Detenida tras entregar a su amiga una caja con una cabeza humana en Castro Urdiales y decirle que eran juguetes eróticos

La Guardia Civil ha detenido a una mujer que responde al nombre de Carmen M. tras el hallazgo de una cabeza humana dentro de una caja que la detenida habría entregado a una amiga meses atrás en el municipio cántabro de Castro Urdiales. Los hechos salieron a la luz después de que la vecina que recibió el paquete avisara a las autoridades tras percibir el fuerte hedor que despedía, informa el diario Sur.

La detención de Carmen M. nacida en Cádiz pero residente en Castro Urdiales desde hace siete años, tendría 61 años, según Antena 3, podría estar relacionada con la desaparición de su pareja, un hombre de 67 años.

Se perdió el rastro del hombre, de origen vasco, la pasada primavera, y la detenida entregó la caja a la vecina y le aseguró que no quería guardarla porque eran juguetes eróticos de su pareja, y que él se había ido voluntariamente, informa Abc.

Fuentes de la Guardia Civil han confirmado que la cabeza la encontró una mujer en la madrugada del viernes al sábado y que se está tratando de identificar a quién pertenece. La vivienda se encuentra en la calle Santa Ana, al norte de Castro Urdiales y cerca de la plaza de toros.

Según recoge este lunes el Diario Montañés, la mujer que encontró la caja tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios porque sufrió una crisis de ansiedad.

Este periódico señala que la caja podría haber llegado a manos de la mujer a través de una amiga y que tras un par de días la abrió por el fuerte hedor que desprendía.

Los hechos se encuentran bajo secreto de sumario, que ha establecido el juzgado de guardia de Castro Urdiales.

 
La mujer que decapitó a su marido en Castro Urdiales cuenta esta rocambolesca historia para dar pena y obtener apoyo popular

Ayer os contábamos la historia de una señora de Castro Urdiales (Cantabria) que fue detenida acusada de un delito de homicidio después que la Policía encontrara la cabeza de su difunta pareja metida en una caja. La caja, que estaba en poder de su vecina -a quién pidió que se la "guardara"- contenía los restos de Jesús María Baranda, de 66 años y desaparecido desde febrero.

La mujer, en el momento de la desaparición, explicó a los agentes que su pareja la había abandonado, que se había llevado todo el dinero en efectivo y que no sabía nada de él desde febrero... En principio, por tanto, se trataba de una fuga voluntaria. Pero los agentes empezaron a indagar hasta tener las sospechas necesarias para proceder a su detención.

La macabra historia no termina ahí. La asesina metió la cabeza en la caja y la cubrió con papel de regalo. Luego coció la cabeza a fuego lento y la introdujo en el recipiente. Tras ello, pidió a la vecina que la guardara y añadió que "hay juguetes sexuales que no quiero que se vean". Para completar la mentira, la mujer asegura que alguien le dejó la cabeza de su pareja delante de casa y que "la guardó como recuerdo".

 
Prisión para la mujer que coció la cabeza de su marido antes de dársela a su vecina

Cuando el marido de Mari Carmen, una vecina de la calle Santa Ana de Castro Urdiales (Cantabria), desapareció en abril, ella temía que la policía la señalara como sospechosa. Según cuenta, no sabía nada de su marido, de nombre Jesús, hasta que un día "apareció su cabeza en el felpudo de casa". No quiso denunciar porque creía que podía ser un ajuste de cuentas y que ahora irían tras ella.

Se le ocurrió entonces que lo mejor sería entregar la cabeza a su vecina para que la Guardia Civil nunca la encontrase. Para ello, la coció con la intención de que no desprendiera olor. Después, la envolvió en papel de aluminio y la metió en una caja.

La Guardia Civil, que investigaba el asunto, llamó a Mari Carmen para anunciarle que al día siguiente iría a registrar la casa por si aparecía algún indicio que les ayudara a resolver la desaparición. A falta de orden judicial, le pedían su autorización.

