Daños irreversibles en el joven que sufrió la brutal paliza en Amorebieta en un botellón: "Nos han dicho que va a morir sí o sí"

Los médicos han comunicado a la familia de Alexandru, el joven de 23 años que recibió una paliza en Amorebieta-Etxano el pasado 25 de julio por la que permanece en coma, que "va a morir sí o sí", según ha comentado el portavoz de la familia, Stefan, este viernes.

Los médicos mantuvieron este jueves una reunión con la familia, según ha narrado su portavoz en declaraciones a Radio Euskadi, en la que les explicaron que "una parte del cerebro está muerta y la otra está que no quiere funcionar. No tiene vida".

"Una parte del cerebro está muerta y la otra está que no quiere funcionar. No tiene vida"

De momento el joven continúa en la UCI, pero, según el portavoz, "la semana que viene le bajarán a planta otra vez y luego ya no vuelve a subir más a la UCI. Da igual lo que pase, no vuelve a subir".

"A ver si su cuerpo aguanta"​

Los médicos también les han adelantado que posteriormente podrían trasladar al joven al hospital de Górliz (especializado en problemas neurológicos): "A ver si aguanta el cuerpo para mandarle, pero, según dicen los médicos, igual no aguanta, que se va a morir antes", ha indicado.

En esta situación, la familia querría buscar una segunda opinión médica "a ver si se puede hacer algo, un milagro".

Por esta paliza han sido detenidas 16 personas, ocho menores de edad y ocho adultos.

 
Siete miembros de la banda latina "Los Hermanos Koala" (LHK), que dejaron en coma a Alex, cumplirán entre 4 y 6 años en residencias de menores.

Algunas versiones apuntan a que la agresión se desencadenó al mediar Alex para defender a unas chicas.

Los agresores propinaron patadas y golpes a Alexandru Andrei Ionita, rumano de 24 años, cuando se encontraba ya en el suelo. Le estamparon una botella de cristal y otros objetos en la cabeza. Después le robaron.

Postrado en una cama, necesita ayuda para todo las 24h. del día. No puede andar, ni hablar ni comer. Se alimenta por una sonda y su madre le asea y pasea a diario en una silla de ruedas.

Necesita de nuevos cuidados en centros especializados a los que la familia no puede acceder con sus recursos.

"El miedo que tiene la madre es que cuando salgan, le vuelvan a hacer algo", ha manifestado una portavoz. Ha advertido de que dos de esos jóvenes ya están en la calle tras pasar algo más de un año internados.