Multa por tomar refresco y pizza en la calle

Cuatro jóvenes de Lucena (Córdoba) han conseguido que miles de personas compartan en Facebook su queja por haber sido multados por tomar pizza y refrescos en la calle. Ni había alcohol, ni ruidos, ni suciedad, ni ningún vecino se quejó, defiende uno de los afectados, Kako Espejo, en conversación telefónica con Verne. El post, colgado en el perfil de su hermana Laura, lleva más de 23.000 compartidos en el momento de escribir estas líneas, tras aparecer en webs de humor y virales como cuántarazón o la cuenta de Facebook Spanish Revolution. Están a la espera de saber si les multan con hasta 300 euros por "concentración y permanencia en la vía pública para el consumo de bebidas".

Para fliparlo. Anoche a las 1 de la madrugada más o menos, dos parejas nos sentamos en una plaza de Lucena con unos pan pizzas y unos refrescos. Al terminar de comer tiramos los desperdicios a la basura, y seguimos un rato más fumándonos un cigarro y bebiéndonos los refrescos. Nuestra sorpresa llega cuando una patrulla de la policía local se para delante nuestra y viene hasta nosotros, cuestión por la que no nos inmutamos ya que no pensábamos estar haciendo nada ilegal pero...ERROR!! Multa. Para ser más específica multa por concentración y permanencia en la vía pública para el consumo de bebidas. Aunque sea refresco, aunque sólo éramos cuatro personas sin hacer ruido y sin dejar nada sucio. Por lo visto las plazas y parques de mi pueblo sólo están para mirarlas, no te pares a sentarte en reunión, ni aunque sólo seáis cuatro personas y mucho menos bebiendo algún tipo de refresco que se ve que es una amenaza para la seguridad del pueblo.

“Habíamos terminado de cenar y teníamos los refrescos, cerrados, en el suelo. Pasó la policía de patrulla, se ve que estaban haciendo la ronda. Se pararon y se quedaron mirando un rato. Siguieron y volvieron a detenerse. Y luego cada uno vino por un lado, como si fuéramos a salir corriendo. Y nosotros, tranquilos porque pensábamos que no estabamos haciendo nada ilegal”, relata al otro lado del teléfono Kako Espejo. Después les pidieron la documentación y “nos quedamos sorprendidos cuando vemos que empiezan a rellenar un papel”.

Hace un año otros ocho jóvenes fueron multados por jugar al parchís y tomar refrescos sin alcohol en Málaga.

La ley no especifica el tipo de bebida

En declaraciones a Verne, Francisco Adame, edil de seguridad ciudadana de Lucena, se limita a indicar que la policía local actuó conforme a la legislación autonómica, en concreto a la Ley sobre potestades administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos en los municipios de Andalucía (PDF, aquí).

"En Lucena hay una zona estipulada para el consumo de bebidas", señala haciendo referencia al botellódromo de la ciudad. Pero en este caso los jóvenes defienden que no estaban bebiendo alcohol, sino refrescos. "La ley no especifica el tipo de bebida", aclara el concejal.

Por el momento el expediente sancionador no se ha iniciado y el responsable desconoce cuando se hará. "El delegado de seguridad no está preocupado por esto", dice en tercera persona. Por su parte, Kako Espejo explica que han mantenido un encuentro con la concejala de Hacienda y confían en que quizás la historia acabe sin multa, aunque con mucho ruido en redes sociales.

La viralización del post ha sido posible después de que su hermana reconfigurara el estatus de la publicación como "público", es decir que lo pudiera ver cualquier internauta y no sólo sus amigos. Fue a petición de uno de sus contactos, que les sugirió que deberían compartirlo para que más personas se enteraran de esta situación. En las respuestas al post hay mucha indignación y algunos testimonios similares. También comentarios de quien no se cree que fueran bebidas sin alcohol o sugieren que quizás sí estaban haciendo ruido.

"Sinceramente, lo pienso seguir haciendo. Aunque si me multan por tomar una coca cola con mi pareja en la plaza la próxima vez sería reincidente y la cuantía de la multa iría a más", comenta Espejo, que considera que si en lugar de ser jóvenes fueran un grupo de personas mayores charlando al fresco con refrescos "no les pasaría lo mismo". Y añade: "Es que es totalmente correcto. Yo es que lo hago desde pequeño. En verano, con la familia de mi padre nos vamos a la puerta de la casa de mi abuela y la que se forma de gente es impresionante. Y en la zona donde vivo, un barrio a las afueras de Lucena, hay una plaza que se llena todos los días de gente bebiendo litros de cerveza, fumando porros e incluso en invierno haciendo hogueras y la poli pasa de largo".