Ella consintió, pero ese mismo día fue a ver a una vecina amiga para entregarle la caja que ya tenía preparada con la excusa de que eran juguetes sexuales. "Por favor, guárdame esta caja que va a venir la Guardia Civil a mi casa y no quiero que vean los consoladores y las bolas chinas que uso. Van a pensar mal de mí", le dijo.

La vecina lo entendió perfectamente y accedió a guardarla. La mantuvo en su casa sin la aparente curiosidad de abrirla y comprobar si había algún juguete sexual más. La caja tenía un peso considerable y no era pequeña. Sin embargo, este fin de semana quiso descubrir que había dentro.

Al abrir la caja, la mujer no encontró ningún juguete sexual, sino la cabeza decapitada del marido desaparecido de la vecina.

Al verlo, la mujer sufrió una crisis de ansiedad y tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios, que la trasladaron en ambulancia al centro de salud Cotolino de Castro Urdiales.

La mujer sufrió una crisis de ansiedad y tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios, que la trasladaron en ambulancia al centro de salud

Ahora, el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Castro ha acordado como medida cautelar la prisión provisional comunicada y sin fianza de la mujer.

La causa será instruida por el Juzgado 3, donde ya se han incoado diligencias previas y se ha ratificado el secreto de las actuaciones acordado previamente por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2.

 
La asistenta del hombre decapitado en Castro Urdiales ayudó a su pareja a tirar bolsas de basura "pesadas" y "opacas" en febrero

Continúan las investigaciones en el caso de Castro Urdiales después de que la Guardia Civil haya confirmado que la cabeza hallada en el interior de una caja pertenece a Jesús María, pareja sentimental de la principal sospechosa y desaparecido desde abril.

El último movimiento de la Guardia Civil está siendo buscar en el vertedero de Meruelo restos de la víctima tras un aviso de la empleada de la limpieza a las autoridades antes de que apareciera la cabeza.

La asistenta, que trabajaba en el domicilio de Carmen, confesó a los agentes en las pesquisas previas al hallazgo de la cabeza que la detenida le pidió en febrero ayuda para tirar unas bolsas de basura pesadas, oscuras y opacas a los contenedores.

Sin embargo, personal de este vertedero, al que van a parar los residuos de Castro Urdiales, explica a la Sexta que la basura que llega allí es separada para reciclarla, por lo que consideran que sería raro que no hubiera aparecido el cuerpo ya en caso de que estuviera allí.

Además de en este vertedero, la Guardia Civil terminó registros en el domicilio de la pareja. La inspección del piso se prolongó durante cinco días, en un trabajo en el que ha participado un perro especializado en la localización de restos biológicos, Marley, al que se recurrió en casos como el de Diana Quer o Gabriel Cruz. También se prevén búsquedas en unos terrenos propiedad de Jesús María en Sámano.

María del Carmen, la mujer de la víctima, permanece en prisión provisional comunicada y sin fianza. Fue ella quien le entregó a una vecina la caja, con la cabeza en su interior.

 
A la detenida por decapitar a su pareja le dio por repartir croquetas caseras entre sus compañeras de baile de Castro Urdiales

La última novedad del caso de la señora de Castro Urdiales que presuntamente decapitó a su marido, es que los forenses han confirmado que el cráneo encontrado dentro de una caja corresponde desaparecido. El fallecido, Jesús B. era un jubilado natural de Bilbao, residía con la mujer detenida, Carmen M., de 61, en un piso de la calle Padre Basabe de la localidad cántabra de Castro.

Ahora, la investigación se centra en hallar el cuerpo o restos del fallecido y con este fin, se han trasladado al vertedero de Meruelo agentes de la Guardia Civil. Sobre las 10:30 horas de este jueves, se ha personado en el vertedero de ese municipio un coche camuflado de la Guardia Civil con tres agentes dentro, que han permanecido en el interior de las instalaciones durante una hora aproximadamente.

"Repartía croquetas entre sus vecinas"

Tal y como ha explicado el periodista de El Programa de AR enviado a Castro Urdiales, a raíz de la desaparición de Jesús, a Carmen le dio por repartir croquetas entre las vecinas: "A partir de febrero, marzo, se comenta en Castro Urdiales que le dio bastante por repartir entre sus compañeras de baile de la Casa de Andalucía de Castro Urdiales". El fragmento del vídeo ha sido compartido por la web Postureo Cántabro.




