A prisión por saltar el muro de Zapadores para recuperar su bicicleta

«Quiero mi bicicleta, mi teléfono y mis diez euros». Esa fue la frase que repetía una y otra vez un detenido de origen argelino que fue sorprendido saltando el muro del complejo policial de Zapadores para, según él, recuperar su bicicleta, que la policía le había intervenido de madrugada tras agredir a unos agentes después de negarse a ser identificado cuando estaba en la calle sin mascarilla con un grupo de amigos.

El arrestado, de 32 años y sin antecedentes hasta el pasado fin de semana, ha ingresado en prisión provisional por atentado a agente de la autoridad y allanamiento del domicilio de persona jurídica. Inicialmente la Fiscalía iba a solicitar su puesta en libertad pero después de que él mismo reconociera ante el juez de Instrucción número uno de València que en cuanto lo dejaran libre iba a volver a Zapadores a recuperar su bicicleta —pese a que le aclararon que no estaba allí—, el juez se vio en la obligación de acordar su ingreso en prisión para evitar que volviera a cometer el mismo delito.

De hecho, un día antes, el pasado domingo por la tarde esta misma persona ya había sido puesto a disposición judicial, en este caso del Juzgado de Instrucción número 21 de València, por el atentado a los agentes de la autoridad. Tan pronto como quedó en libertad se marchó al complejo policial de Zapadores e intentó entrar saltando el muro, momento en el que fue captado por las cámaras de seguridad.

El arrestado, que ofreció fuerte resistencia en todo momento, insistía una y otra vez en que le entregaran su bicicleta, que era suya, que la había comprado, y que también le dieran el teléfono móvil y diez euros que portaba cuando fue detenido a las cuatro de la madrugada del pasado domingo en una calle de València.

Aunque se encontraba con otras personas, él fue el único arrestado al negarse a ser identificado cuando los agentes les llamaron la atención por incumplir el toque de queda. Una vez en dependencias policiales el detenido, que se gana la vida como aparcacoches, estuvo durante tres horas para ser reseñado, dada su negativa inicial. Según su versión, tras quedar en libertad no le devolvieron sus pertenencias, entre ellas la dichosa bicicleta.