están en el paro, confirmándose que este tipo de inmigración prácticamente no aporta nada a la economía del país.

De los 40.019 refugiados que llegaron y que ahora están en condiciones de trabajar, solamente 4.574 están actualmente haciéndolo.

Un total de 9.970 inmigrantes recibe dinero del Estado por estudiar en Suecia, mientras que 18.405 refugiados dependen de los programas de ayuda. Estas cifras se suman a las que se registran en los municipios. Ocho de los diez municipios que acogieron al mayor número de refugiados en 2015, tienen en la actualidad tasas de paro superiores a la media nacional.

Por ejemplo, el municipio de Ljusnarsberg, acogió a un gran número de inmigrantes, en total a 230 por cada 1.000 habitantes. Su tasa de paro se encuentra actualmente en el 10%.

Per Lundbrorg, profesor y economista, cree que la solución pasa por crear trabajos que no sean tan cualificados: «Suecia es uno de los países con más trabajos técnicos de todo el mundo. Un refugiado no llega con los conocimientos necesarios para trabajar en este país. Además, vivir aquí es caro. La clave es crear empleo que no requiera de tanta preparación».