‘Operación Triunfo’ ya es ‘La isla de las tentaciones’: Todos se han enrollado con todos

En la academia de OT2020, “todos se han enrollado con todos”. Así lo ha asegurado una de las concursantes, Samantha, quien ha sido pillada por un micrófono abierto mientras hablaba con uno de sus profesores. Ya es oficial, el talent-show musical de TVE, ha pasado a convertirse en un reality puro y duro.

‘Operación Triunfo’ es más un reality que una escuela de música

Esta está siendo la edición más sexual de OT. No hablamos de la más ‘romántica’ pero sí en la que han salido más ‘líos’ entre los concursantes. Es lógico. Si encierras a varios jóvenes en un mismo sitio durante tanto tiempo, es lo que pasa.

El problema es el tono que siempre ha pretendido siempre el concurso: alejarse del morbo a favor de la exaltación del talento musical. Cada año, sin embargo, OT es más ‘GH’ y menos el programa blanco que siempre quiso ser. No pasa nada, es normal, pero harían bien los de Gestmusic y los de TVE en no disfrazar un espectáculo de televisión en una auténtica clase de música cuando no es así.

El público también debería reflexionar en cuanto a lo que le pide al formato. ‘OT’ ya no es el programa blanco al que entraban niñitos inocentes que luego triunfaban en la música. Esto no va de valores, va de televisión. Los concursantes están más pendientes de liarse entre ellos y de conseguir seguidores que en aprender. Es lógico. También se pelean entre ellos, los hay villanos, agresivos o envidiosos. ¿Qué se supone que tiene que hacer la productora, censurar lo que pasa dentro de la academia para que siga siendo un mundo de fantasía y color?

La pillada a Samantha

Como decíamos, este ‘OT 2020’ es la edición de los ‘lios’. De hecho, hace pocos días, el propio programa destapó en plena gala la relación entre dos de ellos, Anne y Gerard, a los que pillaron besándose en la academia.

Pero no son los únicos. Durante la clase grupal con Manu Guix para el ensayo de la canción grupal de esta semana, el director musical destacó el hecho de era “seis chicos y seis chicas”.

Este comentario provocó las risas de Samantha (la alicantina que se refirió al español como “ese idioma del demonio”). Otra concursante, Eva, le preguntó a su cómpañera qué era lo que le parecía tan gracioso.

Samantha tardó en contestar y tras unos segundos se acercó a Nia y le susurró algo al oído que, sin embargo las cámaras y los mic´rofonos pudieron pillar:
Y nos hemos enrollado todos
Le dijo Samantha a su compañera. Nia quiso tapar el micrófono mientras la alicantina aseguraba que no había peligro, que era imposible que la hubieran escuchado. Pues va a ser que no.