Detenido por denunciar falsamente el robo a punta de pistola de una perra adiestrada para ayudar a una niña discapacitada

La Policía Nacional ha detenido al adiestrador de una perra destinada a ayudar a una niña con movilidad reducida por denunciar de forma falsa que le habían robado el animal a punta de pistola el pasado lunes 20 de enero en Aranjuez. El adiestrador de la Fundación Bocalán se inventó que cuatro hombres le sustrajeron al can, un labradora de pelo negro de dos años, tras quitarle la cartera, según la Jefatura Superior de Policía. Se ignora el motivo por el que lo fingió todo. Ha sido puesto en libertad con cargos a la espera de ser declarar ante el juez.

Los agentes han recuperado al animal, de nombre Pocahontas, y se lo han entregado a la Fundación Bocalán, dedicada a trabajar con canes de asistencia para que acompañen a personas en situaciones de discapacidad o desventaja social. El animal fue hallado en casa del falso denunciante. Se ignora si durante estos días ha estado en su domicilio o en otro lugar.

Teo Mariscal, director de la fundación Bocalán, entidad especializada en animales de terapia y asistencia, ha matizado la información policial asegurando que es cierto que le robaron a Pocahontas. "Sí que le quitaron a la perra por una deuda que tenía, pero en otras condiciones que no fue las que dijo. Una vez consiguió el dinero recuperó a la perra". También asegura que el animal ha pasado una semana en un poblado chabolista: "Está muy delgada y tiene miedo. Necesitará al menos un mes de trabajo para ser entregado a la niña", reitera Teo Mariscal que ya han retomado de nuevo el entrenamiento de la perra.

Alfonso García contó durante la semana pasada en varios programas de televisión y en redes sociales que había estado adiestrando durante un año al animal y que estaba desolado. Además, el robo se había producido tres días antes de que fuese dado a la niña de 15 años con problemas de movilidad en Málaga por lo que pidió ayuda y colaboración para recuperarlo. Contó además que esta labradora había perfeccionado sus habilidades hasta el punto de poder abrir puertas, encender luces o ayudar a vestirse a la persona que lo necesitase.

El adiestrador afirmó que Pocahontas vivía con él en su domicilio desde el pasado mes de diciembre, «para ultimar el adiestramiento de forma continua», con una decena de ensayos diarios. Todas la mañanas salía con el animal durante un par de horas por Aranjuez, localidad donde tiene una de sus bases la Fundación Bocalán. «Me gusta ir a esa zona con la perra porque son calles anchas sin mucho paso de gente ni tráfico», explicó el monitor.

Poco antes del mediodía del pasado lunes 20 de enero, Alfonso y Pocahontas se encontraban parados en un paso de cebra, «para reconocer dónde debe detenerse», cuando una furgoneta Renault Express de color blanco detuvo la marcha frente a ellos, según relató el adiestrador. «Los dos hombres que iban delante se bajaron del vehículo y me pidieron dinero», señalo sin saber entonces lo que iba a pasar a continuación: «Les dije que no tenía nada y me respondieron '¿cómo que no tienes dinero?' Cuando me quise dar cuenta, otras dos personas salieron de la parte de atrás y me amenazaron con una pistola».

Presa del miedo, Alfonso dijo que les entregó su cartera, en la que guardaba 60 euros, la documentación y tarjetas bancarias, con el objetivo de que se fuesen. «Pero no fue así. Antes de marcharse, uno de ellos miró a la perra y le dijo al resto que se la llevaban», añadió, antes de que le pegaran un tirón a la correa y la metieran en brazos al interior de la furgoneta. Con el teléfono móvil olvidado en casa, el cuidador corrió rápidamente hasta un bar y llamó a la fundación. Tras ello, recogió los papeles identificativos de Pocahontas y presentó la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional, que a su vez dio parte al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y la Policía Local.

Desde ese momento la Guardia Civil y la Policía Nacional iniciaron un dispositivo de búsqueda del can. Pese a la denuncia formulada no había testigos de los hechos y tampoco las cámaras de seguridad de la zona habían captado la posible huida de la furgoneta con los cuatro sospechosos. Uno de los hechos que más extrañó a los agentes fue que el adiestrador se había dejado el teléfono móvil en su casa.

La Fundación Bocalán del Perro de Ayuda Social ofrecía 800 euros de recompensa por recuperar al animal, cifra que se unía a la aportación de 1.200 euros del escritor invidente, Emilio Ortiz.

Finalmente, el adiestrador ha sido detenido por una denuncia falsa. Los agentes aseguran que desconocen ahora que el joven fuese objeto de un robo por una deuda como señalan desde la Fundación Bocalán que insiste en que lo que hizo mal fue no contar que le quitaron al perro por una deuda y que una vez abonada recuperó el perro y que por eso se ha encontrado en la casa al animal.