 
El caso de la cabeza en la caja de un hombre desaparecido en Castro Urdiales se complica

El caso de la cabeza de un hombre que apareció en una caja en castro Urdiales se complica por momentos.

Pese al secreto del sumario se van conociendo detalles que hilan una historia de celos y ambiente gore insólita en España.

Según avanza la investigación los celos parecen estar detrás de la muerte de Jesús María, un empleado de banca de 67 años y jubilado, que hace siete años inició una relación con María del Carmen, una mujer que ya está en prisión por el caso.

María del Carmen entregó a su amiga una caja para que se la custodiara, porque la Guardia Civil iba a registrar la casa donde convivía con Jesús María, desaparecido desde febrero (fugado según Carmen) y no quería que encontraran los juguetes sexuales que guardaba en ella. La amiga se hizo cargo y no abrió la caja hasta hace unos días, cuando percibió un olor extraño que procedía de los juguetes sexuales. La abrió y halló una cabeza humana de la que casi solo quedaba el cráneo y que se ha comprobado que era la de Jesús María.

Según Espejo Público, la historia vuelve a dar protagonismo a la amiga de Carmen, porque ahora parece que podría ser la amante del hombre desaparecido y que Carmen habría actuado contra él por celos.

El crimen de Castro Urdiales (Cantabria) pudo producirse el mismo mes de la desaparición de Jesús, la víctima. Los investigadores creen que la mujer de la limpieza, que trabajaba en la casa de la pareja, pudo tirar a la basura el cuerpo sin cabeza del hombre, sin saberlo.

Cuatro días antes de denunciar la desaparición de Jesús, su novia, María del Carmen, pidió a la mujer de la limpieza que fuera antes al trabajo para tirar unas bolsas a la basura, según explica Espejo Público. En su declaración ante el juez, la trabajadora explicó que las bolsas pesaban mucho y tuvo que hacer varios viajes a los contenedores.

Luego se supo que la cabeza a la que pertenece el cráneo fue cocida y el Programa de Ana Rosa ha hablado con varias vecinas de Mari Carmen que dijeron que la mujer llevaba meses repartiendo croquetas y comida casera entre la gente del pueblo, con lo que la historia alcanzaría ya proporciones novelescas.

 
Macabras novedades en Castro Urdiales: la cabeza fue quemada y se desprendió del cuerpo

Nuevos datos sobre el crimen de Castro Urdiales. Tras elaborar un nuevo examen biológico, los investigadores concluyen que la cabeza de Jesús María, que se encontró dentro de una caja, no fue cortada o cocida, tal y como se apuntaba en un principio.

El cuerpo de la pareja de la detenida habría sido quemado y la cabeza se habría desprendido en ese momento, según ha revelado, este lunes, el programa Espejo Público. A pesar de las filtraciones que se van produciendo, el caso sigue bajo secreto de sumario.

Preguntas aún sin respuesta

Los nuevos datos aportan nuevos interrogantes al crimen. Ahora la investigación se centra en averiguar en qué lugar se quemó el cuerpo, ya que se descarta que fuera en casa de la pareja, donde de momento no se ha encontrado ningún resto biológico relacionado con el crimen. Otros interrogantes para resolver son quién ayudó a la mujer a sacarla de casa, ya que era un cuerpo corpulento, y dónde se encuentran los restos del cadáver.

Contratación de un sicario

Carmen Merino, la pareja de la víctima, es la única acusada hasta el momento por el crimen, pero todo apunta a que la mujer tuvo algún cómplice para llevar a cabo su plan. La opción que Carmen contrató un sicario al que pudo pagar 12.000 euros va ganando fuerza. Y es que ella misma, tras la desaparición de su pareja, explicó a su familia que se había ido a Punta Cana y que se había llevado 12.000 euros. Esta cifra es a que podría haber pagado al sicario para cometer el crimen.

El motivo de enviar la cabeza a su amiga en una caja

Cuando la detenida denunció la desaparición de Jesús María, ella ya tenía en su posesión la cabeza. La propia policía, ante las sospechas, decidió revisar el domicilio de la pareja.

Poco antes Carmen decidió llevar la caja a casa de una amiga, justificando que en ella tenía objetos sexuales que no quería que encontrase la policía. Sin embargo, algunas fuentes apuntan que Carmen lo hizo porque sabía que eran amantes. La amiga mantuvo la caja cerrada hasta el sábado 28 de agosto, cuando por curiosidad decidió abrirla y encontró la cabeza de su supuesto amante.

La señora de la limpieza

Otro de los frentes que se estudia son las declaraciones que realizó la mujer de la limpieza a la policía. Según ella, un día –cuando Jesús María ya estaba desaparecido– Carmen le pidió que viniera fuera de su horario habitual para tirar unas bolsas de basura que tenía acumuladas.

La mujer habría declarado a la policía que tuvo que tirar cuatro bolsas muy pesadas a los contenedores.

El vertedero de Meruelo, descartado

Las declaraciones de la señora de la limpieza hacen contemplar, como una de las opciones posibles, que el cuerpo de Jesús María fuera tirado a la basura. Es por este motivo que la policía estudia la posibilidad que los restos se puedan encontrar en algún vertedero. El de Meruelo, finalmente, se ha descartado, ya que la basura que llega allí se separa para reciclarla, por lo que hace prácticamente imposible que si hubiera llegado el cuerpo allí no se hubiera detectado.

Si el cuerpo estuviera en un vertedero sería muy difícil encontrar los restos, ya que se debe tener en cuenta que el hombre desapareció en febrero de este año y todo apunta que probablemente murió al poco de desaparecer.

 
Hablan los vecinos de Castro Urdiales y confirman que la asesina se aprovechaba del muerto y le sacaba todo el dinero

Pese a estar bajo secreto de sumario, aparecen nuevas pruebas que nos ayudan a entender que pasó antes, durante y después del terrible crimen de Castro Urdiales en que una mujer, presuntamente, degolló a su marido. Tras la espeluznante historia de las croquetas caseras que se comieron los vecinos y los indicios de que la vecina era la amante, otras personas del vecindario han dado su testimonio.

"¡Se estaba aprovechando de él! Anda que una" declara Rossi, una vecina del barrio. Todos coinciden en que ella vivía de su dinero y "se aprovechaba de él". También comentan que había"muchos amantes" sin concretar si era él, ella o los dos, los que tenían otras parejas sexuales.

En los últimos días también se ha valorado la posibilidad de que quien asesinara a la víctima fuera un sicario, al que Mari Carmen habría pagado 12.000 euros, un dinero que habría salido de la cuenta de él.

 
Aparecen nuevas revelaciones del siniestro "Crimen de las Croquetas" de Castro Urdiales

Mari Carmen Merino, así se llama la presunta asesina de Jesús Mari, su pareja. Un crimen que salió a la luz hace nueve meses en Castro Urdiales pero que tuvo lugar siete meses antes. Cuando apareció la cabeza del asesinado, Mari Carmen comentó con total frialdad que "quería tener un recuerdo de él". Desde La Nación Digital les explicamos en su día las macabras novedades que iban apareciendo acerca del caso, que llegó a conocerse como "el crimen de las croquetas" porque la presunta asesina repartió unas sospechosas croquetas entre sus vecinos pocos días después del asesinato.

A estas alturas aún no se ha podido confirmar - pero tampoco desmentir - que esas croquetas fueran hechas con la carne del fallecido. Ahora han aparecido nuevas revelaciones que hacen más truculento el caso y demuestran el carácter de la presunta - por decirlo de alguna manera - asesina.

Mari Carmen Merino compró dos motosierras eléctricas y además hizo búsquedas en Google para saber como desembozar una motosierra. Todo esto apunta a que utilizó las motosierras - que no han sido encontradas - para descuartizar el cadáver de su pareja. Ni ahora ni en su día ha habido manifestaciones para condenar este brutal asesinato de un hombre a manos de una mujer.